XXII "Tú no eres mi chica"

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¿Sebastián Villalobos acaba de admitir que le gusto o estoy perdiendo la cabeza? Probablemente la estoy perdiendo. Es probable que la falta de comida en mi sistema me haga alucinar & pensar en cosas que no son ciertas.

¿No?

Había una sola manera de averiguarlo.

_____: –Espera.–
Negué con la cabeza, & di un paso atrás.
–¿Acabas de decirme que te gusto?–
Le miré fijamente con los ojos grandes.

Él se rió entre dientes, mirando a otro lado.

Sebastián: –Bueno... No lo dije exactamente, pero lo ¿admití?–
Él se rascó la parte de atrás de su cuello, evitando mirar a mis ojos.

_____: –Aww.–
Contuve una risa.
–Que lindo.–
Le pellizqué la mejilla.

Cogió mi mano para alejarla.

Sebastián: –No hagas eso.–
Gruñó.

Le sonreí.

_____: –¿Quién hubiera sabido que Sebastián Villalobos tenía sentimientos?–
Susurré con una voz de bebé, riéndome una vez que Sebastián me miró.

Sebastián: –Cállate.–
Murmuró.
–Puedo ser insensible, pero no tanto.–

_____: –Oye.–
Puse mis manos en alto.
–Nunca dije que lo fueras.–

Pensó en ello antes de suspirar.

Sebastián: –Cierto.–
Murmuró antes de pasar sus dedos por su pelo.

_____: –Bueno.–
Jugué con mis pies.
–Tú también me gustas.–
Susurré contra sus labios antes de besarlos suavemente & me dirigí caminando.

Sebastián: –¿A dónde vas?–
Gritó detrás de mí.

______: –¡Para el coche! Es obvio. Me muero de hambre.–
Haciendo hincapié en la palabra "hambre" antes de continuar mi camino para para regresar a su Ranger Rover.

Segundos después, escuché unos sonidos detrás de mí & antes de que tuviera la oportunidad de darme la vuelta para asegurarme de que era Sebastián, sus brazos se posaron alrededor de mi cintura, tirando de mí para ponerme de frente a él.

Sebastián: –Oye nena.–
Habló con tono áspero en mi oído & noté como un escalofrío recorría mi espina dorsal.

_____: –Me asustaste.–
Golpeé su costado con cuidado antes de poner mis manos sobre las suyas & seguir caminando.

Él se rió entre dientes en voz baja.

Sebastián: –Tienes que acostumbrarte, nena.–
Presionó sus labios con mi oreja, besándola suavemente antes de dejarme ir una vez que llegamos a su auto & entramos al interior.

Caminando por el otro lado, entré en el coche justo a tiempo para que Sebastián encendiera el coche. Una vez que lo hizo, aceleró por la calle, conduciendo a donde quiera que fuéramos a comer.

Después de unos minutos de silencio & aburrimiento, me moví en mi asiento. Eché un vistazo a la radio & luego a él. Mordí mi labio, contemplando si debía o no encender la radio.

_____: –¿Hey, Sebastián?–

Sebastián: –¿Hm?–
Él miró hacia mí por una fracción de segundo antes de mover sus ojos de nuevo hacia la calle. Cambió de posición sus brazos para dirigirse con su brazo izquierdo al volante, buscó en su chaqueta de cuero, sacando otro cigarro & encendiéndolo antes de guárdalo, & tomar unas bocanadas, llenando el coche de humo.

DANGER (Sebastián Villalobos y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora