Compartimos risas, más anécdotas, y algunos que otros recuerdos sobre los tres.
En el trayecto de vuelta Abraham no dirigía una sola palabra, a pesar de que me resultó bastante extraño supuse que no sucedía nada malo entre nosotros ya que por ahora nada nos había hecho pelear, o enojar. Llegamos a la puerta de mi casa y como toda enseñanza educativa lo saludé con un beso en los labios, pero este corrió la cara.–¿Te sucede algo?.-Pregunté extrañada por su acto.
–Nos vemos mañana.-Fue lo último que dijo cuando se dio la vuelta dejándome sola. ¿pero que le ha sucedido ahora a este? Demasiado bipolar diría yo.
Entré a mi casa y fui directamente a mi habitación.–Bianca, ¿todo va bien?.-Oigo a mi madre aproximarse hacia mi mientras yo continuo caminando
–De maravilla, ¿que va?
–No me convence esa respuesta.-Mi madre como siempre me conoce como a la palma de su mano, pero no tengo que tener si o si la obligación de contarle todo lo que pase entre Abraham y yo, es tema mio y de el.
–Mama, de verdad que estoy bien, simplemente me encuentro cansada y necesito dormir, por favor.-Dije bostezando falsamente. Solo necesito que aprenda que por que sea mi madre no tiene que saber absolutamente todo detalle sobre mi.
–Entiendo, pues, esta bien, que descanses.-Dijo no muy convencida pero al fin y al cabo cerró la puerta de mi habitación, y al fin me pude poner a pensar tranquila.. ¿que fue lo que le sucedió a Abraham? ¿estaría mal por algo aparte? ¿haber recordado a mi hermano en aquel parque hizo que se pusiera triste? ¿estará pensando en dejarlo todo? La última supongo que no hiría, además, el dijo que nunca me iba a dejar... aunque el para siempre es todo una mentira, pero quiero ver hasta que punto llega con esta, y todas sus promesas. Pero realmente me entró la intriga de saber que fue lo que le sucedía
<<Lo llamo o no lo llamo?>> Comenzaba mi mente a preguntarse a si misma, maldición.
Tomé el teléfono, no podía creerlo, estaba a punto de hacerlo, no podía, no puedo, no debo<<No puedes vivir dependiente de un chico, además, pareces más la madre que la novia>> Decía un lado
<<¿Que mas da? Llamalo>> Decía otra. Opté por la primera.
¿Que mas da? Además el fue el que me rechazó, el tiene que disculparse.Sin más ganas de absolutamente nada, me puse mi pijama y me fui a dormir.
*
Apenas pude despegar mis ojos gracias a que los rayos del sol pegaban en ellos, al abrirlos completamente pude ver un hermoso amanecer, el sol alumbraba con toda la fuerza y calentaba todo, era muy bello
"9.25AM y este hermoso amanecer" Pensé.
Mi celular comenzó a sonar, era una llamada, al ver el nombre no sabía si colgarle, o atenderle
<<Recházalo, recuerda que hizo contigo>> Justo antes de cambiar de posición la llamada se cortó
Maldición.
Pero al momento volvió a sonar otra llamada de el y esta decidí cogerla.
–Sí?
–Buenos días.-Una voz tranquila y dulce sonaba a través del altavoz.
–Hola.-Intenté sonar lo mas normal y cortante.
–¿Que tal?
–Muy bien y tu?
–Igual.-Fue lo último que dijo cuando no supe que más responder
–Ah, me alegro.-Me arrepiento de haber sido tan borde de esa manera.
–Vale y.. ¿te sucede algo?.-Dice nuevamente
<<Acaso es estúpido, o se hace simplemente>> Pensé
–¿Eres o te haces?.-Dije de mala gana.
–¿A que te refieres?.-Pregunta confundido por su tono de voz.
–Al que le sucede algo es a ti, no crees?
–¿Dices por lo de ayer? Ah, por eso te llamaba.-Dijo lo más normal y eso algo me molestó, pero por otro lado me extrañó, y por el otro me asustó.
–Bien, ¿que quieres decirme?
–Soy alguien malo para ti, no debes estar conmigo Bianca.
–¿Qué?
–Si te lo cuento, prometes no odiarme durante toda tu vida, y sobre todo evitar difundirlo?
–S-si.-Tartamudeé. Estaba demasiado temerosa por lo que me dijera y lo que llegara a causarme.
–…
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l@s dejo un rato con la intriga ;D
Con todo el amor
Juli♥
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Ayúdame 《Abraham Mateo》
FanficAbraham siempre humillo a Bianca por una buena razón, aunque luego de la muerte de su hermano Nicolas, todo resultó mucho peor: todos la culpaban de ello ¿Un secreto? Nicolas era el mejor amigo de Abraham, por esa misma razón, el también la culpaba ...