Capítulo 6: El Encuentro.

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Las cosas si habían cambiado. Ahora Donghae vivía en casa de los padres de Siwon mientras que el último nombrado ya había terminado su carrera y ahora trabajaba en una empresa como contador. Salía de casa a las 8:00 am y regresaba a las 9:00 pm. No había tiempo para estar los tres juntos como Hae quería. Él cuidaba de Aiden pues Siwon no lo dejo trabajar aunque él le rogara, obteniendo un –No--definitivo de su pareja –Tienes que cuidar del niño- Era lo que le había dicho Siwon después de largas noches peleando por lo mismo. El castaño ahora cuidaba de su hijo mientras su pareja trabajaba para darles lo necesario.

Pero había días en que lo quería aquí, a su lado cuidando juntos de Aiden. Compartir un desayuno o una cena juntos pero Siwon llegaba cuando el bebé estaba ya dormido y Hae lo esperaba con la cena recalentada. Algunos días solo dormían lado a lado y otros días, cuando Siwon no estaba tan cansado, le hacia el amor salvajemente dejándolo con un dolor en su pecho al terminar y no ser acurrucado por los brazos de su pareja.

-¿No puedes intentar llegar más temprano?- Era la misma discusión de cada noche- Aiden necesita de ti. Sentir tu cariño y compañía – Cada día él llegaba minutos más tarde de lo normal del trabajo.

-Vamos aquí de nuevo – Siwon suspiro dejando el tenedor en su plato – ¿Acaso piensas que la leche, los pañales y tu alimento se pagan solos? – Ya estaba harto de esta discusión día a día.

-No te pido que dejes de trabajar sólo llegar más temprano- Hae se sentía solo al cuidar a su bebé-Prometimos ser padres de ese bebé juntos, pero ya no estoy seguro de eso –Y era verdad, ya no estaba seguro si realmente eran una familia con Siwon siempre fuera y él encerrado en casa cuidando de Aiden – No es lo que yo quiero – dijo, con la esperanza de ser entendido por su pareja.

-Estamos juntos –Su tono de voz se suavizo – Tengo que trabajar para que no les falte nada –Acariciaba la mejilla de Hae, terminando la discusión con ese gesto – Te amo y prometo pasar más tiempo con ustedes – Siwon lo cayó, besándolo sabiendo que Donghae con este beso se callaría sin reprocharle más.

.....

Pero esa promesa había sido eso, solo una promesa. Palabras que el viento se llevaba. Ahora incluso él llegaba más noche cansado y de mal humor dejando solo en la mesa con la cena recalentada al castaño. Tenían un mes viviendo en Seúl como familia y ese cambio que Hae había sentido claro que había llegado. Discutían con frecuencia. Hacían el amor y al terminar sin un abrazo o una palabra amorosa se daban la espalda llamando a Morfeo a sus sueños. Siwon había vuelto a ser aquella bestia en la cama y ahora, también en las pocas horas que pasaban juntos.

Ya no existían las palabras amorosas entre ellos. Donghae ahora se había olvidado de la dulzura y placer que era hacer el amor. Siwon había enseñado al pequeño castaño a amar de una manera salvaje y dañina porque a pesar del trato que este le daba aun lo amaba con cada partícula de su cuerpo, porque aun su corazón pertenecía a su hombre fuerte y rudo. La delicadeza al entregarse; las palabras amorosas en momentos inesperados, las caricias poco a poco con el pasar de los días el castaño olvidaba que era el significado de esas cosas que para experimentarlas se necesitaba de dos y no de uno solo.

Y entonces llegó un momento en que hacer el amor con Siwon no sentía las cosquillas y emoción al ser penetrado. Llego el momento en que cada orgasmo lo tenía que fingir para elevar el orgullo del hombre que decía amarlo. Aún recordaba aquel día Hubo -Cuando el orgasmo no llego-- entonces Siwon con su mano fuerte y callosa comenzó a golpear su rostro hasta lograr hacerlo gemir por las penetraciones fuertes y sin compasión- La primera y última vez – Se dijo, cuando vio su rostro moreteado por las cachetadas de su pareja – Tengo que fingir un orgasmo- Lo decidió, ya no quería sentir la sensación de ser golpeado mientras era embestido y estuviera partiéndolo en dos, por dentro y por fuera.

[EunHae] El lugar correcto para mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora