Gatito ☹ || z.h

12 ☹

Zayn se movía en su cama tratando de conciliar el sueño y aunque sabía que era imposible si no tenía a Niall entre sus brazos no perdía nada con intentarlo. Dios, lo necesitaba tanto.

En otro lado de la casa Niall se torturaba intentando saber que había hecho mal, tal vez era su actitud infantil o el hecho de que aún no aprendía a hablar bien, incluso cabía la posibilidad de que Zayn se hubiera dado cuenta que necesitaba a alguien de su edad, alguien más parecido a él, más grande, inteligente e incluso más lindo y es que Zayn se merecía lo mejor y si él no podía dárselo sería mejor que se fuera.

Con la idea de irse rondando en su cabeza se decidió, sin embargo, las decisiones tomadas en la madrugada, nunca son buenas, nunca.

Comenzó a sacar algunas prendas de su ropero para luego meterlas en su mochila, repitió el proceso unas cuantas veces más para luego guardar una foto de él y Zayn, lo iba a extrañar tanto. Cubrió su cuerpo con la gran chaqueta que le regaló Zayn, ese día había sido todo tan lindo. ¿Qué les pasó?

Colgó el bolso en su hombro para posteriormente dirigirse a la habitación de invitados, no se iría sin antes ver una última vez a su novio.

Se posicionó en el marco de la puerta, notó como Zayn se movía de un lado a otro, al parecer ninguno había podido dormir.

—Adiós.—susurró para si mismo.

—¿Bebé?—preguntó Zayn con voz grave.

No sabía cuanto tiempo se había quedado viéndolo a escondidas pero al parecer ya no era un secreto. Se escondió tras la puerta intentando no ser descubierto y para su suerte o desgracia no lo fue.

Zayn tenía sus sentidos alerta, creyó haber visto a Niall pero no podía confirmarlo teniendo en cuenta que en esos momentos el sueño era lo que inundaba su cuerpo, algo muy lejano a lo que sentía a ahora.

Por otro lado, Niall intentaba alcanzar unos paquetes de galletas para sobrevivir en cuanto se hubiese ido.

Tomó el pomo de la puerta principal con inseguridad, no quería. Definitivamente no quería irse, pero tampoco deseaba que Zayn pasará su vida junto a él por compromiso y no por amor.

Sintió una mano cálida posarse sobre la suya y enseguida supo que había sido descubierto.