Alone In The Dark (Jaidefinichon) «Nicolás»

»3«

Nunca había bailado, menos tan cerca de alguien, y jamás hubiera pensado que hubiera sido del Nico, digamos que jamás me había sentido tan segura de bailar con alguien como lo estaba haciendo ahora, La Martina me miraba coqueta del otro lado, ella igual bailaba junto al Naiko, al momento de sentir las manos del Nico en mis caderas no me molestó, es más si hubiera sido otro quizá lo mataba ahí mismo, no sé porque me sentía tan bien al bailar junto a él.

Yo no era así y no entendía que me pasaba, ¿era el alcohol? Puede ser ¿me gustaba bailar? Al parecer sí, no bailaba desde los 14 años.

Puse mi mano junto con la del Nico y seguí con mis movimientos, pensar que él fue a la persona que más aleje en todo este tiempo y ahora bailo con tanta confianza junto a él.

Yo era una persona con un carácter de mierda y que pocas veces intercambiaba palabras con las personas y a veces no entendía porque la Martina me aguantaba tanta mierda, simplemente no lo entendía.

Había perdido la cuenta de las cervezas y de todo el trago que decidí tomar, no era consiente de muchas cosas, solo que estaba muy apegada al Nico, en momentos como ese no me importaba en lo absoluto.

Había bailado más de una hora y baile mucho estilo de música diferente, si al otro día encuentro imágenes bailando reggaetón me pego un balazo en la cabeza weon.

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Habíamos bailado más que la mierda, el Nico había desaparecido y yo estaba tomando, que novedad, la Martina quedo hecha pico con los bailongos que se pegó junto al Naiko.

Estábamos todos juntos, faltaba solo el Nico y prácticamente nadie sabía dónde estaba.

La Martina estaba meta darle besos al Naiko, hasta que la hizo la conchetumare, El Jaime estaba con una mina, ni idea de quien era la tipa pero bueno, El Edgar estaba solito, ¿este muchacho no saco partido hoy o qué? Y yo igual estaba sola, pero de mi era común eso.

Me estaba causando asco ver como la Martina se comía con el Naiko, me repugnaba todo lo que tuviera que ver con su enfermizo amor, me pare de mi cómodo y cálido asiento y fui a la cocina de la casa a sacar una cerveza pa' mí y para el Edgar que tenía que soportar ver como los weones se comían.

Cerré el refrigerador en donde aún quedaban cervezas, me acerque al Edgar y le entregué la lata, la acepto con una sonrisa en el rostro y procedió a abrirla para poder tomársela.

Me senté en mi puesto y abrí la lata de cerveza para poder tomármela al seco.

Estaba cansada, ya no daba más y solo quería ir a acostarme, subí las escaleras de la casa y entre a una pieza, no se quien mierda estaba en la cama pero me quería acostar, camine hacia la cama y trate de deducir quien era, era el Nico weon, con razón no aparecía el conchetumadre y yo qu creí que se andaba pelando.

-Nico hazme un espacio.- levanto la cabeza somnoliento y se movió, me quite los zapatos y me acosté a su lado dándole la espalda, pero para mi sorpresa su brazo se posó en mi cintura abrazándola, estaba bastante cansada como para alegar que la saque así que lo deje.

Cerré mis ojos y me dormí de a poco.

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Desperté junto a la Martina en su cama con la ropa de ayer, la Martina roncaba y a mí no me dolía tanto la cabeza como pensaría que me dolería, como la Martina era inquieta se cayó de la cama y despertó.

-¿Que wea cama culia?- Me miro y sonrió y se volvió a acostar.

-¿Cómo mierda llegamos aquí?- Mire a la Martina esperando una respuesta de su parte.