Sombra de Estrellas

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LA RABIA ME CEGÓ MIENTRAS jalaba de la daga fuera de las manos de Lyon y la lanzaba con precisión y con fuerza contra Bramos, una sonrisa se dibujó en su rostro antes de que su figura desapareciera dejando que la daga terminara golpeando una columna de concreto que había estado detrás de él.

— ¡Rayos!— grite mientras me ponía en movimiento, mis instintos me decían que saliera lo más rápido posible de aquel lugar, pero mi mente y corazón habían cambiado, tenía que ir por Rosetta, tenía que ver a Roman de cerca y tenía que intentar salvar esta ciudad.

Empuje a un par de Umbras fuera de mi camino con patadas y golpes para luego caer de rodillas al lado de Roman, tenía sus ojos entrecerrados fijos en el rostro de angustia de Gareth, la piel pálida y la comisura de sus labios embarrada por su sangre.

— Roman, Roman, Roman...— Gareth decía aquellas palabras como un mantra mientras que apretaba el ensangrentado pecho de su amado.

Lentamente, Roman levanto su mano y la coloco sobre el pecho de Gareth para luego comenzar a susurrar con sumo esfuerzo— tienen que...— las palabras se confundían con sonidos de gorgoteos provocado por la sangre que aun salía de su boca.

— No, no entiendo— dijo Gareth entre sollozos mientras apretaba con fuerza la mano de Roman que permanecía sobre su pecho.

En medio del caos y la desesperación a mí alrededor sentí una extraña serenidad mientras me agachaba para poner mi oído sobre su boca, dispuesta a escuchar sus últimas palabras.

— Salvar a mi hermana... salvar a mi pueblo— sus palabras quebraron mi corazón, aquí estaba sobre el cuerpo de una persona moribunda que solo anhelaba que salvaran a su familia y a su hogar, era un deseo que comprendía perfectamente.

Cuando levante el rostro, Gareth me estaba viendo con los ojos repletos de lágrimas, pero con una mirada de decisión, parecía que ahora si había escuchado las palabras de su rey.

Roman dio un último respiro antes de que su respiración se cortara por completo y sus ojos verdes perdieran por completo su enfoque, espere a que un alarido viniera de la boca de Gareth pero nunca llego.

En silencio, Gareth bajo el cuerpo de Roman hasta que estuvo completamente sobre el suelo, luego le cerró los ojos y beso suavemente su frente— buenas noches Roman, que las Estrellas guarden tu camino.

Después de decir aquellas palabras el caballero respiro hondo y me miró fijamente— tenemos que escapar, salvar a la princesa y llevar a los pobladores que podamos hacia el puerto, esa era la ruta de escape prevista por Roman en caso de una emergencia— justo cuando aquellas palabras salieron de su boca un enorme estruendo se escuchó en la habitación, una luz plata cubrió todo el salón cegándome por unos segundos.

Cuando la luz sucumbió lo único que quedo fue el silencio absoluto, mira a mi alrededor y me encontré con personas heridas sobre los cadáveres de otras que ya habían perecido en el ataque, pero en ningún lugar del salón vi un Umbra.

Mis ojos vagaron por el resto de la habitación hasta que encontré a Lyon protegiendo a Rosetta, con los brazos extendidos frente a él y con el rostro cubierto en sudor; cuando cayó de rodillas supe que se había extenuado al utilizar su poder.

— Tenemos que sacar a Rosetta de aquí, vamos— me levante y con paso rápido me dirigí a donde estaba Lyon, me arrodille hasta quedar a su nivel y sentí la preocupación crecer en mi interior— ¿Qué te pasa?, ya has ocupado tus poderes antes contra los Umbras, nunca te había visto tan extenuado por hacerlo.

— Expandí mi ataque a toda la ciudad, por eso estoy extenuado— su declaración me sorprendió, no sabía el límite de sus poderes— la ciudad debe de estar libre de Umbras, pero Ezra... Bramos traerá más en poco tiempo tenemos que salir de aquí— con sumo esfuerzo Lyon se puso de pie y luego se volteó lentamente hasta lograr mirar a Rosetta, quien se encontraba hecha un ovillo en el suelo manchado de sangre del salón.

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