Capítulo 33: Frente a frente.

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Los recuerdos llenarán tu corazón y te harán sentir vacío una vez que la realidad se haga evidente.


Eunhyuk alternaba su mirada hacia su esposo detrás de él y a ¿Siwon? Quien estaba aún entre la puerta de su hogar. No sabía que hacer o que decir, era como si su mente quedara en blanco con solo escuchar ese nombre que tanto odiaba y que en algunas ocasiones llegaba a maldecir.

¿Qué podía hacer ahora? Sentía a su pequeño hijo sostenerse de sus piernas con fuerza, como si el pequeño temiera que lo separaran de su lado y cuando miraba al castaño podía notar el temblor del cuerpo de éste y cuando sus ojos paraban en aquel hombre despreciable podía mirar odio y tristeza; dos emociones que si se mezclaban podrían hacer mucho daño a quien se interpusiera en su camino.

Donghae miraba sin pestañar hacia la puerta, hacia él, sin intenciones de decir algo o acercarse un poco más ya sea para correrlo y maldecirlo, o para abrazarlo y besarlo. Aunque lo segundo era lo menos probable, pensó Siwon y una sonrisa se formó en su rostro. Una sonrisa sincera por sus pensamientos pero burlona como para que Donghae lo tomara así. El ambiente se sentía pesado, como si una capa de tristeza los encerrara sin hallar la salida.

-Hola – Volvió a decir, ahora mirando al pequeño que lo miraba asustado- Hola, Aiden – dio un paso dentro del hogar y Aiden volvió a esconderse detrás de Hyuk.

-Ey – el pelinegro encontró su voz y el movimiento de su cuerpo cuando lo miro con intenciones de entrar a su hogar sin ser invitado- Detente – volvía a decir cuando Siwon solo quedo a dos pasos de él y su hijo.

Sabía que Donghae aún seguía detrás de ellos mirando la escena, mirándolo a él con miedo y que si no hacía algo corría el riesgo de que su esposo sufriera un colapso nervioso.

Pov Siwon.

¿Dolor? Esa palabra quedaba corta para lo que estaba sintiendo en estos momentos. No había nombre para esto que sentía mi cuerpo y mi corazón cuando lo mire de nuevo, cuando sus hermosos ojos me miraron y en ellos ya no estaba ese brillo que era solo para mí. Ya no había esa emoción en su rostro al mirarme.

Rabia, sentía más que eso cuando lo tenía tan cerca y a la vez tan lejos. Más cuando lo escuche decirle a ese otro "amor" con entusiasmo y alegría, algo que me pertenecía a mí, y solo a mí.

Quería partirle la cara a ese que se interponía entre los dos, a ese que tenía en sus brazos a mi hijo ¡Mi hijo! Cuando tendrían que ser mis brazos que lo sostuvieran. Quería decirle hasta de lo que sería capaz si se volvía a acercar a ellos, entrar y tomar en mis brazos a mis dos amores y llevarlos de nuevo conmigo de donde nunca debieron irse. Pero debía calmarme y hacer las cosas bien. No quería lastimarlos y espantarlos a ellos, esta vez quería hacer las cosas bien.

Con ese pensamiento di un paso dentro del hogar, donde sabía que no era recibido pero me importaba muy poco en realidad. Tenía la intención de acercarme a mi bebé pero mi corazón se rompió en cachitos cuando lo mire huirse y esconderse detrás de ese hombre que me había arrebatado a mi familia y antes de hacer cualquier tontería pare mis pasos cuando ese hombre hablo su voz. Se sentía molesta pero aun así con tono suave y calmado.

Nos miramos profundamente, él en ningún momento bajo la mirada ni mucho menos yo. Había dolor y rabia en sus ojos; en ellos podía sentir el enojo y en su cuerpo una muralla crearse para no poder dar un paso más delante de ellos. Yo solo quería acercarme a Donghae que aún me miraba y abrazarlo, besarlo y hacerlo mío, pero este maldito zángano se interponía en mi camino y en el de mi bello chico e hijo. De verdad estaba haciendo un gran esfuerzo por no partirle la cara hasta dejarlo medio muerto y tomar a mi familia marchándome de ahí.

[EunHae] El lugar correcto para mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora