Capítulo 22: Jaque y...

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❝Aún te necesito, aún me preocupo por ti, aún en mis pensamientos está tu nombre.❞


-Oh pequeño, que susto me has dado- dijo Sora cuando estuvo a la altura del niño y lo abrazo – Sabes que a tus papas no les agrada que sueltes la mano y te eches a correr ¿cierto? – Aiden asintió con morritos- Está bien bebé, sólo no vuelvas a soltarme y alejarte ¿vale?

Aiden asintió con ganas. Sora apretó sus mejillas.

-Lo siento – exclamo ella cuando miro al chico que había evitado que su sobrinito cayera- Es algo travieso, gracias por sostenerlo- ella dio una pequeña reverencia.

Para Siwon aquel pequeño le recordaba a su hijo... al rostro de Aiden. Pero aquella idea la descarto pues su hijo, sabía que, estaba muerto.

-Está bien, así son los niños de traviesos-le sonrió- No te preocupes, no pasó nada.

Sora miro al hombre que estaba frente a ella y pudo notar que quizá fuera mayor que ella pero aún conservaba buen rostro y cuerpo; tenía cabello negro, ojos de un color negro como la noche al caer, brazos fornidos y bronceados, al igual que su piel, delgado y marcado.

Un sueño de hombre. Un sexi Dios andante.

A ella le gusto. Ella pensó en aquel momento, perdiéndose en su mirada, que quizá a ella también la suerte le apoyaba. Pensó que tal vez si tendría la misma suerte que su hermano y encontraría a su amor ahí, en aquel hombre frente a ella.

-Sora- ella se presentó al momento de tomar a Aiden en sus brazos y a Choco de la correa- Mucho gusto.

-Siwon- él sonrió- El gusto es mío.

Para Siwon el verla correr, el aire alborotándole su cabello suelto con mechones en su rostro, le había causado un raro sentimiento que hace tanto tiempo no sentía... desde que se había marchado su corazón había cerrado sin dejar entrar a nadie, era solo su castaño quien había logrado hacerle sentir los sentimientos de gustar, de nervios y anhelo, desde hace dos años que él no tenía alguna relación cercana con mujeres y hombres y cuando la tuvo frente a él, teniéndola tan cerca miro que era una linda y tierna chica con mirada dulce y soñadora, pelo negro y ojos grandes llenos de brillo. Un brillo que hizo recordarle a su castaño.

Desecho el recuerdo de él y se concentró en la chica.

¿Qué de malo podría ser el intentar una amistad o quizá algo más? Se preguntaba al mirarla sonreír. Él necesitaba sanar las heridas, olvidar las pesadillas donde Hae le rogaba que parase de hacerle daño, él deseaba esta vez hacer las cosas bien, quería amar y ser amado y, si con un hombre no le era posible ¿Qué de malo tendría intentarlo con una mujer? ¿Con esa chica frente a él? Albergo aquel pensamiento, cuando ella le dijo su nombre.

Pero lo que Siwon en realidad negaba aunque su corazón y mente lo gritaban para hacerle entrar en razón, era que aquellas palabras solo eran otra más de sus tantas mentiras, porque en realidad nunca podría olvidar a Donghae y su hijo. Él nunca podría volver a amar como amó a su castaño, nunca podría olvidarse del pasado, porque las heridas y las pesadillas siempre lo acompañarían.

Él se aferraba a negar a que siempre sería una bestia sin la oportunidad de amar verdaderamente.

Lo negó, negó y negó convenciendo a su conciencia y él mismo que esta vez sería diferente, que esta vez él no la dejaría irse o la dañaría.

Ahora era Sora quien caía en las garras de aquella bestia, llamada Siwon.

-Tía ir a los juegos – Aiden dijo, intentando bajarse de los brazos de ella. Choco ladro en apoyo a las palabras del pequeño, ella también deseaba ser libre para correr.

[EunHae] El lugar correcto para mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora