DANGER (Sebastián Villalobos y tú)

XXVI "Él va a desear no haberme conocido"

Ni siquiera me di cuenta de que me había quedado dormida hasta que abrí los ojos & vi que eran ya casi las cinco & media de la mañana (debido a que la puesta de sol se notaba a las afueras de la pequeña ventana de la habitación).

Casi me olvidé de que estaba atada a una silla cuando me estiré & arqueé la espalda. No fue hasta que me miré a mí misma & me di cuenta de que ya no estaba en una silla, en su lugar, me sorprendió encontrarme a mí misma atada a una cama.

¿Cómo rayos he terminado ahora aquí?

Arrastrando los pies, tiré de mis muñecas sólo para ver que estabas presionadas firmemente contra los postes de la cama con una cuerda envuelta alrededor de estos.

Susurré en dolor cuando sentí que las cuerdas rasgaban mi piel. Gemí de angustia, no quería nada más que salir de aquí.

¿Por qué estas cosas siempre me pasan a mí? ¿Me he alejado realmente demasiado de Dios?

Sentí como mi estómago se desplomaba al suelo de la preocupación que poco a poco comenzaba a comerme viva. ¿Iba a salir de aquí alguna vez? ¿Me iba a morir? ¿Podré ver a mis padres una vez más? ¿Alguna vez veré a Julián, Katty o incluso a Sebastián de nuevo?

Las lágrimas comenzaban a salir mientas sollozaba, parpadeé de nuevo & la sustancia salada rogaba por escapar de mis ojos. No había manera en que les iba a demostrar a estos idiotas mi debilidad.

Volviendo la cabeza, hice una mueca mientras los pinchazos penetraban por mi mejilla & el cuello, debido a los cortes profundos. Se sentía como si estuvieran en llamas. No podía dejar de morderme los labios para no dejar salir un chillido profundo.

Cerrando profundamente mis ojos, decidí que sería mejor dormir una vez más. Tal vez el tiempo pasará más rápido de esta forma.

El segundo en el que me tranquilicé, estuve a punto de salir fuera de mi piel cuando escuche el portazo de la puerta abriéndose & el muy estúpido de antes venía caminando hacia mí, con una sonrisa en su cara.

Si yo tenía miedo antes, ahora estaba definitivamente aterrorizada.

X: –Miren quien está despierta muchachos.–

Escuché esa voz molesta hablar. La misma voz que pertenecía a la persona que me tapó la boca & que no lograba reconocer.
El mismo que juró que haría lo que quisiera.

Tragué con dificultad.

X: –Parece que la chica de Villalobos está lista para tener un poco de diversión. ¿Qué piensan chicos? ¿Creen que está lista?–
Él sonrió desagradablemente, esa sonrisa hacía que luchara contra el impulso de vomitar.

Todos se reían a carcajadas como cerdos.

Tiré de las cuerdas una vez más.

_____: –¡Sáquenme de estas cosas!–
Susurré amargamente.

Él se rió entre dientes.

X: –No se puede baby, voy a tener mi diversión contigo.–
Él frotó las manos mientras lamía sus labios.

X: –Hey Alonso, ¿tienes la cámara de vídeo?–
Sonrió hacia mí, mientras mis ojos se abrieron.

¿La cámara de vídeo? ¿Por qué

Alonso: –Si man, está justo aquí.–
Me volví para ver lo que sostenía entre sus manos, había una expresión de placer en su rostro.

Este otro chico se dio la vuelta, caminando hacia él.

X: –Gracias, man.–
La cogió de sus manos.

Alonso: –No importa, Jos.–

Sentí que mi garganta se secaba & mi cerebro entró en confusión, ¿Jos? ¿El del restaurante? Mi estómago se revolvió. Por eso me parecía tan familiar. Él era el chico que Sebastián despreció. Él fue quien apuñaló a Sebastián.