DIA 3-2 BAJO PRESION

185 25 1
                                    


-PUEDEN DEJAR DE GRITAR? -Ji Yong se paro frente a nosotros

-RESUELVAN SUS PROBLEMAS EN OTRO LADO!- Señaló la puerta de mi habitación.

-NO TENGO NADA QUE HABLAR CON ÉL- Tu voz temblorosa anunciaba que las cosas podían empeorar

-DAE...Y-YO- Las palabras no salían de mi boca -EL MAKNAE... Y T-TU... - Me sentía impotente, no sabia como disculparme.

-HAY QUE INVESTIGAR CON QUIEN SALIO ANOCHE SEUNG RI AH- Tu voz ahora era firme e indiferente.

Me ignorabas y comenzaba a doler.

La presión en mi pecho me obligo a callar, deje que los demás debatieran sobre que hacer con el Maknae... mis ojos y mi atención solo se fijaban en tu rostro.

Buscando algún tipo de señal te observe detenidamente...

-LO SIENTO... PODRÍAS PERDONARME? - pensé en voz alta, todos voltearon a vernos.

Te sorprendiste al igual que los demás pero negaste con la cabeza.

-NUNCA PODRIA LASTIMAR AL MAKNAE... NO SÉ COMO PUDISTE PENSAR ALGO ASI...- mirabas un punto fijo en el suelo.

-CHOI SHI...- Ji Yong se caminó hacia mí -DE VERDAD PENSASTE ESO?- sonrió de forma burlona.

-LOS CELOS NO SON BUENOS CONSEJEROS HYUNG...- Susurró en mi oído, lo suficientemente fuerte como para que lo oyeras.

Por tanta tensión mis piernas se debilitaron, tuve que sostenerme de una pared.

Los minutos pasaban y de tu boca no salía nada.

Ni una palabra.

Taeyang apareció de la nada, ni siquiera lo vi irse..

-EL DOCTOR ESTÁ EN CAMINO... VAMOS A TU CUARTO SEUNG RI AH...- Tomó al Panda del brazo y llevó hasta su habitación.

-USTEDES DOS TIENEN UN ASUNTO QUE RESOLVER AHORA. VAYAN AL CUARTO Y NO SALGAN HASTA QUE LO SOLUCIONEN- Ordenó el Líder en tono amenazante.

Hace mas de una hora que estás sentado en mi cama, en mi propia habitación.

Finges leer un libro que encontraste sobre mi escritorio.

Yo sigo temblando... casi no consigo escribir bien...

Necesito pedirte perdón pero tengo un nudo en mi garganta.

Si pudiera levantarme de esta silla iría hasta allí y te besaría, gastaría mis labios hasta que de tu boca saliera ese - te perdono Hyung- que tanto me hace falta...

Lo arruiné... todavía no empezamos nada y ya lo eche a perder.

Solo una palabra puede explicarlo todo...

-CELOS, CELOS ENFERMIZOS... YA NO PUEDO CON ELLOS DAE...- Mi mente estaba totalmente desequilibrada, tanto que sin darme cuenta leí en voz baja la ultima frase que escribí en mi diario .

Un sonido me hizo despertar de mi ensueño, el libro que sostenías en tus manos yacía en el suelo.

Con tu boca abierta me observabas sorprendido.

Sonreí nervioso y apoyé mi cabeza en el escritorio, me escondí entre mis brazos.

-CE-CELOS DE QUIÉN?- tartamudeaste -¿HYUNG?- me llamaste esperando una respuesta.

En la seguridad de mi escondite, mis propios brazos, me sentí libre de presiones y finalmente te hable...

-DESPUES DE LO QUE PASO ANOCHE -suspiré pesadamente y trague saliva- YA NO PUEDO PERMITIR QUE DUERMAS EN LA MISMA HABITACION QUE ÉL- Mi voz grave resonó en la habitación.

Escuché como te acercabas a mi y mi corazón comenzó a latir rápidamente.

-HYUNG, SOBRE LO DE ANOCHE... SIENTO LO QUE PASO... NO DEBI...- parecías arrepentido.

-NO PUEDES!- me levante y te tomé del brazo -NO PUEDES DECIR QUE FUE UN ERROR, POR QUE NO LO FUE!-

Cerraste tu ojos, parecías tenerme miedo.

-YO NO IBA A D-DECIR ESO... HYUNG- susurraste avergonzado. Tus mejillas se sonrojaron.

-AH NO?- me acerque mas a tu cuerpo.

-LASTIMÉ TUS MUÑECAS Y... TE MORDÍ- seguías sin abrir tus ojos.

Solté tu brazo pero no te alejaste, al contrario te acercaste mas.

-NO ACOSTUMBRO A BEBER... ME VUELVO VIOLENTO HYUNG.- confesaste viéndome a los ojos.

Sonreí como idiota -ME GUSTA ESE LADO PERVERTIDO DE DAESUNG... PERO TAMBIEN ME GUSTA EL ANGEL...- pensé que decir en silencio - ME QUEDO CON LOS DOS!-

-HYUNG!- retrocediste tropezando con tus pies.

Tu cuerpo temblaba, eso solo quería decir una cosa... me deseas tanto como yo...

Me pare junto ti y cuando iba a tender mi mano para ayudarte...

-CHOI! QUÉ CREES QUE HACES?- la voz aguda de mi líder arruino el momento.

-DEJA EN PAZ AL ANGEL!- te tomó de la mano.

-ESTAS BIEN?- te preguntó con dulzura.

-NO LO TOQUES! ES MIO!- te reclame de mi propiedad.

Otra vez celos se activaron en mi, bajo presión ya no era capaz de controlarme...

El Diario de Choi Seung HyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora