Almorzamos en silencio, ella obvio como es una bruja estaba comiendo carne y yo me disponía a comer mi ensalada.
—¿Quiere un poco? — me muestra su cordero, pobre animalito — ¡esta riquisimo!.
Estoy por vomitar —Soy vegetariana, y no me comería a un pobre animal indefenso — le digo y ella se echa a reír.
—¿Es broma? — la veo seria — Bien, no es broma, pero no sabe de lo que te pierde.
Aun no entiendo para que me invita a comer, porque está siendo amable conmigo, cuando ella nunca, jamás es buena persona con nosotros. Y apuesto que si pudiera nos abriera a la mitad y bebiera nuestra sangre.
—¿Porque me ha invitado? — ella se tensa y sus manos se aferran al costado de la mesa.
—Puedo llevarla al parqueo de la editorial si quiere — responde con tono molesto.
—Es una simple pregunta señorita Lovato — le digo frustrada.
Y ¿A dónde está mi Lovato?, yo quiero un chico no una chica ¡Un chico por el amor al repollo y a la cebolla!.
—Yo le di la respuesta — asiento y me callo que mas da.
Terminamos la comida y saco mi cartera, creo que debo pagar lo que he comido aunque me hubiera ahorrado la compañía.
—¿Que hace Gomez? — pregunta arqueando una ceja.
La veo obvia — Saco mi cartera para pagar.
Su mano se posa encima de la mía — No sea ridícula Gomez, le he dicho que yo la invito, guarde su cartera — asiento.
Al menos sabe modales.
—Gracias — le sonrío.
—La fiesta es algo informal, y no creo que extienda a más de dos horas — deja unos billetes en la carpeta negra.
—Esta bien, señorita — digo.
—Vamos — se levanta y salgo detrás de ella, maldita enana desequilibrada.
Menuda suerte, quiero un jefe que se enamore de mi locamente, y que me saque de la tortura de mi vida, pero creo que todo es por mi buena suerte.
—Adelante — abre la puerta del auto, si fuera un chico con un paquete grande estuviera feliz por ese detalle.
—Gracias — y entro.
Lo pone en marcha — ¿No le molesta que ponga algo de música? — niego y empieza a sonar una canción de Nicki minaj, la miro incrédula no pensé que ese fuera su estilo.
—¿No le gusta?— niego.
—Si, si me gusta — contesto.
La canción acaba y aparecen más canciones de todo tipo, y es nuevo para mí, todo. Desde estar almorzando con ella hasta estar en su auto escuchando música movida.
—Llegamos —aparca el auto en un enorme parqueo, desde el hecho de acompañarla merezco un ascenso.
Salimos y como siempre ella va a adelante, maldita egocéntrica carnívora.
—¡Demetria Lovato! — exclama una mujer besando en la mejilla a mi jefa.
—Hola Lisa — le devuelve el beso — ella es Selena Gomez, mi asistente — y tenía que decir que soy su empleada delante de todas esta personas.
Mi dignidad y mi felicidad están en el punto rojo del termómetro.
—Hola — saludo y ella asiente restándole importancia, al menos mi cabello es natural y no como el tuyo rubia oxigenada, claro no se lo digo pero lo pienso.
—Acompáñame a la mesa — dice la mujer y yo sigo como una idiota a mi jefa.
Sirve dos copas de vino y nos las entrega, bien ya no me cae tan mal.
Hablan un poco y yo como una buena asistente sensual de siglo XXI saco mi libreta y mi pluma por si acaso.
—¿Qué hace Gomez? — murmura mi jefa.
—Pues sacando una libreta por si debo anotar algo, he venido a trabajar — ¡Oh sí!, me escuche como una mujer seria y trabajadora.
Asiente comprendiendo mis palabras — Guarde eso, no haga el ridículo — ¿Quien entiende a Maléfica?.
Bufo y vuelvo a meter mis elementos en mi bolso.
Y como toda fiesta debe y es por ley, debe haber un borracho, esta fiesta no fue la excepción, una joven que yo conocía perfectamente se perdido en la bebida y aquí estaba yo haciéndola de niñera.
—Deje eso — intente quitarle su copa, creo que solo ella se bebió todas las botellas de vino.
— Déjeme— gruñó — usted es solo una empleada.
Pongo mis ojos en blanco, esto merita un aumento de sueldo y puesto — Debemos irnos jefa — digo y le arrebato la copa.
Veo a todos los invitados y sonrío, por primera vez no soy yo la metida en problemas — La señorita Lovato está indispuesta y debemos marcharnos, le agradecemos por todo y sobre el deseo de publicar su libro, háganos llegar el manuscrito y con gusto nuestra editora lo leerá y corregirá — la rubia oxigenada asiente.
—Cuidate Demetria — besa la mejilla de mi jefa.
No es que mi jefa este por el subsuelo y que arrastra las palabras pero se tambalea y tiene los ojos perdidos.
Salimos del salón y ella se suelta bruscamente.
—Odio que me llamen Demetria — suelta arrugando su nariz.
Froto mi quijada frustrada — Ya, debe descansar — como puedo la subo al auto, ella solo me mira atenta.
Manejo hasta llegar a «Lovato Editorial».
—Entregeme las llaves de mi auto — me mira demandante y se las entrego, salgo de su auto para dirigirme al mío, se le nota que ya se le ha bajado el alcohol. Y me doy cuenta que ella viene detrás de mí, esto es incomodo. Nos acercamos al auto y ella me pega contra la cajuela, me esta poniendo nerviosa.
—Huele delicioso — ronronea en mi cuello — su perfume es suave.
—Gracias — digo intentando quitarme.
—¿Porque tanta prisa? — pregunta, menuda enana esta.
—Ninguna — suelto.
—Baja un poco el rostro, te diré un secreto — sonríe, creo que los tragos la ha hecho olvidar los modales.
Bajo mi rostro y captura mis mejillas, sus ojos café son claros y me contemplan — Tienes unos lindos labios — me dice mordiéndose el labio inferior.
¿Qué le pasa? — Gracias — digo viéndola confundida.
—Es la verdad — y antes que pueda reaccionar sus labios se posan contra los míos.
¡Tengo a mi jefa besándome con desespero!.
¡Ayudenme!
Su mano se aferra a mi cintura y la aparto de golpe.
—¡No me toque! — le exijo.
—No se haga la tonta Gomez, yo se que quiere y no se preocupe, le daré un ascenso.
¡Maldita bruja!.
—Créame que no — y me separó de ella de golpe para entrar a mi auto.
Cierro la puerta y ella toca el vidrio de mi auto e intenta entrar, enciendo mi auto y la veo golpeándolo y gritando.
Seguro estoy soñando, si soñando.
**
Me honra decirles que me he unido a la LGBT +Esp, una comunidad de literatura de escritores de la comunidad LGBT para lectores LGBT.
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Mi Amada Jefa •|Selena Gomez Y Demi Lovato|•
FanfictionMi vida dio un vuelco cuando entre a "Lovato Editorial". Y yo añoraban ese cambio, y fue así. Poco a poco mi vida pareció mejorarse hasta que mi jefe decidió dejar todo a manos de su hija la cuál pensamos que seria como el señor Lovato pero no. Mi n...