DANGER (Sebastián Villalobos y tú)

IX "¿A dónde vamos?"

Sebastián tenía los labios apretados, en parte por la diversión.

Sebastián: –Estoy impresionado, shawty. No pensé que fueras así.–
Se inclinó de lado en su coche, poniéndose cara a cara conmigo, siendo astuto, con una sonrisa burlona en su cara.

_____: –Bueno, ahora ya lo sabes.–
Me burlé.

Él me lanzó una falsa sonrisa.

Miré hacia abajo echándole un vistazo. Finalmente llegué a ver lo que llevaba puesto, & no voy a mentir, él se veía bien. Llevaba una camiseta blanca con cuello V con una chaqueta de cuero cubriendo su cuerpo, unos jeans negros ajustados, & unos vans negros.

Sebastián: –Me estas echando un vistazo por lo que veo.–
Miré hacia arriba para verlo, me veía con una mirada burlona.

Rodé los ojos. No pude evitarlo.

_____: –No.–
Miré lejos, avergonzaba de que me hubiera descubierto.

Se lamió los labios, pasando sus ojos por arriba & abajo de mi cuerpo.

Sebastián: –Tú no te ves mal.–

Me miró a mí, al ver que yo llevaba un par de jeans ajustados, con una camiseta & un suéter, & mi par de botines no podían faltar.

No sabía si estaba hablando en serio o simplemente estaba bromeando, pero tomé el cumplido que me había dicho de todas formas, agradeciéndole algo aturdida.

El simplemente se rió, enviando un escalofrío por toda mi espalda.

Sebastián: –Sube al coche, baby.–

Él hizo un gesto con su cabeza volviéndola hacia el coche que parecía el Batman Mobile. Había cambiado su coche & ni siquiera hacia una hora que lo había visto.

Iba a preguntarle de donde lo había sacado, pero algo dentro de mí me advirtió que no lo hiciera.

Ni siquiera me di cuenta de que él ya estaba sentado dentro de su coche, hasta que tocó el claxon, haciendo que me sorprendiera & saliera de mi trance.

Sebastián sacó la cabeza fuera del coche, su codo colgaba del borde de la ventana.

Sebastián: –¿Vas a entrar o qué?–

Le miré a él, a su coche & a mi casa. No era un decisión muy difícil de tomar. Mirando hacia atrás de él, me acerqué al lado del pasajero de su coche. Inclinada hacia abajo para tirar de la palanca, me di cuenta de que no había ninguna manija para tirar.

Sebastián: –¿Qué te está tomando tanto tiempo?–
Dijo a través de su ventana.

_____: –¡Cállate! No hables tan fuerte, mis padres te escucharán, & no sé como abrir esta cosa.–
Susurré fuertemente para que me escuchara.

Él se rió entre dientes.
Sebastián: –Basta con hacer click en el botón lateral.–

Miré hacia abajo, tratando de encontrar el botón del que estaba hablando. Cuando lo encontré, rodé los ojos antes de abrir la puerta &a me senté en el interior del coche.

Sebastián: –Ya era hora.–
Dijo en broma.

_____: –No es mi culpa de que tu coche sea tan difícil.–
Susurré a la defensiva.

Él sonrió, acelerando el coche antes de salir de la ranura en la que estaba estacionado & salimos a la carretera.

Pocos minutos habían pasado, tarareaba mi propio ritmo, mientras tamborileaba con mis dedos en el borde del apoyabrazos debajo de la ventana. Miré a través del cristal preguntándome donde estábamos. Fue entonces cuando me di cuenta de que ni siquiera sabía a donde íbamos.