DANGER (Sebastián Villalobos y tú)

XV "Dos pueden jugar este juego, imbécil"

Sebastián: –¡Ay, ay, ay!–
Se quejó con tercera vez en la noche.
–¿Tendrás más cuidado? No hay muchas veces que pueda ignorar como me presionas con tanta fuerza.–

Rodé los ojos.

_____: –Bueno, si no fueras tan malditamente impaciente, terco & molesto; debido a que te comportas como un niño, ya hubiera acabado.–
Susurré de nuevo, la ira se estaba apoderando de mí.

Sebastián: –Nena, necesitas relajarte.–
Susurró en un tono arrogante, con una sonrisa sobre sus labios.

Arqueé una ceja.

_____: –No me llames nena, idiota.–
Murmuré.
–Ahora quédate quieto & no te muevas.–
Volví a frotar con alcohol las toallitas desinfectantes en su piel desgarrada.

Él simplemente se rió entre dientes, por fin me escuchaba por una vez, ya que mantuvo su cuerpo inmóvil, sin moverse un sólo centímetro.

Se trataba de tiempo. Quiero decir, una cosa es ser impaciente, pero otra cosa es ser odiosamente grosero sobre todo tomándote el pelo.

Todo esto me dio un ataque de migraña, estaba a punto de perder mi maldita cabeza.

Todo comenzó cuando el ingrato se puso sobre mi cama como si fuera el dueño del lugar, con sus manos detrás de su cabeza mientras miraba a mi televisión con admiración.

Me crucé los brazos contra el pecho, apretando mis labios mientras mis ojos casi perforaban agujeros en el lado de su cabeza.

Sebastián: –Toma una fotografía, te va a durar más nena.–
Sonrió, sus ojos todavía estaban en la pantalla del televisor.

Yo, en cambio, no le encontré la gracia & ni siquiera sonreí. Lo encontraba idiota.

_____: –¿Eres retrasado?–

Finalmente sus ojos salieron del televisor.

Sebastián: –¿Qué?–

_____: –Dije que si eres retrasado.–

Sebastián cruzó el rostro en una mirada de confusión.

Sebastián: –¿Es eso una pregunta trampa?–
Él inclinó la cabeza hacia un lado.

Dios todo poderoso, ¿por qué me quedé con una idiota esta noche?

_____: –Voy a tomarlo como un sí.–
Rodé los ojos, caminando hacia él antes de tomar el control del mando & apagar la televisión.

Sebastián: –¡Hey! yo estaba viendo eso.–
Hizo un gesto con la mano hacia el televisor.

Me encogí de hombros.

_____: –Mi casa, mi habitación, mi televisión.–
Alcé el mando (control remoto) a distancia hacia arriba en el aire.
–Mi mando.–
Le sonreí.

Sebastián: –¿&? Estoy herido. ¡Dame un respiro!–

_____: –No es mi culpa que te apuñalarán. Tampoco es mi culpa que seas "Danger" & tengas montón de enemigos.–

Sebastián: –Prefiero a los enemigos a largo plazo.–
Replicó amargamente.

Luché contra la urgencia de rodar los ojos de nuevo.

_____: -¿Realmente importa?–

Él deslizó sus dedos por su pelo, tirando de los extremos antes de sacudir su cabeza & mirarme de nuevo.

Sebastián: -Eres tan frustrante ¿lo sabías?–

Me eché a reír. Ni siquiera dudé en mantenerme quieta. Este idiota no se limitó a decirlo en serio.