[EunHae] El lugar correcto para mi corazón.

Capítulo 30: Abrázame Hyukkie.

¿Dónde está el lugar correcto de mi corazón?

Me siento atrapado en la multitud, gritando en silencio, estando frente a él. Pienso en lo que tuvimos y mi corazón late desbocadamente. Recuerdo los días tormentosos a tu lado y no sé por qué estoy aquí y por qué anhelo acorrucarme una vez más en tus brazos. No se hacia dónde se dirigen los latidos de mi corazón. No sé en qué dirección caminar. No sé qué mano tomar. No puedo pensar si correr hacia el presente o retroceder al pasado. Derribas puentes que mi corazón había construido, dejando libres los recuerdos de nosotros para volar como un ave liberada de su jaula. Mi fachada es la del hombre fuerte y no la del débil que conociste y acostumbrabas a manejar a tu antojo pero sigues empujándome más y más hasta llegar al ser que duerme en mi corazón, sigues empujándome al anterior Donghae que dejaba lo maltrataras y penetraras con el más salvajismo y brutal acto. Sigues buscando que el mismo Donghae que decía una y otra vez que te amaba sin importar nada, despierte y corra a tus brazos. Y es ahí donde me pregunto... ¿Cuál o dónde es el lugar correcto para mi corazón?

Llego la mañana no prometedora de tranquilidad y mucho menos de felicidad. Los rayos de sol le daban en la espalda al castaño, que se negaba a abrir los ojos y aceptar su nueva realidad. El cielo estaba gris y las nubes despejadas, como si el mismo supiera que una gran tormenta se avecinaba y amenazaba con quedarse por un largo tiempo sin dar tregua de paz al sol para brillar libremente.

Las piezas del rompecabezas no encajan en estos momentos. El rompecabezas que estaba armado en pocos segundos con un golpe inesperado había caído al suelo desarmándose y perdiendo las piezas exactas revolviéndose unas con otras y no encajando cuando Donghae trataba de colocarlas. Todo su mundo dentro del rompecabezas estaba destruido, teniendo que volver a trabajar para armarlo de nuevo y terminar con una sonrisa en su rostro y no lágrimas de vencimiento. Tenía que ser fuerte para enfrentar el golpe que la vida le daba una vez más. Tenía que salir victorioso de esta lucha no solo por él también por sus hijos y su esposo, no podía derrumbarse ahora. Tenía que coger gran coraje y valentía para no derrumbarse frente a quien tanto daño le había causado en su vida, destrozándolo hasta desear la muerte. Tenía que aferrarse a la mano de su familia para luchar juntos y protegerse juntos contra el mal.

Sabía que la gran tormenta se avecinaba en su vida con la amenaza de mojarlo hasta quedar empapado y contraer un gran resfriado hasta llevarlo a la muerte. Y no es que fuera un dramático, pero lo poco que estuvo con Siwon le basto para conocerlo y saber que una vez que tenía una idea en mente no paraba hasta realizarlo con éxito y esta vez no tenía por qué ser diferente. La mirada de Siwon se lo había dicho, la voz de confusión y rabia le avisaron de prepararse para la batalla más peligrosa que enfrentar, quizá en toda su vida.

Tenía miedo en este momento que se negaba a abrir los ojos y se aferraba más al cuerpo de Hyuk. Tenía lágrimas retenidas quemándole las pupilas y cuchillos clavándose en su pecho sin compasión. Estaba tratando de conseguir coraje para decírselo a Hyuk, para aceptarlo él mismo y para poder tomar la armadura con la que se protegería y lucharía. Pero por ahora solo pedía ser sostenido por los fuertes y cálidos brazos de su hombre, de su solo hombre dueño de su corazón. Donghae solo pedía ser embriagado por el calor y aroma de su esposo Eunhyuk.