[EunHae] El lugar correcto para mi corazón.

Capítulo 07: Aquel pelirrojo.

El chico de cabellos pelirrojos de veinte años, Ceo de una importante marca de cosméticos en Seúl; hermoso y delicado, tan entregado a su trabajo. Hombre que sentía sería imposible volver a amar debido a que a los diecinueve años perdió a su novio cuando recién cumplían tres hermosos años de relación en un accidente aéreo, cerrando su corazón a cada hombre que se le acercara, enfocándose en su trabajo.

Una tarde que sentía el oxígeno faltarle con el ruido de la gente a su alrededor, el estrés por su trabajo y el tráfico de Seúl había escuchado de su secretaria de un lugar tranquilo --ni bajo, ni alto-- en lo que a las etiquetas debía decir. Simplemente una comunidad tranquila con un parque lleno de árboles verdes y niños jugando. Invitándolo a ir a tomar un respiro.

Al salir de trabajar paso por Choco -aquella perrita que había adoptado junto a su pareja y, que era la única que tenía el corazón del pelirrojo después de que este cerrara su corazón siendo un chico frio, déspota y difícil de verlo sonreír. Que al llegar a aquel parque supo que tenía que darle un bono a su secretaria por mandarlo a un lugar tranquilo y donde aire puro se respiraba. De eso hacía un año y ahora cada tarde venía con Choco a caminar y relajarse.

Pero lo que él no sabía era que estaba por conocer a la persona que despertaría en él los sentimientos dormidos de su corazón.

Pov Eunhyuk.

Esta tarde mientras caminaba por el parque con Choco a mi lado vi a un chico dormir con una carriola frente a él. Choco tomo vuelo corriendo lejos de mí, sabiendo que ella regresaría me acerque un poco a aquel chico. Mirando en la carriola a un lindo bebé dormir con el ceño fruncido, quizá por los rayos de sol. Buscando con la mirada pude ver una manta en la canasta de la carriola y tomándola tape al bebé de los rayos de sol y me senté junto a aquel chico mirando como su cabeza colgaba y sus ronquidos suaves salían de sus labios.

– Que hombre tan desconsiderado- Pensé y es que era un irresponsable por quedarse dormido mientras cuidaba de un bebé. Pero al mirarlo un poco más de cerca pude notar su rostro cansado y algo pálido, así que mientras veía a Choco correr decidí que podía quedarme unos minutos cuidando de su bebé dejándolo dormir a él un poco más.

Aproximadamente veinte minutos habían pasado de estar sentado aquí y creía era momento de despertarlo.

--¡Hey!-trate de despertarlo, zarandeando un poco su brazo -¡Hey! Despierta-Sus ojos se fueron abriendo lentamente, acostumbrándose a la luz. Los pocos que le daban ya que estaba parado delante de él tapándole del sol– No deberías quedarte dormido si estas con un bebé- trate de llamarle la atención, esperando viera su error. – ¿Qué si se lo roban mientras duermes? – Mis palabras al parecer lo espantaron, porque de un salto miro la carriola checando a su bebé – afortunadamente estaba yo sentado a tu lado para cuidarlo mientras tu dormías.

Debía darme créditos de haber cuidado al bebé y taparlo con una manta de los rayos de sol.

- Lo siento y... Gracias-Su mirada me decía que estaba avergonzado por haberse quedado dormido.

– Esta bien, te vez cansado –Ahora que veía sus ojos realmente se notaba cansancio.

–Oh, lo estoy- Admitió estarlo y no podía negarlo, sus ojos hablaban por él.

– ¿Es tu hijo? –Le pregunte, pues cuando lo mire note algún parecido entre ambos.

– Lo es –En su voz estaba el orgullo de un padre al presentar a su hijo.

–– Se parece a ti por lo poco que pude ver – le hice saber que aquel bebé si tenía un parecido con aquel castaño.

-¿Buscas a alguien?–Me pregunto cuando noto mi mirada distraída.