Capítulo 3- No me gusta

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Llego a la oficina increíblemente tarde, no puedo creer que me haya quedado dormido, eso no me pasa nunca a mi, no entiendo por que. Si lo sabes, mi conciencia me responde, bueno claro que lo se, anoche prácticamente no pude conciliar el sueño, creo que a las 4.00 am aún estaba despierto, era una sensación rara, como si algo no me permitiera dormir, o alguien. Joder no, saco mis pensamientos y me dirijo a mi oficina.

Saludo a Adrin y entro rápidamente en mi oficina, reviso mi agenda y veo que hoy no tengo un día tan ocupado, excelente, así puedo ir a checar mi otro negocio, Brad me dijo acerca de un problema con un distribuidor.  Ese tipo de asuntos los tengo que ver yo personalmente, no necesito inconvenientes ahora mismo.

Paso toda la mañana resolviendo asuntos en la empresa, observo que es la 1 de la tarde y decido que es hora de ir a la bodega. Tomo todas mis pertenencias y salgo de la empresa.

Estoy a punto de subir a mi auto cuando veo a una señorita salir de la empresa, se quien es, joder la reconocería en un millón, espero frente a la acera para ver lo que hará, al parecer trata de conseguir un taxi y antes de que pueda detenerme ya estoy cruzando la avenida para llegar a ella.

-Señorita Waldorf, digo para llamar su atención.

Ella voltea y entorna la mirada, cuando ve quien soy se sorprende, sus ojos casi se salen de sus órbitas.

-Señor Bass, ¿qué hace aquí? 

-Estoy a punto de ir a algún lugar, miento, obvio no puedo decirle a donde voy, ¿usted?

Parece dudar de responderme, mientras lo hace aprovecho para verla bien, tiene puesto una falda en color negro, de esas que son hasta la cintura, hace que sus curvas se marquen perfectamente, lleva puesta una blusa blanca simple y alrededor de su cuello lleva un ¿pañuelo? no se porque mierda lo lleva, ahora que lo pienso, las dos veces que la he visto lleva puestas cosas que no son muy el estilo de aquí, creo que tiene esa cosa con la moda, porque lleva todo a juego.

-Bueno, es mi hora de comer, iré a buscar un sitio para hacerlo, se voltea hacía la avenida.

¿Acaso me está ignorando? Un malestar se instala en mi pecho, no me gusta sentir que que me esta ignorado, no debería importarme. Ella sigue mirando hacía la avenida, tal vez debería tomar eso como una seña para irme, pero por supuesto otra vez no estoy pensando.

-Yo podría llevarla, digo en una media sonrisa.

Ella voltea lentamente sin sonreírme un poco ¿Acaso no sonríe nunca?

-Agradezco su amabilidad Señor, pero no, gracias, entonces un taxi se para y ella sube en el, antes de que arranque me da un asentimiento y se va.

¿Qué carajos acaba de pasar?

Llego hecho una furia a la bodega, no puedo creer que esa chiquilla me rechazará, osea nadie me había rechazado nada antes, ni siquiera un aventon.

Entro en mi oficina y comienzo a llamar a mi jefe en distribución. El entra al minuto que lo llame.

-Viejo, tenemos que hacer algo con es maldito distribuidor, me está dando muchos dolores de cabeza, contesta Half al momento de entrar.

Half es mi segundo hombre de confianza, cuando no está Brad, podría confiarle mi vida a el.

-¿Quién es? pregunto 

-Gail Hamlet.

-Mierda, es uno de nuestro mejores distribuidores en esa zona, no podemos desaparecerlo así nada más, respondo.

-Lo se Elliot, pero en serio nos dará más problemas, está pidiendo más dinero por su plaza, si no accedemos ya amenazo con ir a la policía, si va, nos hunde, tiene pruebas.

Cuando un narco se enamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora