ENTRE MÁS UTILIZABA EL PODER de purificar para sacar del camino a los Umbras que aparecían de entre los árboles, mas cansada y agobiada me sentía.
Seguíamos corriendo en la oscuridad, las llamaradas de Niven iban desapareciendo a nuestras espaldas mientras yo cortaba a todo el que nos cortara el camino. Rosetta apartaba a los Umbras de vez en cuando, pero su espada lo único que lograba era aturdirlos por un par de segundos.
Escapamos por lo que parecía una eternidad, un dolor insoportable comenzó a crecer en mi costado derecho, voltee a verlo por un par de segundos pero no tenía ninguna herida, me pregunte si tal vez estaba sintiendo el dolor de Lyon por estar fusionada con él.
— ¿Te encuentras bien?, estas pálida— Rosetta corrió a mi lado mientras que salíamos del bosque y a un camino de tierra, sus ojos verdes me analizaron detenidamente con preocupación, no podía creer que me estuviera ayudando cuando le había robado horas atrás, tal vez era porque estaba fusionada con Lyon y ella lo alababa.
—No me siento bien— dije mientras que llegábamos a la mitad del camino de tierra, mi pie derecho golpeo contra una piedra en el camino haciéndome perder el equilibrio por completo, golpee la tierra de lleno mientras que sentía como el mundo me daba vueltas.
Lyon salió de mi cuerpo, tomo forma humana, y no tomo mucho tiempo en colapsar a poco menos de un metro de donde yo estaba. Su piel brillaba ligeramente bajo una capa de sudor mientras su respiración entrecortada y su rostro contorsionado daban la impresión que estaba bajo mucho dolor.
— ¿Qué está pasando?— Rosetta volteaba a ver a todos lados con su espada en alto, estábamos en espacio abierto, los Umbras nos podrían encontrar fácilmente, aunque los habíamos perdido hace rato.
Ninguno de los dos le contestamos, pero en realidad no sabía que decir porque nunca había experimentado este tipo de malestar, era como si mi interior estuviera hecho trizas.
Tarde un par de segundos pero luche contra mi mal estar para ponerme en rodillas, respirando trabajosamente y con la vista viajando de un lugar a otros, Rosetta tuvo que ayudarme a ponerme en pie.
—Ayúdalo a él— le dije cuando mi visión se comenzaba a estabilizar, y sentía que podía volver a caminar. Mire a nuestros alrededores en busca de un lugar a donde pudiéramos descansar sin estar en peligro inminente.
Al final pose la vista en un grupo de árboles al otro lado de la carretera, no los suficientes para ser llamados un bosque pero si los necesarios para servir como un refugio en caso de que los Umbras nos buscaran en esta dirección.
—Nos esconderemos ahí— ayude a Rosetta a poner a Lyon de pie y entre las dos, lentamente, nos adentramos en nuestro pequeño refugio.
***
Después de toda la adrenalina y el miedo vino la desconfianza, y era de esperarse. Los tres nos encontrábamos en distintos lugares de una formación singular, cada uno apoyado en un árbol mientras nos mediamos con la mirada, o por lo menos yo lo hacía.
Lyon se veía menos adolorado pero no mucho mejor que hace un par de minutos, su piel tenía un tinte verduzco mientras respiraba entrecortadamente y mantenía su mirada enfocada en mí. Por otro lado Rosetta se encontraba mirando fijamente el piso con una mirada desolada, me preguntaba si seguía sufriendo por sus guardias.
— ¿Qué deberíamos de hacer ahora?— el susurro de la princesa me asusto, no habíamos hablado desde hace rato así que me sorprendió que ella comenzara la charla.
La mire unos segundos sopesando la respuesta antes de que Lyon me robara la palabra— Podrían comenzar contestando alguna de mis preguntas.
Inconscientemente me tense ante su voz tajante, era increíble lo superior que se escuchaba aun estando tan débil, su mirada se volvió gélida mientras la pasaba sobre nosotras como si fuéramos un par de Umbras.

ESTÁS LEYENDO
Sombra de Estrellas
FantasíaUn monstruo de oscuridad y destrucción plagaba las calles del mundo, hasta que un chico hizo un pacto con una estrella para enfrentarlo. Al final de la batalla la oscuridad se desvaneció, pero con ella también lo hicieron los héroes, dejando atrás u...