Noah
"Los cambios siempre sucederán; pero tú decides si para bien o para mal...".
Lunes muy temprano salí de mi casa y me dirigí con rapidez a la estación de autobuses, ¿razón?, estaba ansioso por ver a Lía.
Así que, con todo el ánimo del mundo espere, al tiempo que cantaba la canción que proyectaban mis auriculares; pronto la silueta de mi transporte escolar apareció, hizo la parada donde estaba y subí buscándola con insistencia. La localice y Lía se encontraba con su auriculares puestos y leyendo un libro, algo muy común en ella, sonreí como bobo. Estaba por llegar cuando Bruce se sentó junto a ella.
¿Qué demonios hacia Bruce sentado en mi lugar?
Camine decidido a hacer que ese chico se fuera, pues no confiaba en él y supongo que Lía no debía hacerlo; además se suponía desde ya hace mucho tiempo que era nuestro asiento, ¡exacto!, solo de ella y mío.
Aclare mi garganta logrando que ambos me vieran, el chico alzo su cabeza y sonrió. ¿Qué era tan gracioso?, alce una ceja retador, no me daba miedo. Bruce me saludo con un movimiento de cabeza y luego presto toda su atención a Lía, quien me miraba y sus ojos proyectaban muchos mensajes que eran indescifrables para mí.
— ¿Me prestaras tus apuntes de economía? —Lía enfoco al pelinegro.
—Descuida, creo que aquí los tengo... —respondió y se dio a la tarea de buscar en su mochila, resoplo—... ¡Oh no! —dijo y removió con más insistencia—. Nop, no están. —Volvió a verlo—. Seguro los deje en casa. —Bruce asintió.
—Tendré que esperar, no quiero repetir de nuevo esa materia —bufo con un dejo de diversión. Amalía le dedico una sonrisa.
—Puedo explicarte luego —comento, encogiéndose de hombros. Pude sentir la sonrisa de Bruce y su felicidad expandirse por todo el autobús.
Cruce los brazos sobre mi pecho y moví mi pie. ¿Acaso estaba pintado? ¿Por qué no se movía?
—Eso sería muy cool y me ayudarías mucho. —Mi amiga le sonrió—. Gracias Lía, sabía que tu no me dejarías morir —comento causando que ella soltara una risita—. ¿Te veo Luego?
—Claro. —Me miro de soslayo un segundo.
—Genial, adiós. —Se acercó a ella y beso su mejilla, susurrando algo que no logre escuchar para después marcharse a atrás con sus amigotes.
Me senté sobre mi asiento y la mire, ella había regresado a su posición. Le saque un audífono y logre escuchar la canción que oía: Say when, de The Fray.
—Hola. —Sonreí—. ¿Puedo ver que lees? —Ella me tendió el libro sobre mi regazo, lo cerré para ver el título: Miradas Azucaradas de Andrea AG—. ¿Sobre qué trata?
Amalía iba viendo por la ventana, luego giro su cabeza para verme.
—Sobre una chica que estaba enamorada de un muchacho, pero él no lo sabía, ya que al principio ni una tan sola vez habían conversado, entonces... ella lo acosa desde las sombras y luego... —Sonrió—... un extraño incidente da como inicio en una serie de encuentros. —Agacho su cabeza—, y ahora espero saber si Shaw, le romperá el corazón a ella. —El tono que utilizo fue muy melancólico.
—Interesante. —Le devolví el libro—. ¿Te pasaba algo el día de la fiesta? —pregunte. Ella me observo un par de segundos y luego su semblante se tornó indiferente casi taciturno.
—No, nada —respondió y se puso sus auriculares.
Y el resto del trayecto, trate de entablar una conversación con ella, pero solo conseguía monosílabos como respuesta, y decidí dejarlo pasar y darle su espacio. Y ahora me pregunto, ¿si no lo hubiera hecho, todo hubiese sido diferente?
La primera hora paso y luego me encamine al salón de química. Cuando llegue Lía ya se encontraba en nuestra mesa y Melody en otra. E inmediatamente a mi cabeza llego el recuerdo de cuando los labios de ella rosaron los míos, fue un toque a penas permisible, pero las sensaciones que me había provocado, si las había sentido.
El profesor entro y me situé en mi mesa y comencé a hablarle a mi mejor amiga, pero no conseguía nada, ni monosílabos, nada. La clase comenzó como solía y ella no hablo a menos que fuera necesario. Cuando esta hora termino solo gire mi cabeza un segundo para guardar mis cosas con la intención de hablar con Lía, pero cuando la busque a mi lado, ya iba por la puerta.
— ¡Lía espérame! —grite y ella se detuvo.
—Noah, ¿puedo hablar contigo? —Melody pregunto, y mis ojos viajaban de ella a Lía, y así sucesivamente. Mi amiga vio la situación, dio media vuelta y se marchó.
— ¿Te busco luego? —Me alce mi mochila—. Yo... yo... —Apunte la puerta—... debo irme, adiós.
Salí y observe la conglomeración de estudiantes, pero no miraba a Lía por ninguna parte.
Durante el descanso la busque pero no logre encontrarla, en el almuerzo Samantha no permitió que hablara con ella. Y me hallaba perdido, nunca había pasado por una situación similar, pues ella siempre había estado ahí para mí, y que ese momento fuera la excepción me dejaba descolocado.
El timbre sonó anunciando que la clase de historia había terminado, termine de copiar la tarea y luego comencé a guardar mis cosas; quería apresurarme para llegar al autobús y hablar con Lía.
—Oye, Noah. —Alcé la vista, para encontrarme con Melody.
—Dime. —Sonreí, un poco nervioso de su cercanía. Siempre pasaba: no lograba hilar más de dos palabras sin balbucear o tuvieran lógica.
— ¿Crees que me puedes explicarme algunos temas para antes del examen? —preguntó.
—Claro. —Asentí con la cabeza—. Si quieres un día nos reunimos en la biblioteca.
— ¡Por supuesto! —Pase una de mis manos por mi jean, odiaba que sudaran. Cuestión que sucedía, cuando estaba nervioso, como en ese momento—. Muchas gracias, Noah. —Se acercó a mí y beso mi mejilla. Se despidió y se fue.
Lleve mi mano, hasta la zona que había besado y sonreí como idiota. Luego caí en cuenta que debía apresurarme para no perder el autobús. Salí corriendo y llegue justo a tiempo para subir.
Pero Lía no estaba.
Fruncí el entrecejo, los minutos pasaban y el conductor encendió el motor, le pedí que esperara unos minutos, lo hizo. Pero Lía no aparecía y el autobús emprendió camino.
Le envíe muchos mensajes, pero ninguno obtuvo respuesta. ¿Le habría pasado algo? Y como último recurso de marque a Samy.
— ¿Noah?
—Si, eh... ¿Sabes dónde está Amalía? —Escuche como soltaba una risita divertida.
— ¿No te lo dijo? —Fruncí el ceño.
— ¿Decirme qué?
—Que ahora estudiaría con Bruce, está con él, Noah.
Y mi corazón fue poblado por extraños sentimientos...
Maldito Bruce...
Numero de Palabras: 1081
N/A: Hello! ¿Me extrañaron? jajaja espero que si :$ bueno como logramos leer anteriormente, algo le pasa a Lía, ¿será bueno o malo? Pronto lo sabremos. Pero lo que si sabemos es que a Noah le esta afectando mucho y pues... lo mejor se acerca muajaja
Si te gusto el capítulo, vota y dímelo en un comentario...
Besitos :* y nos leemos pronto.
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Besos fugaces © [COMPLETA]
Teen Fiction"Quien diría los problemas que un beso podía ocasionar" Noah Smith; esta en su último año de instituto. Él acostumbra a motivarse diariamente con una frase diferente. Amalía Clark; es la incondicional mejor amiga de Noah, pero su cora...