2. La friendzone.

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Lía

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Lía

¡Pinche intento de rubia!

¡La detesto!

Sé que recién la había conocido, pero no logre ocultar mi decepción mezclada con ira y celos, que sentí, cuando vi como mi Noah la miraba. Tenía una cara de idiota, una cara tan linda de idiota...

¡Basta Amalía!

Se suponía que estaba furiosa con él. Aunque saben ¿qué era lo peor? Estar enojada por algo que él no sabía, como decirle: mi Noah, cuando ni siquiera me había atrevido a declararle mi amor. Y eso que llevaba tanto tiempo babeando por donde pasaba.

Pero era tan difícil confesar, muchas veces me había levantado y dicho: Hoy le confesaré todo, hoy será al fin el día en que le diré de mis sentimientos. Pero cuando lo miraba sonriéndome de esa forma tan estúpidamente tierna; que hacía que mi estómago fuera poblado por gorilas, que se balancean y aúllan por todo mi interior, al ver como sus risos tocan su frente, me provocaba querer cortar uno, guardarlo y luego hacer un altar de mi armario, ver sus ojos chocolate detrás de esos cristales que los salvaguardan. Me quedaba como idiota, deseando poder encogerlo y andarlo en mi bolsillo solo para mi. 

Y hoy era otro de esos días en que me había animado a "hablar con él". En el almuerzo lo haré. Esos eran mis planes; los cuales se vieron frustrados por ella, por esa chica de cabello rubio, sonrisa perfecta y voz chillona, que al parecer cautivó a mi Noah.

¡Ya estuvo bueno! Deja de decir mi Noah. No lo es, acéptalo y supéralo.

¡Dios!, era tan difícil pensar lo contrario, pensar en esa horrible posibilidad de ser la amiga que vivirá y morirá enamorada de su mejor amigo.

La friendzone es una mierda.

—Lía... Lía... psst. —Salí de mis lastimosos pensamientos—. Lía... —Volví a ver y era Samantha, mi compañera de cálculo.

— ¿Qué sucede? —pregunté, malhumorada de ser interrumpida en el inicio de mi etapa: pre depresión de fin de semana, con terapia de helado y películas cursis para llorar por mi desgracia amorosa.

— ¿Sabes quién es la chica nueva? —Fruncí el ceño, ella señalo en una dirección con su lápiz, dirigí mi mirada y ¡Lo que me faltaba! Ahí estaba la rubia.

—No lo sé, ni me importa —respondí, Samy frunció el ceño y me encogí de hombros.

Cuando la clase término, recogí todas mis cosas y salí directo a mi siguiente clase. Iba por la puerta cuando la rubia esa me intercepto.

Tranquila Lía, respira, respira. Respiré un par de veces, así es, buena chica.

—Hola, soy la chica del choque —dijo sonriendo de esa forma que me enfermaba.

—Sé quién eres. —Ella asintió. Una roba amores, eso eres.

— ¿Cómo te llamas? —Entrecerré los ojos, en el instituto no era común tanta amabilidad.

—Amalía Clark. —Ella sonrió aún más, provocando que mi estómago quisiera devolver.

—Es un placer, Melody Grace. —Tendió su mano, miré el gesto con desconfianza. Pero escuchaba la voz de mi madre, diciéndome: se buena y amable con tus compañeros, aún más si son nuevos. Tendí la mía y las estrechamos—. ¿Sabes dónde queda el laboratorio de química?

¿Es en serio? ¿Podía acaso, tener más mala suerte?

—Eh... ujum. Yo voy a esa clase ahora. —Volvió a sonreír. Jesús—. Vamos, te llevo. —Comenzamos a andar por el pasillo.

Y observé como robaba miradas; la mayoría de los chicos la observaban, hasta giraban su cabeza para verla andar. Unos le sonreían, otros le decían hola. Y para todo eso ella se comportó amable. No como la mayoría de las chicas, que se creen la última gota de agua en el desierto. Y eso no ayudaba a que fuera más fácil odiarla.

Me contó que venía de Nuevo México, y ¡Santo cielo!, la chica era agradable. Maldecía internamente, las circunstancias en las que me encontraba. Llegamos al laboratorio y ahí se encontraba Noah; con su bata blanca ya puesta, era como ver a un nerd que sale en las películas. El nerd que se queda con la chica más bella. Tan bella como Melody. 

Y mi corazón se fue desprendiendo pedazo por pedazo, al notar como los ojos de Noah se iluminaban al ver con quien venía. ¿Por qué no puedes verme así a mí? Me preguntaba torturándome.

Y dolía, que ni siquiera hubiera notado mi cambio de corte; dolía, porque había pasado muchos días pensando en su reacción al verme, pero no lo hizo, no noto nada.

Pensaste demás y te equivocaste, Lía. Como siempre.

¿Cuándo lo entendería? Él me miraba solo como una amiga. Porque eso son, refutaba mi conciencia. Y creía poder verla riéndose de mi.  ¿¡Por qué no podía hacer lo mismo con él!? Verlo como mi mejor amigo, mi hermano. Pero ¡claro!, tenía que enamorarme. ¡Demonios!

Suspire y camine a tomar mi bata y mis gafas de protección. Sintiendo un gran nudo formarse en mi garganta, pensando que no podía haber nada peor que: compartir la clase con ellos juntos, pero volví a equivocarme, pues cuando regrese ellos ya se encontraban hablando. 

¿Escuchas eso? Es otro pedazo de mi corazón, cayéndose al suelo. 

El profesor entró y fue ahí cuando creí que ella ocuparía mi lugar, junto a Noah. Caminé buscando otro. 

No llores Amalía, no llores... por favor no llores.

—Todos tomen sus lugares. —Una lágrima estaba al borde de mis ojos, cuando ella se levantó y se sentó en una mesa vacía.

Y no sabía si sentir alivio o enojo.

—Lía... —susurró Noah, llamándome—. ¿Qué haces? Ven. —Sonreí a boca cerrada, me acerqué y me senté junto a él—. ¿Estás bien? —preguntó y yo me creí morir. No quería que viera que estaba a punto de llorar. Uní todas las fueras que poseía y asentí con la cabeza—. Pensé no te sentarías conmigo. —Intente sonreír, además, no sabía qué decir.

Pues... ¿Qué le diría? Es solo que me moría de celos, al ver cómo le sonreías a ella, me moría de tristeza, al pensar que nunca me mirarías o sonreirías así...

—Estoy bien —mentí. Me miró no muy convencido, pero luego presto atención a la introducción de la clase.

Mientras él miraba al profesor y debes en cuando en la dirección de Melody, yo comenzaba a recoger los pedazos de mi corazón.

Sin tan solo te dieras cuenta que me gustas... Mi querido Noah.

Pero todo era mi culpa, por callar tanto tiempo. Debes superarlo. Me repetía una y otra vez. Antes que doliera como dagas en el corazón. 

Numero de palabras: 1046.

N/A: Bueno... ¿qué puedo decir? esta historia sera trágica xD recordaremos o sabremos, lo que se siente no ser correspondido. ¿O será que Lía si lo será? ¿O le romperán el corazón? >:D

Si te gusto, dame una estrellita. Nos leemos pronto :*

Besos fugaces © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora