Mi Amada Jefa •|Selena Gomez Y Demi Lovato|•

Segunda Fantasía....

—Entonces, ¿Qué espera? — cuestiona mi jefa odiosa viéndome juguetona.

—Este...nada — sonrío nerviosamente.

—En la cama está la laptop, así que puedes elegir la canción que quieras bailarme — responde con esa mirada intensa.

Bien si voy a hacer esto, lo haré bien. No quiero que luego me haga bailarle toda la noche solo por que no le ha gustado mi baile así que debo serenarme y hacerlo bien. Me saco la blusa de mi falda y empiezo a teclear.

—Por favor, siéntate en ese sofá — le señaló el sofá que está delante de la cama, una media sonrisa aparece en ella y obedece.

—Me gusta que me tutees Gomez — su voz chillona se ha vuelto ronca, no hemos ni empezado y ya se está excitando.

Busco en el reproductor hasta que encuentro una canción que me ha gustado y que pense que seria perfecto para esto, claro no imagine hacerlo con mi jefa si no con el sexy cajero musculoso y tiene un paquete apetitoso, ¿que?. Tengo derecho de ver lo que me gusta.  Reproduzco The hills de The weeknd, camino hacia ella, sus ojos me siguen y me paro delante de ella.

—¿Puedo quedarme en ropa interior? — pregunto y ella asiente, siento un gran alivio no deseo que me vea desnuda, aunque se que verá mis libras demás ganadas por el helado de vainilla. Empiezo a mover mis caderas y a tocar mi cintura, empiezo a desabotonar mi blusa y me giro, dejando delante de ella mi trasero moviéndolo de arriba abajo despacio.

—Acércate — pide y lo hago, me poso cerca de sus piernas.

Me deshago de la blusa y me siento encima de ella haciendo que deshaga la pose, posa sus piernas en el sofá, moviendo mis caderas y rozando mi cuerpo encima de ella, llevó mis manos al broche de mi falda y ella esconde su rostro entre mis pechos absorbiendo mi olor, siento como empieza a calentarse unas partes de mi cuerpo. Y sus manos tocan mis mejillas y antes de poder reaccionar tengo sus labios sobre los míos, devorandome y exigiéndome, trato de separarme y ella lo entiende, nos miramos a los ojos —anda — pide y vuelve a besarme, y acepto el beso moviendo mis caderas, suelto sus labios y me levanto, poniéndome de pie, me giro dejando caer mi falda y cierro mis ojos. En este momento me siento sexy gracias a ella, no he visto su reacción y giro para verla.Tiene las piernas abiertas aferrando sus manos en su pantalón, sus labios entreabiertos, y los ojos fundidos en mi abdomen.

Se levanta y me abraza la cintura.

—¿Te molesta que te haya besado de nuevo? — pregunta viéndome a los ojos.

Niego — No.

—En ese caso, ¿Podemos repetirlo?, digo todo lo que hagamos si tú quieres...— la canción sigue sonando y asiento.

—Está bien — respondo, no quiero que note que estoy disfrutando todo esto más de la cuenta y eso que está empezando.

Inclina mi rostro despacio capturando mi labio inferior, nos besamos despacio mientras mis manos se posan en su cuello y las suyas en mi cintura. Succiona mi labio y succiono su labio, no se que me esta pasando pero me esta gustando.

Nos separamos.

—Entonces, ¿Concedido, cumplido? — pregunto y ella asiente sonriente.

—Si, pero si quieres desnudarte no hay problema — pongo los ojos en blanco.

—Bien, ¿Me puedo ir? — pregunto recogiendo mi ropa del suelo.

—No, quiero que cumplas mi otra fantasía — esto no me esta gustando.

—Sería la segunda, solo te quedarían cinco — prefiero alargar esto y preprarme mentalmente.

Suspira — Ya ni me lo digas — levanta sus cejas — pero es simple, quiero que te quedes a dormir, ya sabes — dice inocente.

—¿Dormir, solo dormir? — pregunto y ella ríe.

—Si, solo dormir en mi cama, pero si quieres que lo hagamos no hay problema — mueve sus caderas de un lado a otro.

—Claro — grito y ella asiente entrando al baño.

No me negaré a una propuesta tan inofensiva como dormir en una enorme cama, con sábanas de seda y completamente cómoda. Sin pensarlo me acuesto, y me pregunto qué pensaría mis padres y los de la editorial si supieran esto, quizás se decepcionarían de mí pero...realmente necesito el trabajo.

—¿En qué piensas? — susurra en mi oído, creo que no sabe lo que es espacio personal.

—En que ropa debo usar, ¿Me prestaría algo — me aparto bruscamente.

No soy lesbiana y no me haré lesbiana por una chica y menos aún por la insufrible de mi jefa caprichosa.

—Puedes dormir desnuda — la miro seria y ella sonríe — bien no, te daré una pijama ¿Bien? — asiento.

Busca en su enorme closet, y me tira un pantalón con una blusa a juego.

—Gracias, ocupare tu baño ¿Bien? — asiente y dentro.

Me veo al espejo y acaricio mis labios, me beso como nunca nadie y me toca como nadie lo hizo, con necesidad pero con delicadeza, sacudo mi cabeza, yo no puedo fijarme en ella, ¡No puedo!.

Me cambio y salgo del baño, ella ya esta en su cama, entro con cuidado.

—¿Soy tan odiada en la empresa? — pregunta sin verme.

No se que decir — ¿Que piensas tú? — pregunto.

—No lo se, soy mujer es más difícil que te toman en serio, además si fuera hombre les gustaría que tuviera un carácter difícil — exhala — en fin, es parte del paquete — se gira viéndome y sonríe — eres muy hermosa Selena, seguro quien te enamore será muy feliz.

—Tienes razón — me cubro de la sábana blanca — y tú también eres hermosa aunque un poco histérica pero hermosa.

Me giro, y siento sus manos abrazándome por la cintura — ¿No te molesta que te abrace? — niego — buena noches — besa mi hombro.

—Buenas noches Lovato — me pega más a ella dejando besos en mi espalda.

—Hueles delicioso, y sabes delicioso — rio y ríe.

—Lo tendré presente para alejarme de caníbales como tú, deja de hablar y duerme — pido cerrando los ojos de nuevo.

—Yo no hablaba, tú sí, eres una mandona — susurra.

Pongo los ojos en blanco, me giro y ella ya esta dormida, su pierna está encima de la mía. La verdad no es nada fea, es muy linda pero ese humor de mierda que tiene arruina todo.

—Estás viéndome — murmura aguantando una sonrisa.

—Ya quisieras, pensé que dormías — respondo.

—Es difícil teniéndote aquí conmigo pero lo intentaré.

No contesto, trato de dormir boca arriba, y ella se acuesta de lado — ¿Puedo? — asiento y ella acaricia mis brazos.

Siento como poco a poco deja caer su peso en mí, su piel es suave y tiene esa fragancia fina y cara.

No dormí esta noche...