Capítulo 23- Aún te amo

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Hoy es el día de la boda de Abie y half, no se como sentirme respecto a este día, me siento trsite, confuso, enojado, estoy como en shock, durante toda esta semana y media no he hecho más que insistir a Abie que no se case. Ella simplemente pasa de mi. Ayer, por ejemplo me entere que iba a recoger su vestido de novia y la seguí, la espere en un probador y cuando llego intente hablar con ella, claro se que esa tal vez no era la mejor manera de confrontarla, pero estoy desesperado, no se que más hacer para que ella entienda que tiene que estar conmigo y no con Half.

Nadie sabe que he regresado, Abie tampoco ha dicho nada, está como si nada. De lo único que si estoy seguro es de que ella aún me ama, puedo ver en su mirada que aún me tiene amor, los dos años que estuvimos separados no influyeron en nuestros sentimientos, es por eso que no me he dado por vencido, inclusive hoy.

Salgo de mi casa ya arreglado, exactamente en 20 minutos comienza la ceremonia, tengo que llegar hasta ella para decirle una vez más que la amo, es mi última oportunidad.

Subo a mi coche y arranco a toda velocidad, 10 semáforos en rojo después y he llegado. Entro por la parte trasera y voy hasta el lugar donde Abie está. Hay gente por todos los pasillos, pero por suerte nadie me conoce, al parecer todos están ya en el jardín, cuando llego a la habitación donde está ella, me entra miedo, es mi última oportunidad.

Abro la puerta y busco a Abie, ella no está por toda la habitación, el miedo de que ya se haya ido me invade, estoy a punto de salir al balcón cuando la puerta del baño se abre y ahí está ella. Hermosa, como una jodida princesa. Ella me ve y se queda en shock, está sorprendida de verme aquí, yo lo estoy pero de verla vestida así, ella está hermosa en ese vestido de sirena, sinceramente es la mujer más hermosa que hay en la tierra.

-¿Qué haces aquí?,  ¡DÉJAME EN PAAAAZ!, grita Abie.

-Yo, yo no, consigo decir.

-¿Tu no qué Elliot? 

-Yo no puedo permitir que te cases con Half Abie.

-No te estoy pidiendo permiso Elliot.

-Tu me amas, estás cometiendo el mayor error de tu vida, le digo.

-¿El mayor error de mi vida?, ¿Casarme con el hombre que amo, es un error?, grita Abie.

Escucharla decir que ama a Half también es un martirio siempre, simplemente no puedo aceptarlo.

-Tu también me amas aún.

-Eso no importa Elliot, en está vida no ganan los que aman a otra persona, gana la persona que ha estado contigo en los momentos difíciles, gana la persona que te enseña a estar completa de nuevo, gana el que te repara cuando te encontró rota, gana el que está a tu lado todos los días, gana el que te dice con la mirada que estará siempre cuando lo necesites y ¿sabes qué? Cuando te miro a los ojos no puedo ver que te vayas a quedar para siempre, en cambio miro los de el y puedo verlo, puedo sentirlo, el me da paz, seguridad, amor y si, lo amo, lo amo a el.

Trato de asimilar lo que me ha dicho, siento como el alma se me está partiendo, la perdí.

-¿Es lo qué quieres?, ¿a Half?

-Si, contesta con lagrimas en los ojos.

-¿Segura?

Di que no, di que no, di que no.

-Si, segura.

-Está bien Abie, acepto mi derrota, te perdí, ¿no?, te dejo ir, solo no olvides que cuando tu aceptes ser su esposa, yo no voy a volver a insistir, desde ese momento solo serás la mujer de mi mejor amigo.

Ella suelta una lagrima y me mira a los ojos, puedo ver tristeza en ella.

-Adiós Abie, se feliz.

Me doy la vuelta y cuando estoy a punto de salir:

-¿Elliot?, me llama.

Volteo y la miro.

-Aún te amo, siempre lo haré.

Asiento y me voy, hoy he perdido y acepto la derrota.

Salgo del jardín, de pronto necesito desesperadamente aire, me recargo en auto y respiro, siento las lagrimas caer, por primera vez estoy llorando en mucho tiempo, el dolor no cesa, a lo lejos escucho la celebración de todos, se han casado.

Yo no tengo nada que hacer aquí.

Cuando un narco se enamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora