*Narra Destiny*
-Perdona, ¿te interesaría grabar un disco?
Casi le escupo el trago de agua en la cara. Asentí, sin palabras.
Sin más, me dio su tarjeta.
-Llámame mañana por la mañana.
*Narra Rose*
Ben, Ben Reed. Tenía que conseguirle como fuera. Me encantaba, pero nunca lo admitiría ante otra persona. Últimamente pasaba los recreos sola, mirándole. Aquella idiota de Kim ya no me seguía, da igual, tampoco la necesitaba, pero en momentos así echaba de menos alguien con quien comentar las cosas. La imagen de aquel pelirrojo inundaba mi cabeza mientras 'Primadonna' de Marina & The Diamonds sonaba una y otra vez en mi reproductor de música.
*Narra Liz*
Domingo por la mañana, el mejor momento para montar a caballo por la montaña. Fuimos todos, menos Josh y Jack, que se quedaron durmiendo, como siempre. Paisajes increíbles, lagos tranquilos y animales salvajes nos rodeaban. 'Esto es vida'. Qué pocas ganas de ir al instituto mañana.
*Narra Jack*
Me levanté y me hice tortitas. Desayuné en el césped con Sky, mirando al cielo, oyendo a los pájaros cantar, y me sentí infinitamente feliz. Tantas pequeñas cosas que me hacen feliz...
Pensé en mis hermanos, en cómo conocía a cada uno de ellos: Liz, tan despreocupada y alegre; Sam, tan tímido e inteligente; Josh, tan superior y pasota, Nico, tan luchador y agradable; menuda familia me habían dado. Tenía suerte, y mucha. Con esos pensamientos, bajé a la playa, donde pasaría el resto de la mañana con la tabla de surf.
*Narra Josh*
Una semana entera, y pensaba en Diana a cada minuto, en cómo me había ridiculizado delante de mis amigos, y en cómo la odiaba. Bruno Mars, 'Just the way you are', en mi radio, que llevaba sonando toda la noche, la cual me había pasado sin dormir, al igual que las seis anteriores, pensando una manera de vengarme de ella. Pero cada vez que pensaba en ella, en su cara, en su sonrisa, me autoconvencía más y más de que no iba a ser capaz de hacerle daño. No sería capaz de borrar esa sonrisa, no por falta de armas, pues estaba familiarizado con eso de hacer daño, sino por falta de rencor. No podía odiarla. Realmente no la odiaba. Sentía algo por ella, algo que nunca antes había sentido, pero ¿qué?
*Narra Nico*
Quería darle una sorpresa a Rachel, quería enamorarla cada vez más, quería volver a conquistarla cada día. La amaba, eso estaba claro para mí desde hacía años, muchos años. Soy un cursi, sí, pero solo por ella.
Eso pensaba mientras cabalgaba, precedido por Liz y seguido por Sam, a través de la montaña, con el sol en mi nuca y el viento en mi torso desnudo. Demasiado calor para estar en Octubre.
*Narra Kim*
'Soy feliz'. Esa frase me golpeó en la mente incluso antes de abrir los ojos.
Tras unos minutos de reflexión, confirmé la veracidad de aquello. Rose estaba sola. Esa zorra que casi había provocado la muerte de mi hermana no merecía más que eso: estar sola. Liz era una gran persona y mi primera amiga de verdad, y realmente, yo era feliz en mis tardes con ella.
*Narra Lucy*
Avril Lavigne, 'Smile'.
Esa canción me había sacado de más de una. Pensé en todo lo que había pasado, en mis intentos de suicidio, mis autolesiones, mis insultos frente al espejo, mis ganas de morir. Era demasiado joven para todo eso. Agradecí mil y una veces no haber conseguido suicidarme, me quedaba mucho por delante aún.
Me sorprendí mucho el Lunes de que Ben Reed se hubiera sentado a mi lado, y aún no había respondido al '¿por qué?' de ese hecho.
*Narra Sam*
Mis ojos azules se reflejaban en la superficie del lago de tan transparente y quieta como estaba el agua. Sin poder evitarlo, me desvestí y, antes de que mis hermanos se dieran cuenta, ya estaba dentro del agua. Cuando Liz me vio no pudo reprimir un grito:
-¡Capullo! ¡Espérame que voy!
Y así, entre risas, ahogadillas y gritos de guerra, transcurrió la mañana.
*Narra Rebecca*
Britney era una bailarina increíble. Iba a hacer mucho bien en el grupo de baile.
Sábado a mediodía: Me miré al espejo. La frase de siempre, esa que mis labios nunca se atrevían a pronunciar, se leía en mis ojos. 'Demasiado poco'. Soy demasiado poco.
Los complejos me destruían interiormente poco a poco. Me dirigí a mi cuarto, enchufé la radio y dejé que mis pensamientos resbalaran en los movimientos de mi cuerpo y se disolvieran en la música de 'Best song ever', propietaria de mi última coreografía.
*Narra Alex*
Nada conseguía apartar a aquel pelirrojo de mi cerebro. Nada. Su voz resonaba en mis oídos, y su perfecta sonrisa estaba grabada a fuego en mi mente. Para siempre.
Skate, cascos, Skrillex, y a patinar. A intentar dejar de pensar durante unas horas.
*Narra Christian*
Sábado de twitter. No me apetecía nada salir. De pronto descubrí una cuenta cuya propietaria me sonaba. Era del instituto. Britney Evans. Brit Skater como nombre de twitter. Qué modernita. Y por supuesto, no le faltaban las fotos echando humito de colores por la boca. Típico. Pero, eso sí, era bastante guapa.
*Narra Ben*
Música, música, música. Me vuelvo loco sin música. Más de lo normal. Mi móvil acababa de morir, el ordenador lo tenía mi padre y la radio estaba estropeada. Solo me quedaba pensar. Y pensé en mi sexto sentido. Era algo raro, pero me pasaba desde pequeño. Me bastaba con mirar a una persona una vez para saber cómo era. Y por eso me senté al lado de Lucy. Ella era insegura, lo supe desde que la vi. Y pensé que al tener un metro setenta y cinco de pura autoestima al lado, se le pegaría algo.
¿Diana? Esa chica era genial, tenía algo que me atraía, cosa extraña teniendo en cuenta que yo soy gay y ella es una chica. Íbamos a ser grandes amigos. Había gente realmente agradable en ese instituto. Por fin mi padre dejó el ordenador y pude conectarme a internet. Christina Aguilera, 'Your body'. Música, eso es. Esto ya está mejor.
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Foto de Alex en multimedia
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El Misterio de la Adolescencia.
Teen FictionSentimientos y situaciones de algunos adolescenntes, cada uno con problemas diferentes, sentimientos diferentes, mundos diferentes ------------------------- No se como describir correctamente la historia. pero si les gustaria saber un poco mas de es...