XLII "Los echas de menos, ¿verdad?"

338 20 14
                                    




_____ POV:

Según Julián, Katty había venido a casa para hablar conmigo cuando mis padres abrieron la puerta esperando verme a mí pero ellos se sorprendieron cuando Katty preguntó por mí. Ellos le dijeron que había dicho que iba a ir a su casa para hacer los deberes y ella les contesto que nunca había acudido allí. Mis padres estaban confusos y se preguntaban donde estaba. Ellos iban a llamarme cuando Katty les detuvo, pensando donde estaba en realidad y les dijo todo "por mi propio bien".

Minutos después, llegué y ahí fue cuando el caos se desató.

Esa perra tuvo suerte de que no la golpeara en la cara cuando tuve la oportunidad.

Quiero decir, ¿que "mejor amiga" hace eso?

¿Quien cuenta a los padres de su mejor amiga sobre algo que ellos ni siquiera sabían por sí mismos?

Ella juró que Sebastián era una mala persona y un criminal pero ella realmente sabía eso a ciencia cierta? No. Así que ella no tenía derecho a simplemente acusarlo por cosas y alimentar a mis padres con tonterías.

Conocía a Sebastián y lo que era capaz de hacer. ¿Era peligroso? Si, pero solo con sus enemigos. ¿Tenía problemás de ira? Claro, pero eso no le convertía en una mala persona.

Simplemente no entiendo porque esto tenía que pasar. Todo estaba por fin en su sitio, Sebastián y yo estábamos en un buen lugar, mis padres finalmente me habían dejado en paz de todo y aquí estaba ahora, de vuelta al punto de partida.

Es como si el destino no quisiera que fuera feliz.

Suspirando, mi estómago se revolvió, moviendo mis pies de delante a atrás mientras borboteaba con mis labios, hacía un sonido sordo.

No pude evitar dejar de pensar en cuando mi padre me llamo puta. Se que el no lo quería decir porque realmente, no hice nada para que el me llamara así pero todavía dolía escucharlo salir de su boca. Nunca lo había visto tan enfadado conmigo... quiero decir, metí la pata unas cuantas veces estos últimos meses pero ellos no eran nada en comparación con esta noche cuando mis padres descubrieron la verdadera razón por la que había estado llegando tarde a casa y saliendo a hurtadillas.

¿Pueden culparme seriamente de mantener esto en secreto? Ellos me hubieran matado si hubieran descubierto que la razón por la que iba a casa a las 3 de la mañana era porque estaba pasando el rato en la casa de unos chicos. Podría haberme matado a mí misma para salvar el problema.

Suspirando, estaba a punto de tomar una siesta cuando mi móvil sonó varias veces, indicando que tenía una llamada. Deslizándome por mi espalda, arrastré mi dedo por la pantalla, presionándolo contra mi oído. "¿Hola?"

"Me encargué de todo nena." La voz de Sebastián llenó mi tímpano.

Me senté en la cama. "Sebastián ¿que hiciste?" Le pregunté preocupada.

Hubo una pausa antes de que Sebastián hablara de nuevo. "Digamos que no tienes que preocuparte por Katty más."

Mi estómago se revolvió ante las palabras, mis ojos se abrieron al instante. "¿Qué quieres decir con que 'no tengo que preocuparme por Katty más'?

El se rió entre dientes. "Quiero decir, que ella no va a ser un problema más para ti o tus padres. Ella mantendrá la boca cerrada por ahora, me aseguré de ello."

"Sebastián..." Suspiré. "¿Que hiciste exactamente?"

"Le hice una pequeña visita..." Su voz se desvaneció casualmente.

Pude escuchar el ruido de su coche mientras el lo arrancaba. "¿Y?" Enfaticé, queriendo que diera más detalles.

"Le dije que si abría la boca de nuevo y alimentaba a tus padres con tonterías, habría problemás."

Cerré mis ojos con fuerza, pellizcando el puente de mi nariz con mi mano libre. "Y ¿Cómo lo hiciste exactamente?" Suspiré sabiendo cómo era cuando se enfadaba.

"Cara a cara."

Pude imaginarle encogiéndose de hombros. Rodé mis ojos. "Quieres decir que la amenazaste."

Un falso jadeo salió de sus labios. "A ver, ¿Porque piensas que haría tal cosa?"

"Porque te conozco. A ver, ¿Qué hiciste realmente?"

"Ya te dije nena." El habló despreocupadamente, como si se tratara de cualquier otra conversación normal entre nosotros.

Suspiré de nuevo. "¿Como puedes esperar a que ella crea que no eres una mala persona si vas por ahí amenazándola?"

"Pensé que estarías contenta?" El gruñó, con irritación en sus palabras.

"¿Porque debería de estar contenta sobre algo como eso?" Susurré.

Quiero decir, se que estoy enfadada con Katty pero el no tenía porque ir tan lejos como para amenazarla.

"Porque cogí tiempo de mi noche para encontrar su culo y asegurarme de que nunca te haría llorar de nuevo." El escupió en el teléfono.

Me encogí, apartando mi vista. "Aprecio tu amable gesto Sebastián pero, hay otras formás civilizadas de hacer las cosas que no sea hacer bullying a las personas."

Hubo un silencio desde el otro lado del teléfono.

Mordí mi labio inferior, esperando no enfadarle. La última cosa que quería para nosotros era estar en malas condiciones... de nuevo.

"Lo que sea. Solo asegúrate de dejar tu ventana abierta."

Mis cejas se fruncieron. "¿Que? ¿Porque?"

"Ya verás."

El tono de la llamada se escuchó momentos antes indicando que el había colgado el teléfono.

Gemí con completa irritación por el desorden en el que se había convertido mi vida. Deslizándome por la cama, me aseguré de abrir la ventana cuando escuché como gritaban mi nombre desde abajo. Me mordí el labio, con miedo sobre lo que ellos me querían hablar. A pesar de que ya tenía un presentimiento sobre lo que podía ser.

Con cuidado y lentamente caminando hacia la puerta, la abrí. "¿Si?" Respondí.

"Ven abajo! A tu padre y a mi nos gustaría hablar contigo."

Me mordí el interior de mi mejilla. "Vale! Estaré abajo en un segundo." Grité de nuevo, escuchando un rápido 'vale' antes de cerrar la puerta y bajar abajo.

Doblé la esquina al ver a mis padres sentados en el sofá con los dedos entrelazados sobre sus muslos, sus cabezas bien erguidas y sus ojos clavados en los míos profundamente.

Arrastré mis pies, incómoda.

"Toma asiento, _____." Mi madre hizo un gesto hacia el sofá frente al que ellos se sentaron.

Hice lo que me dijo, cruzando los pies debajo de mi trasero mientras les miraba con ojos curiosos.

Ninguno de los dos dijo una palabra mientras seguían mirándome.

Sin querer romper el contacto visual y parecer una falta de respeto, mantuve mi mirada firmemente plantada en las suyas.

Finalmente siendo la primera en hablar, mi madre aclaró su garganta. "Tu padre y yo hemos estado hablando esto durante algún tiempo y bueno, hemos llegado a la conclusión de que nos gustaría escuchar tu versión de los hechos."

Asentí con mi cabeza, dándoles a los dos una sonrisa sombría. "Esta bien—"

"Pero queremos la verdad esta vez, ____. No más mentiras." Ella dijo con severidad teniendo como respuesta un asentimiento de mi cabeza.

"Lo se." Susurré, lamiendo mis labios y tragando la anticipación crecida en mí. "Comenzó en la fiesta, ya sabes... de la que me pillasteis llegando tarde?"

"Dijiste que venías de casa de Katty después de que ella necesitara consuelo..." Mi madre apretó los labios, mirándome con una expresión en blanco.

Giré mi rostro en una mueca. "Lo se...mentí."

Ellos asintieron para que continuara, una expresión de molestia estaba presente en sus ojos.

"Me escapé con Katty esa noche porque, para ser sincera, quería tener algo de diversión. Siempre estoy encerrada en casa o haciendo deberes y yo solo....quería ser diferente y cambiar. Sentirme como cualquier otro adolescente." Me encogí de hombros, mirando abajo hacia mis manos. "De todas formás, Katty corrió a Dios sabe donde y me fui a buscarla cuando me caí."

Se que estaba mintiendo de nuevo pero no podía contarles exactamente toda la verdad sobre lo que había pasado con Sebastián. Eso arruinaría todo.

"No había nadie realmente allí para ayudarme y me estaba empezando un dolor punzante en mi tobillo y en ese momento, no me podía mover. Me sentí casi como si estuviera paralizada. Pedí a alguien que me ayudara cuando Sebastián se acercó y me pregunto si estaba bien. Le dije lo que había pasado y él me recogió, llevándome a uno de los asientos para examinarme el pie. Me dijo que estaba bien y que casi me había torcido el tobillo pero lo peor era que lo tenía un poco magullado." Lamí mis labios. "Durante toda la noche, él estuvo conmigo para asegurarse de que no me caía de nuevo y nosotros simplemente... pasamos juntos el resto de la fiesta y luego empecé a sentir hambre así que fuimos a por algo para comer, luego el me ofreció llevarme a casa y ahí es cuando finalmente vosotros me encontrasteis llegando tarde a casa."

Miré a los ojos de mis padres después de terminarles de contar la historia, rezando en silencio para que ellos me creyeran.

Después de lo que pareció una eternidad, ellos asintieron con la cabeza. "Bueno... eso fue...considerado de su parte." Mi madre dijo, sus labios estaban fruncidos.

"Sé que lo que Katty les dijo era más probablemente absurdo y loco, y les puedo asegurar que, eso no es cierto. Sebastián no es un criminal malo que va por ahí haciendo lo que fuera que ella os dijese que el hizo o hace. El me ayudó esa noche y desde ese momento, nos hicimos amigos. Nada más, nada hasta hace poco y os iba a contar pero en su lugar, finalmente Katty tuvo que alimentaros con mentiras." Rodé mis ojos.

"¿Qué quieres decir con 'hasta hace poco'?" Mi padre hablo por primera vez desde que me senté, enarcando las cejas.

"Estamos...juntos?"

"Por encima de mi cadáver!"

"Paul..." Mi madre le calmó. "Dale un momento para explicarse."

Sonreí suavemente, sabiendo que a pesar de cómo de controladora mi madre podría ser, ella todavía era la que me había dado a luz y siempre cubría mis espaldas. "Les estoy diciendo la verdad. Sebastián no es un criminal. Solamente no le entienden. El tenía su grupo determinado y amigos y la gente automáticamente solo piensa que porque el no va hablando por ahí a todo el colegio y teniendo –perdonad mi lenguaje- relaciones sexuales con casi toda chica que se le tira encima, el automáticamente tiene un gran secreto y es un tipo peligroso," Rodé mis ojos. "Cuando en realidad, el es nada más que un ser humano. Un adolescente normal y corriente como yo y todos los demás."

"Lo que no entiendo es porque nos mentiste..." Mi madre negó con la cabeza, con una expresión de decepción en sus ojos. "Lo último que quiero es que mi hija me este escondiendo cosas. Me solías decir todo."

Fruncí el ceño. "Eso pasó hasta que crecí mama."

"Sigues siendo nuestra chica pequeña y siempre lo serás. No importa lo mucho que crezcas." Ella aseguró antes de poner un mechón de pelo detrás de su oreja.

"Lo se pero pensé que si te decía que estaba con algún chico, prácticamente me rechazarías." Murmuré, mirando a otro lado.

"_____McAdams, nosotros nunca haríamos tal cosa." Escupió con incredulidad. "Todos comentemos errores, todos hacemos cosas que a veces lamentamos pero eso no significa que porque tu hicieras algo que normalmente no harías, te rechazáramos. Todavía eres nuestra hija no importa que, te queremos."

No pude dejar que una sonrisa cayera en mis labios y antes de que me pudiera controlar, las lágrimás brotaron de mis ojos como una cascada. "Os quiero mucho." Lloré. "Y lo siento por mentir, yo solo....en ese momento, pensé que era lo correcto. Simplemente no quería molestaros pero ahora se que debí de deciros como ahora, no importa cuales sean las consecuencias."

"Oh, cariño," Mi madre abrió sus brazos. "Ven aquí."

Me puse de pie al instante, acercándome a ella y envolviendo mis brazos a su alrededor mientras ella me empujaba a un abrazo.

"Te quiero mucho cariño." Ella murmuró en mi cabello, sus propias lágrimás estaban saliendo. "No quiero que me vuelvas a mentir nunca más, ¿vale?" Ella me alejó, secando las lágrimás de mis mejillas. "De ahora en adelante, quiero que me digas la verdad y nos encargaremos de todo juntos, como una familia."

Asentí con la cabeza, sonriendo. "De acuerdo." Sollocé, abrazando a mi madre una vez más antes de volverme a mi padre. No pasó mucho tiempo antes de que empezara a llorar y me echara a sus brazos también. "Lo siento por todo papa."

Sus dedos pasaron a través de mi cabello, acercándome más. "Esta bien, cariño. Te perdono." Paso una mano por mi espalda.

Si hay algo que mi padre odia, es cuando lloro.

"Y lo siento por lo que te dije antes. Yo estaba fuera de lugar. Simplemente deje que mi ira se hiciera cargo de mi y no estaba pensando bien... Te quiero con todo mi corazón pequeña."

"Yo también te quiero papa." Le apreté fuerte antes de que me alejara. "Y te perdono."

"No más mentiras después de esto, ¿vale?" Mi madre preguntó con una mirada mordaz en su cara.

Asentí con la cabeza sin dudarlo. "No más mentiras. Lo prometo."

Ellos asintieron con la cabeza, tirando de mí en un abrazo en conjunto mientras nos sentábamos así durante lo que parecieron horas antes de separarnos.

"Esta bien, buena chica, sube a la cama, tienes colegio mañana." Mi padre palmeó suavemente mi espalda mientras me levantaba, limpiando los restos de mis lágrimás.

"Vale." Sonreí, dándoles a los dos un beso en la mejilla. "Os veo mañana?"

Ellos asintieron.

Sonreí, girando sobre mis pies para ir a mi habitación cuando la voz de mi padre me detuvo.

"Y ____?"

Giré mi cabeza, mi mano estaba en la barandilla. "¿Si?"

"Nos gustaría conocer a ese novio tuyo."

Sebastián POV:

No paso mucho tiempo hasta que llegué a casa de ____ después de terminar mi llamada de teléfono con ella. Paré el motor antes de abrir y cerrar la puerta del coche.

Caminando por la calle, redondeé su casa hasta la parte trasera donde vi la tan familiar tubería. Agarrándome de ella, subí hasta llegar a la habitación de ____, donde le había pedido que dejara la ventana abierta. Empujando hacia arriba lentamente, puse mi pierna por encima de la cornisa, levantándome a mi mismo antes de poner la otra pierna alrededor y esperé, así que ahora estaba en su habitación. Cerré la ventana antes de echar un vistazo alrededor.

Todo parecía igual. Ninguna cosa fuera de lugar.

Sonreí, a punto de ir a su cama cuando escuché un alboroto venir de abajo. Fruncí mis cejas, asegurándome de no hacer ningún tipo de sonido a la vez que caminaba hacia la puerta, escuchando lo que estaba pasando.

"Loss quiero mucho." Alguien lloró. "Y lo siento por mentir, yo solo...en ese momento, pensé que era lo correcto. Simplemente no quería molestaros pero ahora se que debí de decíroslo como ahora, no importa cuales sean las consecuencias." Después de un rato de tratar de averiguar quien era, me imaginé que era ____.

Me moví más cerca, tratando de descifrar sobre lo que estaban hablando.

"Oh, cariño." Dijo otra voz femenina quien supuse que sería la madre de ____. "Ven aquí."

Mi estómago se retorció dolorosamente, los recuerdos de cuando era niño se plasmaban en mi cabeza, de vuelta a cuando mi madre solía consolarme casi de la misma manera.

"No quiero que me vuelvas a mentir nunca más, ¿vale?" Escuché movimientos ante de que ella hablara una vez más. "De ahora en adelante, quiero que me digas la verdad y nos encargaremos de todo juntos como, una familia."

Pude ver a _____ sollozar antes de echarse a llorar de nuevo y juro que pude sentir como mi corazón saltaba fuera de mi pecho.

"Lo siento por todo papa." ____ dijo todas las palabras que nunca tuve las agallas de decir. Me estremecí al pensar en mi propio padre.

A medida que la conversación terminaba, lo único que escuchaba eran cosas sueltas y trozos.

"No más mentiras después de esto, ¿vale?"

"No más mentiras. Lo prometo."

"Esta bien, buena chica, sube a la cama, tienes colegio mañana."

"¿Los veo mañana?"

"Y ____?"

"¿Si?"

"Nos gustaría conocer a ese novio tuyo."

Mis ojos se abrieron a la vez que me acercaba aún más, tratando de escuchar lo de que decían de mi cuando tropecé y me golpeé contra la puerta causando que se abriera de golpe en la cómoda.

Interiormente maldije mi vida.

"¿Qué fue eso?" Escuche a alguien preguntar.

"Son probablemente mis libros de texto. Estaba estudiando antes de que me dijeran que bajara." _____ dijo después de un tiempo.

Ellos parecían haberlo creído porque se despidieron y escuché pasos acercándose a la puerta.

Di un paso hacia un lado, escondiéndome por si acaso, cuando ____ entró en la habitación, cerró la puerta detrás de ella y echó el cerrojo. Volviéndose, sus ojos se abrieron a la vez que se quedaba sin aliento. "Idiota!" Ella escupió en un susurro. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Te dije que dejaras la ventana abierta!"

"Si, bueno, no pensé exactamente que te colaras!" Gritó, una expresión de aturdimiento se apoderó de sus características. "Tienes suerte de que mis padres no subieron aquí!"

"Lo siento! No era mi intención golpear la puerta!" Le susurré en voz alta.

"¿Estabas escuchando?!" Ella gritó, sus ojos estaban muy abiertos mientras yo silbaba inocentemente, mirando alrededor de la habitación.

"Tienes una bonita habitación..."

"Sebastián!" Ella escupió, golpeando mi brazo.

"¿Qué?"

"Ugh, eres increíble!"

Sonreí. "Gracias."

Ella rodó los ojos. "Para de tomar eso como un cumplido." Gruñó ella, alejándose de mí.

La seguí detrás, envolviendo mis brazos por su espalda, trayéndola a mi pecho. "Aw, no te enfades." Le susurré en el oído en voz baja.

"No estoy enfadada." Ella murmuró, mirando el interior de sus cajones mientras sacaba un par de pantalones de chándal y una camiseta sin mangas.

Me reí en voz baja. "Si, lo estas..." Besé la piel de su cuello con suavidad.

"No," Ella hizo una pausa, dándose la vuelta en mis brazos para encontrarnos cara a cara. "No lo estoy."

"Mhm," Sonreí. "Lo que tu digas pero tengo que admitir que," Sonreí. "Estas muy sexy cuando te enfadas." Guiñé un ojo.

Riendo, ella empujó mi pecho, liberándose de mi agarre. "Lo que sea." Entrando al baño, cerró la puerta detrás de ella y justo cuando estaba a punto de entrar allí dentro con ella, escuché el clic de la cerradura.

