LA CARTA Y DIARIO DE UN PSICOPATA ASESINO

El monstruo Walter (el fin)

Una vida es muy corta para vivirla en total soledad, desde la última experiencia algo desesperante ya han pasado dos meses y en ellos los cambios en mi vida y en mi persona han sido notables, cada momento los he pasado con Eliana esa chica rubia que ya me he acostumbrado decirle así, suena con un toque de cliché, pero entre nuestras locuras nos complementamos. Hasta llegue a cambiar de casa, pero no llegamos a casarnos, el matrimonio acaba muchas locuras con una larga estupidez, y lo mejor es que ella piensa lo mismo. Lo de mudarme solo lo hice para complacerla al parecer ha sido su sueño vivir en una casa en los suburbios y quien sabe tal vez también ha sido mi sueño tener una vida normal en un barrio donde ves a los niños pasear en bicicletas con la tranquilidad de no ser atropellados por algún loco, que yo después tenga que matar, el ansia está más controlada que nunca, y debo admitir que la forma de deshacerme los cuerpo es un poco más sencilla, antes los incineraba, otras veces se los daba de comer a los animales, pero con el sistema de alcantarillado que conecta directamente con un sistema de drenado en el mar, ahora solo debo cortar cada extremidad y lanzarlo, y digamos que terminan como son , una basura que es llevada por las corrientes del mar. La tensión en el trabajo ha ido aumentado desde la última vez vivo con el miedo de ser atrapado. Qué raro yo sintiendo miedo. Aunque no he dejado de buscar a los dos cabos sueltos y he intentado seguir sus pasos, pero ni un rastro. Las última veces que intentado matar algún inconveniente se presenta, y ahora tengo que fingir el doble para disimular el ansia, pero cuando llego a mi casa la libertad es infinita, poder hablar con alguien de esos temas y planear como matar es algo que con alguien normal no es posible, y a pesar de que mi vida tomo un rumbo diferente en este momento me tiembla las manos al escribir esto.

Abrí los ojos después haber dormido tranquilo y con la seguridad de despertarme y ver el rostro sonriente de la libertad, lo que me hace pensar si la uso para mi bienestar mental o tal vez así funciona el amor, pero alguien como yo no puede sentirlo así que es lo primero. En cada mañana ella siempre habla sobre el tema de tener un bebe, pero yo terminaba cambiando el tema, porque sabía de lo malo que puede ser la humanidad, aunque ese día no lo hizo, me pareció raro y pensé en que tener alguien y darle eso que yo no pude, tener una vida normal, y en verdad me gusta los niños no hay nada más inocente y menos corrompido que ellos y así que yo fui quien saco el tema a luz diciendo:

— ¿Qué te parece la idea de tener un bebe?

Ella solo sonrió hasta el punto de sonrojarse, salta de alegría se acerca a mí y me besa, la levanto y la coloco encima de la mesa y con movimiento sincronizados, con nuestros cuerpos cerca del otro, podía sentir su respiración en mi cuello y con cada suspiro sentía un cosquilleo que estimulaba cada movimiento, con sus manos en mi espalda apretando con fuerza ella me controlaba, y en perfecta armonía hubo un último suspiro. De la sala pasamos a la habitación. Y después de unos minutos me doy cuenta que ya es tarde para llegar al trabajo. Me empiezo a cambiar y mientras me coloco la camisa ella coloca sus brazos delicados y con una voz un tanto exhausta dice:

— ¿Por qué no te quedas hoy? Llamas al trabajo y dices que no puedes llegar y te prometo que no nos apartaremos de la cama

— Nada me gustaría más, pero no puedo en este momento, las cosa están algo apretadas en el trabajo, mejor nos vemos en la noche

No puedo dejar de decir mentiras, pero es algo que hago y hace parte de mi persona o sea lo que sea yo, pero la razón por la cual no puedo quedarme en casa es por una corazonada inevitable sobre esos dos cabos sueltos.

Llegue hasta la oficina con esa esperanza, pero nada ni un solo rastro, la rabia e impotencia era inevitable y en el momento cuando con un gran golpe en la mesa doy, a mi oficina llega Wilson y dice:

— No sé qué te pasa, pero mantén la calma que todo se da a su tiempo

— Es que no he podido encontrar un documento que llevo tiempo buscando, pero tranquilo que necesitas