Capítulo 20- Cobarde y Adiós.

3.1K 142 7
                                    

No puedo seguir así. 

Me subo a mi camioneta después de lo que paso con Abie, no puedo seguir así, esta noche definitivamente fue un error, ella está bien con Half y a pesar de que eso no me guste, debo reconocer que es lo mejor para ella, necesita seguir adelante. Pero joder, pensar que otro la puede hacer feliz me mata y lentamente, se que si dejo que las cosas sigan fluyendo ellos llegarán a ser serios, maldita sea se casarán y tendrán bebés. Una imagen de ella cargando a un hijo que no es mío aparece en mi mente y entonces estoy seguro que oigo romperse algo dentro de mi.

Llego a mi casa y lo único que necesito es tomar un trago, me sirvo un whiskey canadiense y el trago me cae excelente, solo quiero olvidar.


La maldita alarma no deja de sonar, estoy seguro que la he pospuesto como 20 veces, joder mi cabeza se siente como si fuera a estallar. Me levanto y observo que son pasadas de las 11 de la mañana, nunca duermo hasta tarde, pero esta vez lo necesitaba, elijo la ropa que usaré hoy y me meto a bañar, el agua se siente como un jodido paraíso. Salgo y como antes de irme hacia la empresa, necesito poner en orden muchas cosas. 

En cuanto llego a la empresa saludo a Adrin y le digo que llame a Abie, necesito hablar con ella.

10 minutos después y Abie está tocando a mi puerta.

-Adelante, digo.

En cuanto entra casi me arrepiento de haberla llamado, está preciosa hoy, joder todos los días es una preciosa.

-¿Me mando a llamar señor?, pregunta.

-Si, siéntate, necesitamos hablar. 

Ella parece confusa, toma un respiro y se sienta.

-Siento mucho lo que paso ayer, pero no me arrepiento, le digo sin más.

Ella parece sorprendida y antes de que pueda hablar la interrumpo.

-Espera, como te digo lo siento pero no me arrepiento, necesitaba besarte tanto, se que no soy una persona que se preocupe por otras, pero tu me importas Abie, así que a partir de ahora te dejaré en paz. 

-¿De qué hablas?, ¿qué quieres decir?.

Se que lo le diré me hará pedazos pero es la única manera en la que ella puede ser feliz.

-Me voy a transferir, la empresa abrirá otra sucursal en Alemania, iré a dirigirla, no te preocupes tu seguirás trabajando solo que será aquí, la empresa la manejará Half. 

Puedo ver como su mirada decae.

-¿Eso es lo qué quieres?, pregunta.

-Es lo mejor, respondo.

Ella se levanta y asiente.

-Perfecto, espero que tenga un buen viaje Señor, ¿cuándo se va?

-Está misma noche, le digo sin mirarla a los ojos.

Ella parece querer llorar, pero no lo hace. En cambio se dirige a la salida, antes de irse susurra.

-Cobarde.


Soy un jodido cobarde, Abie tiene razón. Se que irme demuestra que lo soy, pero esto lo hago por ella, no por mi, ella no puede querer a un hombre como yo, sin alma.

Tengo todas mis cosas en el aeropuerto, en 10 minutos abordaré mi avión, no puedo creer que estoy dejando a mi país, a mi vida, a Abie.

Escucho como empiezan a llamar a los pasajeros de mi vuelo, es hora de irse.

Estoy a punto de llegar a la sala de abordo cuando escucho:

-¡Elliot!

Volteo sabiendo perfectamente de quien es esa voz.

Llego hasta donde está ella y casi se me doblan las rodillas, ella está llorando, es por eso que necesito irme.

-¿Qué pasa?, ¿qué haces aquí Abie?

-No te vayas por favor.

-Abie...

-Por favor Elliot, no te vayas, me iré de la empresa si lo quieres, voy a dejar a Half incluso, pero por favor no me dejes...

Puedo sentir mi alma romperse por completo.

-Lo siento, la decisión está tomada.

-Yo se que me quieres Elliot, no nos hagas esto, tu y yo nos queremos.

Estoy a punto de responderle cuando me toman la espalda. Volteo y veo a Judith.

-El avión está a punto de irse cariño, me dice tranquilamente.

Volteo hacía Abie y puedo ver el dolor en sus ojos, se lo que se está imaginando, cree que estoy con ella, estoy a punto de decirle que Judith es mi prima cuando de pronto creo que es lo único que hará que se vaya.

-Adelantate Judith, ya te alcanzo, le digo.

Judith se va y Abie solo se queda en silencio.

-Abie, yo...

-Para, entiendo. Vete Elliot.

El tono en su voz me hace titubear.

-Adiós.

Me volteo y mis piernas me fallan, no quiero irme. Es lo mejor, susurra mi mente.

Camino hacía la salida.

-¿Elliot? Llama Abie.

-¿Si?, contesto sin voltear.

-Voy a desaparecer de tu vida, la próxima vez que vuelvas a saber de mi será porque te llego la invitación a mi boda, te voy a olvidar y seré feliz con alguien más.

Puedo sentir la ira subir por mi garganta, me toma todo lo que soy para moverme y me subo al avión.

Vida de mierda.


Cuando un narco se enamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora