Capítulo 20: Felicidad a tu lado.

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ℳe encanta él de una manera inimaginable. Podría decirlo, pensarlo, gritarlo todo el día y que el resto del mundo se entere del fantástico sentimiento que conlleva tenerlo cerca. Que lo envidien, pero que no lo deseen, porque jamás dejaré arrebaten de mis brazos a aquel que me enseñó la extraordinaria sensación de la verdadera felicidad.


Aun cada mañana al despertar y sentir los brazos de Eunhyuk en su cintura, le era imposible aceptar que la felicidad había llegado a él. Aun le era difícil aceptar su realidad y dejar de pensar que aquello era un sueño, un sueño hermoso. Y es que ahora Donghae amaba con los ojos cerrados a Eunhyuk, incluso no se arrepentía de haber huido de aquel infierno dos años atrás. Su felicidad se completaba al mirar a Hyuk jugar, proteger, amar a Aiden como su propio hijo y que igualmente Aiden lo llame papá y lo ame tanto como él. Incluso Siwon no existía en la vida de su hijo, no quería dañarlo a él, ni que le conociera.

Claro que si tenía miedo de que algún día Siwon regresara reclamando por su hijo y se lo quitara, Aiden era su mayor tesoro por quien había logrado salir de aquel lugar vivo y con ganas de luchar por la felicidad de ambos. Aiden era todo para él y nunca dejaría que lo arrebataran de su lado, pero hasta el día de hoy gracias a Dios, Siwon en esos dos años no había aparecido frente a él y deseaba no volverlo a ver nunca más.

Él ya era feliz. Siwon ya no pertenecía en su vida, ni corazón, sólo era el recuerdo más doloroso guardado en el fondo de su corazón con un candado y la llave perdida para no abrirse nunca más.

-¿En qué piensas?- escucho la voz adormilada de Hyuk – porque no duermes un rato más ¿Mmm?

- Lo siento por despertarte. – Hae giro un poco mirando a su esposo aun con los ojos cerrados, sonrió y se apretó un poco más al cuerpo de él – En lo feliz que soy a tu lado. Te amo tanto Hyukkie.

-Yo también te amo, bebé.- Hyuk apretó un poco más sus brazos en la cintura de su esposo- Son el mejor regalo que el cielo me regalo. Ahora descansa un poco más porque no tarda en despe...

No termino de hablar cuando escucho unos pasitos correr acercándose a la habitación de ambos. Sonrió y fue abriendo sus ojos lentamente sin soltar a su esposo.

-Papis... papis ¿yo poder pasar? – se escuchó la pequeña y dulce voz de Aiden.

- Sí, cariño –dijo Hae aun en brazos de Hyuk.

La puerta fue abriéndose lentamente hasta que el cuerpo de su hijo se notó. Ambos le sonrieron al verlo correr y subirse de prisa a la cama y saltando en ellos, causándoles risas.

-Papis... papis– saltaba en la cama sin parar, logrando romper el abrazo de ellos – llevar al parque... ¿sí?

Aiden cada que pedía algo ponía sus mejores morritos, gracias a que Donghae se los había enseñado y ambos los usaban para chantajear a Hyuk, pero eso no era malo pues le hacían reír por lo adorables que se miraban sus amores.

-Mi pequeño travieso quiere ir al parque ¿eh?– Hyuk había logrado atraparlo, encerrándolo en sus brazos y escuchando la risa de su hijo y mirando como asentía - ¿Qué dice papi Hae?

- Papi Hae también quiere ir, vamos Hyukkie. Llévanos al parque.

-Aigo, ¿qué hare con estos dos bebés, eh? – dijo bromeando y es que en realidad su Donghae parecía muy infantilmente algunas muchas veces, pero así lo amaba y eso nunca cambiaria.

- ¡Ya! Estos bebés tienen que ser consentidos por papi Hyuk – el castaño jugaba a ser el ofendido, sabiendo la broma de su esposo.

-No papi Hae, bebé solo yo, tú no—protesto Aiden con morritos y mirándolo enojado, algo que le hizo reír, pues algunas veces su hijo era muy celoso cuando Hyuk le decía bebé a él- Bebé de papi Hyuk solo yo, tú no, tú ser papi Hae, esposo de papi Hyuk, Appa mío.

[EunHae] El lugar correcto para mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora