Odio ser Vampira

Capítulo 10: ¡Tienes guille de murciélago!

Bajo las escaleras a velocidad inhumana sin importar lo que piense Josh de mí. El no saber de Verónica en las pasadas horas me ha preocupado demasiado. No es que sea la primera que vez no hablamos por celular ni nada por estilo. Hemos estado días sin hablar y no pasa nada, es solo que esta vez me he preocupado más por el hecho de que se esté juntando con ese vampiro al que en mi vida he visto.

No sé de que tanto me he perdido desde que me transformaron y comienzo a darme cuenta que no soy el el único peligro que hay en su vida. Constantemente estamos en riesgo de que algo nos ocurra, y sé que no me puedo creer que ahora voy a salvar el mundo de la maldad que habita en él. Pero si puedo intentar no hacerle daño a las personas que me rodean.

Busco en el estacionamiento, pero no veo a Verónica por ningún lado. Josh abre el carro con el control; luego abre su puerta y se sienta.

-¿Que esperas? Vamonos. - dice Josh

-¿Quién dijo que iba a ir contigo? - digo cruzándome de brazos.

-No es momento para pelear, hay que llevar a Verónica al hospital- dice.

Entonces abro la puerta de su Honda Civic y me siento en el asiento del copiloto a regañadientes porque me resulta incómodo estar a solas con él otra vez. Josh pisa el acelerador y mientras conduce, volteo hacia atrás y observo detenidamente a Verónica, quien tiene la misma ropa de la fiesta, su pelo luce terrible, tiene ojeras y en su nariz tiene un poco de sangre. Siento su corazón latir lentamente y por un momento me alivio de que aún este viva y no sea otra más de mi especie.

-¿Qué le pasó? - le pregunto a Josh.

-Verónica estaba cruzando la calle hacia tu departamento y un loco se comió la luz. La atropelló y se dio a la fuga.

-No sé como hay personas tan irresponsables en este mundo. - digo mirando hacia afuera por la ventana del carro.

El hospital no queda lejos y por la hora las carreteras están desoladas, por lo que llegamos bastante rápido. Josh carga a Verónica en dirección a la entrada de emergencia, pero en cuestión de segundos se acercan unos enfermeros con una camilla. Josh la deposita en la camilla y los enfermeros se dirigen con ella hacia adentro. Josh y yo entramos detrás de ellos.

Comienzo a sentirme abrumada por los ruidos de las camillas, el sonido del acondicionador de aire, el pitido de las maquinas para monitorear el pulso, el olor a sangre, el pálpito de los corazones de varias personas. Todos mis sentidos se agudizan y comienzo a arrepentirme de haber venido, pero todo sea por la salud de mi amiga. Estoy en mi propio mundo tratando de pensar en nada y tranquilizarme, entonces alguien pregunta:

-¿Qué le pasó? - preguntó un chico, su voz me resulta familiar, al voltearme veo a Alek, quién frunce el ceño al verme con Josh.

-Un carro la atropelló - dice Josh rápidamente.

-Llevénla al area de Rayos X, hay que hacerle varias radiografías para saber si tiene alguna fractura. - le dice a los enfermeros, quienes hacen caso inmediatamente y se la llevan inmediatamente.

-¿Estás bien? - dice, al verme algo... retraída.

-Sí - digo, pero la realidad es otra, todas estas sensaciones aún son nuevas para mí. Aunque no sé para que miento si él debe de saber como me siento. -No sabía que trabajabas aquí.

-Estoy haciendo mis prácticas. - dice. Varios enfermeros entran casi corriendo con una camilla, en ella se puede ver un chico aproximadamente 17 años, quien llegó baleado. -Hablamos luego - dice y se va a continuar con sus labores.

El olor a sangre me desubica por completo por lo que camino hacia afuera para intentar respirar un poco de aire fresco y controlar mis incontrolables ganas de drenar a alguien.