Capítulo 3

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Han pasado dos semanas después del primer día de clases. Nada interesante ha ocurrido. ¿Qué cosas interesantes pueden pasar en el primer mes de la secundaria? ¿Qué cosas interesantes pueden pasar cuando no tienes amigos? ¿Qué puede pasar cuando tengo de por medio el hecho de que me van a cambiar de turno y voy a tener que empezar de cero, empezar a hacer amigos, tener muchos trabajos y tareas que hacer, levantarme temprano? ¿Qué hay de interesante en todo eso?

-Mariam ¿qué tanto piensas?

-Nada en especial. Solo que...- hice una pausa y voltee a verla.

-Solo que... ¿Qué?- estaba sonriendo. Hasta ahora me di cuenta que ella es muy positiva.

-Es seguro que me cambien de turno- hizo una mueca. Sabía que esa noticia no le agradaría mucho, sin embargo tenía que decírselo. No podía estar así. No podía dejarla así, de la nada. No podría llamarme su amiga si hacía eso.

-¿Cuándo te cambiaras?- dijo decepcionada.

-Aún no tengo fecha exacta. Puede ser hoy, puede ser mañana, puede ser en una semana así como puede ser en un mes.

-Bien. Sólo una cosa Mariam...- pausó, tal vez recordando algo ya que volteo a ver por la ventana sin un punto fijo, poniendo los ojos en blanco- no me olvides.

Me quede anonadada. Por supuesto que no la iba a olvidar. Eso jamás pasaría. Ella y su sonrisa contagiosa me alegraban los días y hacía que mi estancia en la tarde fuera de la mejor manera posible. ¿Cómo poder olvidarla? Simplemente no se puede.

-¡Claro que no Carol! De eso no te preocupes. Eres una gran chica y una gran amiga. Nunca te olvidaré. ¿Por qué piensas eso?

-Generalmente...- se escuchaba triste. No eran buenos recuerdos- mis amigos me olvidan. No sé por qué lo hacen. Siempre trato de ser una buena amiga y cuando ya no nos vemos, pareciera que me borran de sus mentes y de su vida, botándome como cualquier juguete que ya no quieren. Tú te iras y lo último que quiero es que me olvides. Prométeme que no me vas a olvidar. Por favor- dijo eso rompiendo en un llanto de lágrimas. La abracé, la abracé tan fuerte como para no soltarla. ¿Ella me considero una gran amiga después de como la trate aquel primer día? ¿Después de que a cada rato le dijera que se alejara de mí? ¿Después de todo, me considero su amiga?

-Carol... Ten por seguro que no te voy a olvidar. ¡Jamás! ¿Y sabes por qué no lo haré? Porque tú me hablaste el primer día y porque valoro mucho que me hayas seguido hablando después de que te decía que no lo hicieras ya que me iba a cambiar de turno. Por eso es que nunca te olvidaré. Y hablando de eso... ¿Por qué lo hiciste?

-¿Qué cosa?

-Hablarme después de lo mal que te trate.

Se apartó de mí, limpió las lágrimas con las mangas del suéter, se calmó y después empezó a hablar.

-Veras. Aquel día que te conocí, a simple vista te veías muy buena onda, así que decidí hablarte. Después de las primeras palabras que cruzamos, quería terminar nuestra conversación y no volver a hablarte porque la verdad creí haberme equivocado, creí que eras muy grosera hasta que comentaste lo de tu amiga. Me pareció muy triste eso y comprendí que solo estabas pasando por un mal día. Con lo que pasó con la prefecta, me di cuenta de que eres muy divertida y que estabas sola en la escuela, por lo que decidí ser tu amiga. Poco a poco te he tomado un gran cariño y de verdad, no quiero perder tu amistad.

¿Eso era posible?

-Vaya, gracias por hacer eso por mí. Nuestra amistad nunca se terminará. Podemos seguir hablando por celular, ya tengo tu número- sonreí. Al parecer a ella también le agrado la idea porque asintió con la cabeza sin decir una palabra.

El maestro no llegó a la clase. Era la última y no la tuvimos. Por desgracia no nos dejan salir antes así que me encontré con mi madre en la esquina a las 8:10 pm.

-Hola hija. ¿Cómo te fue?- dijo dándome un abrazo.

-Bien.

-Qué bueno, me alegra mucho. Oye ¿qué crees?

-¿Qué paso?

-A partir del lunes asistirás a la escuela de 7 de la mañana a 1 de la tarde en el mismo salón.

Miré a mi mamá confundida. Ella tenía una gran sonrisa en el rostro. Eso no podía ser verdad.

-¿En el C? Mamá, ¿es en serio?

-Si

-Quiere decir que dentro de tres días estaré en la mañana- dije aun pensando en las palabras que me había dicho mi madre. No podía creerlo.

-Si Mariam. Por fin el director aceptó cambiarte. Pero me dijo algo importante... No le digas a nadie como es que te cambiaron.

-Entonces ¿qué diré cuando me pregunten de dónde vengo y cómo es que me cambiaron de turno?

-Les dirás que un contacto del gobierno te cambió.

-Mamá... Eso es mentir.

-Sí, pero vale la pena decirlo. El director lo pidió. No es nuestra culpa decir por ahí que eso pasó cuando la verdad es que no fue así.

-¿Qué?

-Nada. Solo, mantenlo en secreto.

-Está bien.

-Bien, vamos a casa.

Demonios, olvidé algo. Era viernes y el lunes voy a la mañana. ¿Cuándo le diré a Carol que ya no la veré?

-HolaCarol- le mande un mensaje -desde el lunes ya no iré a la tarde. Me cambiaron.Gracias por todo lo que compartimos y por la maravillosa amistad que me diste.No te olvidaré. Espero que puedas conseguirte nuevos amigos. Te quiero-enviando el mensaje, me fui a dormir.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora