Besos fugaces © [COMPLETA]

9. Alarmantes confesiones.

Noah

"Callamos por el bien de nuestros miedos; sin pensar en lo que dejamos ir por ellos..."

Pensando sobre: ¿en qué momento mi amistad con Lía se tornó fría? Recordé que después de la fiesta todo era diferente, ella comenzó a actuar diferente. Y la extrañaba.

Lía...

Nada era igual sin ella y aunque al principio pensé que quizá las clases distintas nos habían alejado un poco; pero su actitud un poco indiferente o hasta taciturna, me descolocaba.

Las imágenes de la fiesta se acumularon en mi cabeza, pasando una por una en cámara lenta. Como en el momento que la vi, tan hermosa con ese vestido tan lindo y corto; sí, lo admito, sin buscarlo mis ojos viajaron por sus piernas pálidas bien formadas y me fue imposible no admirarla como mujer. Pero lo que más me dejo sin aire fue como sus ojos brillaban bajo las luces de la pista.

Pero al acercarme todo fue muy extraño:

— ¡Hola! —La salude sonriendo como tonto debido al impacto de su bella apariencia—. ¡Te ves muy bien... muy linda!

—Gracias... —El silencio nos envolvió y yo solo observaba sus dos lagunas azules, perdido en las sensaciones que me provocaba. Ella agachó la cabeza y negó—... adiós, Noah. —No pude decirle nada, pues cuando iba a hacerlo se perdió en la pista.

Quizá uno de los peores errores que cometí fue no ir tras ella esa noche y preguntar qué le pasaba. Quizá todo luego hubiese sido distinto.

Y luego de esa noche prácticamente no había logrado hablarle y lo había intentado pero Samy no la dejaba sola ni un segundo, al igual que varias veces la vi con Bruce. Pero ese día había tomado la decisión de buscarla y lo que nunca imagine fue: que ese miércoles mi vida daría un giro completo.

El primer mes se había evaporado y en esos momentos estaba anotando la fecha de mi próximo examen de literatura, materia que tenía la suerte de compartir con Melody.

Con ella había entablado una amistad muy rápido; era fácil hacerlo, pues era amable, fresca, divertida y muy diferente. Y estar con ella se parecía un poco, a como me sentía con Lía, pero en distinta manera. Aunque, Melody comenzaba a gustarme, mi amistad con Amalía siempre sería especial.

Pero esos últimos días, el vacío de no tenerla cerca era más grande, el sentimiento se extendía por todo mi pecho. Y aunque compartíamos el trayecto del autobús, ella muchas veces se quedaba a estudiar, por lo que viajaba solo.

La extrañaba mucho...

Reflexionaba, deje mi lápiz sobre el pupitre y luego la campana, que anunciaba que las clases habían terminado, sonó sacándome de mis pensamientos.

Pero Lía, aún seguía en ellos.

—Noah, ¿siempre estudiaremos ahora? —Melody cuestiono.