"Hey! No es justo!"

"¡Qué lastima!" Ella respondió con una risita.

Rodé mis ojos. "Perra." Murmuré.

"¡Escuché eso!" Replicó.

Me eché a reír. "Tenía la intención de que lo hicieras!"

"Mhm." Ella se burló.

Decidí mirar por mí mismo alrededor de la habitación mientras esperaba. Varias fotos llamaron mi atención y me encontré a mí mismo mirando a las varias cantidades de fotos familiares que ella tenía.

Una era de _____ de joven con dos trenzas y un oso en la mano. Otra era de ____, Julián y sus padres en lo que parecía las Bahamás, su piel brillaba bajo el sol y no pude evitar morder mi labio al ver a _____ en traje de baño.

Inclinándome, presioné mis dedos contra la imagen, recordando cuando mis padres nos llevaban a Jaxon, Jazzy y a mi a Canadá para visitar a mis abuelos todos los veranos. Teníamos siempre juerga, jugando a jockey y baloncesto mientras comíamos helado. Mi madre cocinaba una gran cena con mi abuela mientras que mi abuelo trabajaba en el patio trasero.

Cada año era lo mismo, cada año era más increíble que el anterior, pero este año? Este año fue todo lo contrario.

Este año, todo ha cambiado.

"¿Qué estas haciendo?"

Salté, volteándome para ver a ____ vestida con su pijama, mirándome con ojos curiosos.

"Oh, yo...ugh," Me rasqué la parte de atrás de mi cuello, "Solo estoy mirando tus fotos."

Se acercó a mí, sonriendo a la foto donde ella sostenía un oso. "Estas fueron tomadas hace mucho tiempo..." Ella murmuró, sonriendo suavemente hacia sí misma. "Yo tenía como, cinco, en esta foto."

"¿Qué sobre esta?" Sonreí, señalando a la que ella estaba en su traje de baño.

Me di cuenta de su rubor a la vez que ella reprimía una sonrisa. "Tenía trece años."

"Maldita sea, tenías un cuerpo como ese?" Señalé, sacudiendo mi cabeza. "Es caliente."

Ella se echó a reír, sacudiendo su cabeza. "No seas tonto."

"No, te estoy diciendo la verdad." Sonreí.

Ella me sonrió con tristeza, con los ojos fijos en los míos mientras se inclinaba, pasando sus dedos a través de mi cabello antes de acariciar mi mejilla con su pulgar. "Los echas de menos, ¿Verdad?"

Me derretía bajo su tacto. "¿Qué quieres decir?"

"Tu familia..." Su voz de desvaneció. "Se que Johann no es tu padre y Mario no es tu hermano..." Ella sonrió suavemente.

Me reí entre dientes. "Tienes razón, ellos no lo son..."

"¿Qué paso?"

Sabía a que se refería y no se podía negar o apartar el pasado más allá. Ya era hora, de que finalmente le dijera la verdad a alguien.

...................

"Después de que Jazzy muriera, mi padre perdió. El me culpó de todo a mí y para ser sincero. No le culpaba porque técnicamente toda la culpa era mía."

"No, no lo era y tampoco era de Jazzy. Si alguien tuvo la culpa, fue RK por presionar el botón que destrozó el almacén." ____ alentó.

Estábamos tumbados en la cama, con mi brazo alrededor de sus hombros, su cabeza estaba en mi pecho.

"Se que fue culpa de ese bastardo lo que paso, pero fue mi culpa que Jazzy estuviera allí en primer lugar. Debí de asegurarme de que ella no me había visto cuando me fui y la debí de haber llevado fuera del almacén en el segundo en el que me di cuenta que ella estaba allí conmigo.

____ sacudió su cabeza. "Eres demásiado duro contigo mismo."

"Soy realista conmigo mismo. No tengo que alimentarme con mentiras para hacerme sentir mejor."

"No, te alimentas con insultos para venirte abajo." Ella me miró. "Cada vez que te equivocas, te golpeas a ti mismo y eso es lo que se supone que no debes de hacer. Todo pasa por una razón. Los errores ocurren para que puedas aprender de ellos y seguir adelante. ¿Realmente piensas que si Jazzy hubiera estado viva hoy, ella querría que estuvieras haciéndote esto a ti mismo constantemente?"

No dudé en negar con la cabeza.

"Así es." ____ suspiró. "Todos cometemos errores, somos humanos Sebastián. No podemos deshacernos de las cosas que nos gustaría poder borrar y ciertamente no podemos retroceder en el tiempo y hacer las cosas de manera diferente. Se supone que debemos perdonar, olvidar y seguir adelante."

"¿Qué si Julián—Dios no lo quiera—muriera por tu culpa? ¿Qué harías, eh?" Miré hacia abajo a ella.

"Me odiaría a mi misma por ello."

"Exac—"

"Pero yo sabría que el no querría que me castigara a mi misma. Sabría que el querría que siguiera adelante."

Apreté mis labios, mirando a otro lado.

"No sabes algo, si no lo intentas." Ella apretó su mano en mi mejilla, girándome para que la mirara. "Trata de perdonarte a ti mismo por un día. Verás cuanto alivio obtienes de ello."

Me encogí de hombros.

Suspirando, _____ retiró su mano, colocándola de nuevo en mi pecho. "Eres tan terco a veces, ¿lo sabes?"

Me reí entre dientes. "Tengo eso de mi mama."

____ sonrió ante esto. "¿En serio?"

Asentí con la cabeza. "Mhm. Ella era siempre la que quería todo a su manera. Era eso o se enfadaba."

____ se acarició a sí misma más cerca de mi calor corporal. "Cuéntame más sobre ella."

Me lamí los labios, mirando hacia el techo. "Ella era aventurera, siempre iba a esos viajes locos con mi tía." Negué con la cabeza, sonriendo. "Ella siempre juraba que escalaría el Monte Everest algún día."

"¿En serio?"

"¡No! Ella habría muerto antes de escalar una montaña tan grande. Por mucho que ella pensaba que era una profesional en lo que hacía, ella nunca sería capaz de hacerlo."

____ rió.

"Ella también cocinaba mucho."

"¿Si?"

"Si." Sonreí. "Ella siempre hacía la cena los domingos y la teníamos en casa de nuestros abuelos. Ella hacía de todo desde lasaña hasta patatas al horno con bistec, pollo, arroz y frijoles... lo que fuera, ella lo hacía."

"Entonces, ella debe de haber sido una buena cocinera."

"Claro que si. Eso era algo en lo que ella era definitivamente una profesional a pesar de que de vez en cuando ella quemaba algunas cosas..."

___ rió. "Me recuerda a mí."

"¿Tu cocinas?" Miré hacia abajo para verla con mis cejas levantadas, y diversión en mis ojos.

Ella negó con la cabeza. "No, pero se como quemar la comida."

Riendo, le di un beso en la frente. "Te llegará algún día, cariño."

"Espero que si." Murmuró. "¿Y tu papa? ¿Cómo es?"

Fruncí mis cejas ante la idea pero respondí a su pregunta de todos modos. "El era un tipo duro." Sonreí, mirándola.

"¿En serio?" Ella preguntó.

Asentí con mi cabeza. "En serio. El siempre estaba metido en peleas de bares y tiene millones de tatuajes."

"Me recuerda a ti."

Me encogí de hombros. "Si, supongo que puedo decir que tengo la ira de parte de mi padre. El me enseñó todas las cosas que se hoy. Por supuesto, aprendí la mayoría por mi mismo como la forma en la que utilizar un arma y todo pero en su lugar el me enseñó como usar mis puños."

____ siguió escuchando, con su dedo índice trazando corazones en mi piel.

"Además de todo eso, el amaba pescar."

"¿En serio? Mi papa ama hacer eso también." ____ sonrió.

"¿Quién sabe? Quizás ellos pescaron juntos alguna vez." Le di un codazo juguetonamente.

"Quizás." Ella sonrió. "De todas formas, continúa..."

"El siempre me llevaba con el todo el tiempo cuando era un niño. Nos gustaba ir a la tienda de pescar y comprar nosotros mismos un poco de cebo y después, íbamos al muelle y simplemente pasábamos el día allí, cogiendo todo lo que podíamos. Incluso cuando no pescábamos nada, íbamos a la tienda y comprábamos algo solo para enseñárselo a mi mama cuando llegábamos a casa."

"¿Alguna vez se enteró de que no lo habías cogido?"

"Ella siempre lo pensaba pero nunca decía nada porque ella no quería que yo lo supiera."

"Eso es lindo." ____ habló con entusiasmo.

"Mucho." Bromeé, apretándola a mi lado suavemente antes de liberarla.

"¿Y que pasa con... Jazzy?"

"Jazzy era la versión mujer de mi." Me reí ante la idea. "Ella tenía un formidable puño derecho y podía matar a cualquiera que se interpusiera en su camino, pero a pesar de eso, ella era muy inteligente y linda, y confía en mi, no estoy diciendo eso porque soy su hermano. Siempre tuve que luchar contra cabrones que trataban de meterse en sus pantalones. Ella me odiaba por ello pero tarde o temprano, ella me agradecía porque ella sabía que todo lo que estaba haciendo era mantenerla a salvo." Hice una pausa, reuniendo mis pensamientos. "Ella era todo para mí."

Los ojos de ____ se clavaron en mi carne mientras me miraba con tristeza.

"Hice todo y cualquier cosa por esa chica.... Ella tenía un futuro brillante por delante."

____ frunció sus labios, queriendo cambiar de tema por mí, así no viviría el pasado por mucho tiempo. "¿Qué pasa con Jaxon? ¿Cómo es?"

Negué con la cabeza, sacándolo afuera. "Es un cobarde."

"Sebastián!"

"¿Qué? Es la verdad. El no es nada como yo o mi papa. El es más como mi abuelo en el sentido de que es sensible. Le dices una cosa, se lo toma por el camino equivocado y se molesta. Es por eso que siempre tenía que tener cuidado con el porque sabía que una pequeña cosa podía hacerle explotar y con mi ira, no siempre era lo mejor."

_____ asintió con su cabeza entendiendo. "Me parece como si tu familia fueran muy divertidos."

"Oh si, ellos son una maravilla." Murmuré sarcásticamente rodando los ojos.

"Se agradable." ____ rió. Tras un momento de silencio, habló una vez más. "Quiero conocerlos algún día."

"¿Si?" Estiré el cuello para que fuera más fácil mirarla.

Ella asintió con la cabeza tímidamente.

Aparté la mirada, pensando en la idea. "Tal vez algún día, los conozcas."

"Está bien." ____ sonrió, acariciando su cabeza en mi cuello.

No podía dejar de pensar en lo que sería ver a mi familia de nuevo. Ha pasado un tiempo desde que hablé con mis padres por última vez o de forma remota me había sentado con ellos. Tampoco he visto a mis abuelos en mucho tiempo y mentiría si dijera que no los echaba de menos.

Meditando sobre ello aún más, había llegado a mi conclusión final. "¿Qué te parece si vamos el sábado?"

____ sonrió.  


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Holaaaaa, quiero darles las gracias a lxs que aún me leen, de verdad no creí que algunxs siguieran teniendo agregada esta historia, gracias gracias, de verdad.

Y para agradecerles mejor les estaré dedicando capítulos, serán los últimos 15 capítulos cuando comience a dedicar, así que cuando vean que empiezan las dedicatorias pues sabrán que quedan 15 capítulos jiji

este espacio es para que comenten lxs que quieran que les dedique alguno de los últimos capítulos.

-Lxs quiero, Maru.

DANGER (Sebastián Villalobos y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora