Beautiful Mess

Capítulo 13

N/A: Agradecer a MyDreamsComeTrue por su ayuda, que no solo ha sido corrigiendo los capítulos.

Muchísimas gracias a todos los que leéis y, sobre todo, a los que os habéis tomado un poco de tiempo en dejar un comentario.

Ya no os quería hacer esperar más, así que, aquí os traigo el último capítulo de este fic. Es bastante largo (+de 10.000 palabras) para recompensar tanta espera.

Solo espero que nos os canséis de leer antes de llegar al final.

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-Katie -susurra Jim casi inaudiblemente cuando ve a su hija en frente de él.

-Papá -murmura, sin poder creerse que su padre esté delante de ella totalmente sobrio, vestido con ropa limpia y sin ese vacío en sus ojos que lo ha estado acompañando desde que su madre falleció.

-Perdóname -atina a pedirle, dándose dos pasos hacia delante mientras se le humedecen los ojos. Aunque ha imaginado y planeado esta conversación cientos de veces desde que fue consciente de su problema y lo aceptó como tal, entrando en el centro de desintoxicación con la ayuda de Rick, ahora mismo no sabe qué decir ni qué hacer. Se ha quedado totalmente en blanco-. Perdóname... -repite con la voz entrecortada y las manos temblorosas.

-Papá -vuelve a decir Beckett, eliminando las distancias y abrazando con todas sus fuerzas a su padre-. Ya está. Ya está -susurra cuando nota cómo llora sobre su hombro.

-Os he hecho muchísimo daño... Hayle... Oh... ¿Cómo está? Seguro que ha crecido mucho. Yo... yo siento haberme perdido todos estos años de su vida, haberla herido tanto... y a ti...

-Ya está, papá, ya está. Lo importante es que estamos bien y que te has dado cuenta de tu problema y que te estás dejando ayudar -dice, separándose de él para mirarlo a los ojos-. No sabes la alegría que me da verte así, tan bien, tan recuperado.

-Todavía me queda mucho camino por recorrer hasta recuperarme del todo pero, te prometo que, voy a poner todo mi esfuerzo en que así sea. Quiero salir de aquí y comenzar una nueva vida, junto a vosotras, si me lo permitís, claro.

-Por supuesto que sí, papá. Te estaremos esperando y te vendremos a visitar.

-Muchas gracias. No me lo merezco, ni siquiera me merezco que hayas venido a verme. Os he hecho tanto daño que... no sé si seré capaz de perdonármelo algún día -confiesa, dejándose caer en uno de los bancos del jardín.

-Claro que lo harás, papá. Tenemos que seguir hacia delante y si no lo haces... nunca estaremos bien totalmente. Y después de todo lo que hemos pasado estos años, nos lo merecemos -su padre asiente, mirándose las manos, sin ser capaz de mirarla a los ojos.

-Papá -lo llama-, mírame -le pide, sentándose a su lado y cogiendo una de sus manos entre las suyas-. Tienes que hacerlo, al menos, prométeme que vas a intentarlo, pero de verdad.

-Te lo prometo -murmura, acariciando su cara con su mano libre. Kate le sonríe y lo abraza.

XXX

-Mira -le dice Jim, señalando un cuadrante colgado en el corcho de la pared-, aquí están nuestras tareas semanales. Kate asiente, echándole un vistazo, leyendo que su padre es el jefe de cocina esa semana.

-Y esto, ¿para qué sirve? -Camina varios pasos hasta situarse en lo que parece ser un plano del edificio donde está con unos cuantos imanes con iniciales pintadas repartidos por todo el panel-. ¿Para qué siempre sepan dónde estáis?

-Sí, pero ésa no es su función principal -Beckett lo mira en silencio, esperando a que su padre continúe-. Es una forma de hacernos parar y pensar. De tomarnos tiempo antes de hacer algo. Cada vez que quieres ir a un sitio diferente de la casa, debes pasar por aquí y situar tu imán donde vayas a ir; a veces, cambias de opinión porque prefieres ir a otro sitio después de tener en frente varias opciones cuando ves el plano. Es como decir: espérate, ¿qué voy a hacer? Es una forma de darnos disciplina. Aquí está todo calculado -Kate asiente.