CAPITULO 5: Novedades

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*Narra Liz*

-Joder, pues eso, que siento recordártelo, pero me parece raro y horrible que seas amiga de Rose cuando casi mata a tu hermana. -Respondí-.

-¿¡QUE ROSE QUÉ!? -Dijo, con los ojos como platos-.

-N-no lo sabías. -Deduje-.

De pronto Kim estalló en llanto y me abrazó con fuerza. Continué hablando:

-Bueno, creía que lo sabías, lo siento...

-No lo sientas. -Dijo, entre sollozos-. Soy tan estúpida... pero ¿por qué Lucy no me dijo nada? ¿Qué fue exactamente lo que hizo Rose? Ella me dijo...

-Hasta ahora lo único que Rose ha hecho es mentirte -le dije, tendiéndole un pañuelo- y utilizarte. Nunca más creas nada de lo que te diga.

-¿Pero qué hizo esa bruja? -Insistió-. ¿Qué hizo para que Lucy quisiera...? -Su cuerpo se convulsionó en un violento temblor-.

-Bueno, Rose la insultaba... se metía con ella, alguna vez llegó a golpearla. La ridiculizaba, le escondía las cosas... ¿Cómo es posible que no te dieras cuenta que a tu hermana le pasaba algo?

Kim se secó las lágrimas y me miró.

-¿Cuándo fue eso?

-Hace unos... 3 meses que Lucy trató de suicidarse por segunda vez, ¿verdad? Pues hasta entonces, desde primaria. Recuerdo un día, hace un año más o menos, que iba a entrar al baño y oí voces... recuerdo que Rose dijo "o te matas tú, o te mato yo" estaba realmente enfadada. Nunca supe a quién le había dirigido esas palabras hasta que Kat vino a hablar conmigo y me dijo que había un problema con Lucy. Como sabes, Kat es delegada. Bueno, cuando vino a contármelo, me dijo que Lucy había hablado con ella. Le había dicho que una persona del colegio la tenía aterrorizada, pero no le había querido decir quién. Tenía miedo de hablar. Un mes después, encontré a Lucy saliendo de uno de los baños con la cara pálida. Se me pasó por la cabeza que se hubiera provocado el vómito, pero me pareció ridículo, ya que entonces tu hermana ya estaba delgada. Pero cuando vi cortes en sus muñecas, antes de que se intentara suicidar por primera vez, todo encajó para mí. Imaginé que ella te lo habría contado, y yo me encargué de contárselo a los demás... Excepto a Kat. Por eso Rose se quedó sola. Y cuando tú te acercaste a ella, no me lo pude creer.

Mientras yo contaba la historia, Kim se mantuvo callada. Cuando concluí mi relato, ella me miró. Nuevas lágrimas brotaban de sus ojos, llevándose por delante los marcos de eyeliner que los bordeaban.

-¿Cómo pudo ser capaz de algo así? Si yo misma no hubiese visto a Lucy a tiempo la primera vez que intentó... Ahora mismo ella estaría muerta. Si se hubiera tomado una sola pastilla más en el segundo intento... no se habría quedado en un intento. Esto no va a quedar así. No puedo dejar que esa... que esa... no merece ni el nombre de persona. No puedo dejar que se quede tan normal después de intentar quitarme a lo que más quiero.

Me miró con cara de dolor. La rodeé con el brazo y le dije:

-Hay que contárselo a Kat.


*Narra Josh*

Iba a ser pan comido. En cuanto entré en casa de Diana lo supe por cómo me miró. Y no me equivocaba. A lo largo de la tarde, mientras hacíamos el trabajo, me miraba de forma extraña. De pronto, vi que faltaba una sola foto por pegar en la cartulina. La fui a coger y ella hizo lo mismo. Estábamos en la cocina, justo al lado de la puerta de entrada. Cuando vi que cogió la foto, la miré de nuevo. Había utilizado esa técnica mil veces. Ella sonreía, pero en cuanto nuestros ojos se encontraron, cambió la cara. Me miró fija y seriamente. Agarré su mano, la obligué a dar un par de pasos hacia atrás y, cuando vi que tenía la espalda apoyada en la nevera, sin apartar mis ojos de los suyos y sin darle tiempo a reaccionar, me acerqué y la besé.


*Narra Diana*

Todo fue demasiado rápido. Me besó apasionadamente unos segundos y separó sus labios de los míos. Sin casi darme cuenta, me acerqué a él y le besé yo esta vez. Ni siquiera escuché abrirse la puerta de entrada, pero de pronto una voz dijo:

-¿Diana?

Hubiera reconocido esa voz en cualquier sitio. Me aparté de Josh y miré hacia la puerta.

En ese momento me dio un vuelco el corazón.

-Siento interrumpir -dijo, con una mirada indescifrable-.

-¡Liam! -exclamé-.

¿Por qué precisamente él? Cuando me miró a los ojos se me vino el mundo abajo.

-Solo venía a por el libro de ciencias de Brit, te lo llevaste en tu mochila sin querer...

Por suerte, ignoró el hecho de que me había estado besando con Josh.

-Sí...

Subí las escaleras a toda prisa y cogí el libro. Liam se fue en cuanto se lo di.

-Josh... creo que es hora de que te vayas. -Dije, prácticamente empujándolo -.

Cuando cerré la puerta, apoyé la espalda en ella y me deslicé, suspirando, hasta quedar sentada en el suelo.


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Foto de Liam en multimedia

El Misterio de la Adolescencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora