El dolor de cabeza, me martillaba cada extremo de mi cabeza inclusive podía sentir el dolor hasta mi quijada.
—No tienes buena cara — comentó Lana haciendo que volviera el martilleo intenso.
Masajee mi cabeza con dos de mis dedos — ¡Mierda, me duele la jodida cabeza! — me quejé.
Me vio pensativa — Tengo unas pastillas por aquí, cuando vives con una neurótica como mi novia es necesario tener pastillas contigo, siempre — rió.
—¡Dame esas jodidas pastillas y cierra el pico! — ordené.
—¡Uy!, ¡pero que humor que te traes! — me extendió el cartón y se lo arrebaté.
La claridad que entraban por las ventanas, las voces; las risas y el ruido del teclado. Hacían que deseara arrancarme la maldita cabeza.
Tomé dos de esas pastillas y jadee, cerrando mis ojos; pegué mi cuerpo contra la pared tratando de relajar mis extremidades.
—Creo que has tenido un orgasmo — me mantuve en la misma posición intentando ignorarla —Si yo no te conociera, aseguraría que me estas ignorando— su voz se escuchaba más cerca junto el calor de su cuerpo.
Abrí de a poco mis ojos, el dolor disminuye poco a poco — No me he sentido bien, querida jefa — dije sarcásticamente.
—uhmmm, se como hacerte sentir mejor — me vio de forma pervertida.
Rodé los ojos — En serio, no estoy de humor — observé mis costados asegurando que nadie nos viera juntas conversando más del tiempo determinado.
—Te espero en mi oficina— me ordenó y se fue mordiéndose el labio inferior.
—¿Qué fue eso? — me reclama Lana tomándome por sorpresa.
—¿Que? — dije nerviosa, pedía mentalmente que fuera por otro motivo diferente de lo que yo pensaba.
—¡Esto! — me muestra su celular — ¿Puedes creerlo?, las lesbianas están locas — bufó.
La vi confundida — Lana, pero….tu eres lesbiana — comenté aun confundida.
—Si, pero hablo en general, estamos locas y sobre todo la ex de mi novia. ¿A quien carajos se le ocurre miarse en el auto?, sus miados están por todo el lugar — niega — ahora entiendo porque estaban juntas — guarda silencio y yo también, esto me ha dejado en shock.
Estoy shockeada y asqueada por los detalles que me ha dado.
—¡Espera! — me toma por el brazo haciendo que la vea un poco asustada — entonces, ¿Soy una lunática? — me mira atenta.
—Bien — dije nerviosa — esto es incomodo Lana, y no lo eres — respondí moviéndome de su lado.
Deja escapar un suspiro de felicidad — ¡Gracias! — besa mi frente y se va.
Ha sido la conversación más extraña que he tenido, bueno no. Creo que la más extraña fue esa vez que con mi ex novio…bueno eso es otra cosa y creo que no debo mencionarlo y menos recordarlo por mi salud mental, sacudo mi cabeza negandome a recordar ese evento que me dejó marcada, y con eso quiero decir que había estado vetada del cine, dos años, ¡dos años!.
Me fui al baño a lavar mi rostro, y verme en el espejo, estaba hecha un desastre; bolsas y el cabello despeinado. Pero que más me daba no es como que me importara lo que la señorita Lovato pensará de mí.
Abrí la puerta de su oficina y ella movió su cabeza de su laptop para verme.
—Has tardado mucho — me reprocha, cerrando la laptop — toma asiento.
Asentí — Solo estaba relajandome — respondí sentándome enfrente de ella.
—¿Como sigue el dolor? — pregunta viéndome con curiosidad sin despegar los ojos de mí.
Relami mis labios — Es soportable, es más mientras más pasa el tiempo; desaparece — Sonreí.
—Perfecto — sonríe.
Ese labial rojo le queda muy bien y la hace ver mas interesante y bueno….sensual.
—Y, ¿Que desea? — me atreví a preguntar.
Se levanta de su silla rodeando hasta llegar a mi asiento, deja sus manos en los posabrazos y acaricia su nariz con la mía.
—Tengo algo en mente — dice sobre mis labios.
Roza sus labios con los míos haciendo que cierre los ojos, escucho como ríe, una pequeña risa y funde nuestros labios en un beso lento, capturo su labio inferior y luego el superior, sus manos se posan en mi cintura halandome. Y enrededo mis manos en su cuello, me levanto y ella pega su cuerpo mas con el mío; me encamina y me pega contra la pared rozándome su zona con la mía a propósito, me pega lo máximo posible y rompo el beso.
Cada vez más, me gusta. Cada vez los besos que nos damos me gustan y quiero más, más y más.
—Selena — me llama y la veo sin decir nada — quería esperar hasta que acabase la jornada de trabajo pero, ya sabes como soy — me dijo levantando la ceja.
—Bien, dime — digo un tanto emocionada.
Se saca la blusa de la falda ceñida a sus caderas, y desabotona de forma sensual la blusa y yo no puedo despegar mi mirada de sus manos actuando sobre su ropa, se despoja de la blusa haciéndola caer. Su sujetador es negro de encaje, sus senos levantados y unidos ocasiona que sienta algo caliente en mi entrepierna. Lleva sus manos a su espalda liberando sus dos perlas de ese sujetador negro.
Estoy viéndole las tetas a mi jefa y lo peor de todo es que me gusta, y mucho.
—Quiero que las chupes, que las muerdas y que hagas lo que quieras con ellas, que me excites — sus ojos café están oscuros y se muerde de forma provocativa su labio inferior.
—Bien, acuéstate en tu escritorio — ordeno y asiente.
Se acuesta y se acomoda, con su dedo me llama y me acerco. Nos damos unos besos y bajo los besos a su cuello hasta llegar a sus senos, los masajeo con mis manos de forma brusca que ocasiona que jadee, y no solo se esta excitando ella, me estoy excitando yo también.
Nos vemos por un momento, su mano están encima de las mías y yo las mantengo en sus pechos, nos volvemos a besar de forma apasionada.
Creo que me gusta mi jefa.
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Mi Amada Jefa •|Selena Gomez Y Demi Lovato|•
Fiksi PenggemarMi vida dio un vuelco cuando entre a "Lovato Editorial". Y yo añoraban ese cambio, y fue así. Poco a poco mi vida pareció mejorarse hasta que mi jefe decidió dejar todo a manos de su hija la cuál pensamos que seria como el señor Lovato pero no. Mi n...