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¿Saben? Nadie sabe lo que le depara el futuro

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¿Saben? Nadie sabe lo que le depara el futuro. Muchos desean conocerlo, mientras que otros prefieren no saberlo, ya que cambiaría muchas cosas. Pero, ¿y si esas cosas son algo que desearías que nunca hubieran ocurrido? ¿Qué harías tú? Siempre habrá algo de lo que te arrepientas, algo que dijiste o hiciste.

En lo personal, lo único que realmente hubiera querido cambiar es poder estar con mi familia, disfrutando de un día de campo o simplemente compartiendo momentos cotidianos. Sin embargo, debe existir un equilibrio en el mundo. Nada es gratuito en la vida; cada acción tiene consecuencias, y no todo puede ser color de rosa. A pesar de ello, hay algo que me da felicidad: a través de la decisión que tomé, muchas personas ahora son felices.

Lo que estoy a punto de compartirles es mi vida: el sufrimiento que experimenté, los momentos felices y tristes, las decisiones que tomé y cómo llegué a la situación en la que me encuentro ahora.

Comenzaré desde el principio, desde mi nacimiento. Después de todo, tengo mucho tiempo para contarles.

 Después de todo, tengo mucho tiempo para contarles

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Imaginen una cueva en una aldea específica. A simple vista, la cueva se asemeja a todas las demás, pero había algo que la hacía única: los gritos que resonaban en su interior. Las paredes de la cueva parecían estrecharse con cada grito de una mujer . La luz parpadeante de las antorchas proyectaba sombras que danzaban.

Dentro de la cueva, había una mujer con una expresión de sufrimiento, pujando para que su primer hijo naciera, exclamando a todo rato con gritos de dolor  "¡Si esto no termina pronto, juro que este será hijo único!". Su cuerpo se sentía al borde de romperse. Cada fibra de su ser ardía, y entre los jadeos, el miedo a que algo saliera mal la invadía. Pero en lo más profundo de su ser, una determinación inquebrantable la sostenía: el deseo de abrazar a su hija.

No podía esperar más y, si el bebe tenía que salir volando, que así fuera; solo deseaba que sucediera pronto. Eso sí, quería que fuera un parto natural; no quería tener una cicatriz. El nombre de la mujer  era  Akane Uchiha, y la persona que temía por su vida en ese momento era el  padre , Haruka Yukihira.

—¡Vamos, cariño, tú puedes! —la animaba Haruka—. ¡Un poco más!

—¡Ahhhhhh! —gritó Akane, con el rostro lleno de sufrimiento—. ¿¿¿POCO??? ¿¡Dónde ves que falta poco!? —agarrándole del pelo a su marido.

—¡C-cariño, por favor! ¡Suéltame!

—¡Todo esto es tu culpa! ¡Maldito hijo de...! ¡Ahhhhhh! ¡Puta! —gritaba, aferrándose cada vez con más fuerza.

—"¿Qué culpa tiene mi madre?", pensaba él. "¿Cuándo va a salir? ¡Antes de quedarme calvo! Y yo que quería tener una larga melena..." —se lamentaba mentalmente, con lágrimas en los ojos.

Después de varios minutos de sufrimiento, y para alivio de ambos, se escuchó un llanto agudo: el llanto de una nueva vida que llegaba al mundo. El sonido hizo eco en las paredes de la cueva, como una señal de que la espera había terminado. Akane abrió los ojos como platos, y de ellos comenzaron a caer lágrimas de felicidad al escuchar ese llanto. El cuerpo le temblaba, pero ahora era de emoción. Haruka, por su parte, dejó escapar un suspiro tembloroso al escuchar el primer llanto de su hija. El miedo que lo había acompañado durante todo el parto comenzó a desvanecerse, y en su lugar, una profunda sensación de alivio y asombro lo invadió.

—¡Felicidades, es una niña! —anunció una ninja médica, pasándole el bebé a Akane.

Akane tomó a la niña con cuidado, como si fuera de cristal, y observó cada detalle de su pequeña. Su piel era suave como el pétalo de una flor, y el cabello blanco le recordaba a la luna que tantas noches había observado junto a Haruka. La niña tenía los ojos cerrados, y no dejaba de llorar, pero al ser sostenida por su madre, se calmó. Lentamente, comenzó a abrir sus ojos, mostrando un intenso color azul eléctrico, igual que los de su padre.

—¡Mira, Haruka! ¡Es igualita a ti, mi pequeña! —exclamó, sujetándole la manita a la bebé—. Soy tu mamá, no puedo creer que finalmente estés en mis brazos —dijo entre lágrimas de felicidad, con una sonrisa que no podría borrarse.

Haruka, conmovido por la escena, miraba con ternura a su amada sosteniendo a su hija. "Tiene la belleza de su madre", pensó con orgullo. Luego, acercándose a la niña, susurró:
—Hola, princesa. Soy tu padre. Serás la luz de nuestras vidas, la razón de nuestras sonrisas y el orgullo de nuestro clan.

—Nuestra pequeña Hikari —dijeron juntos.

La niña empezó a reír, mostrando que estaba feliz. El vínculo entre ellos era palpable, como si el mundo hubiera desaparecido y solo existiera esa pequeña familia en la cueva. Sin embargo, en su cuello había una marca que representaba un sol y una luna, pero sus padres, tan embelesados por la felicidad del momento, no se dieron cuenta.




Nota de autora: 

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Nota de autora: 

Pequeño spoiler ,para informar a los lectores ,Hikari llega a Konoha maso menos por el cap. 12 . Los demás cap. es el desarrollo de la infancia de Hikari antes de llegar a Konoha. 

Hikari Yukihira ( Sasuke Y Tu)  EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora