Karma (parte 1)

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Abrí los ojos irritado, era difícil ver con claridad ya que había una oscuridad que llenaba la habitación, lo único visible era un resplandor del sol que entraba por la grietas de una ventana, no lograba moverme era claro que me encontraba atado; ni un gota de agresividad cae de mi frente, respiro profundo, y me mantengo en silencio, esperando lo que sé, que posiblemente es inevitable, y vuelvo a cerrar los ojos. Después de unos minutos una luz se enciende esta evita que siga con los ojos cerrados, y escucho unos pasos, pero que se mantienen a la distancia, mientras la silla algo cómoda se inclinaba para atrás; en el momento cuando quede mirando totalmente hacia el techo, los pasos se acercan a un más, había una fuente lumínica algo brillante justo enfrente de mi rostro que no me dejaba apreciar quien estaba en la habitación, tan solo se veía una silueta, que después de un segundo de verme, comienza a reírse de una forma que yo considero muy graciosa, pero no podía reírme en su cara, ya que yo he estado en su posición miles de veces y lo consideraría una falta de respeto, el tiempo se hace lento y el silencio en la espera de que alguno de los dos diga algo, hasta que el sonido de una motosierra no la deja esperar, y debo aceptar tenía miedo y vi pasar mi vida frente a mis ojos, pero me salte todos esos momentos llenos de soledad, falso amor, y sangre; tan solo pienso en como llegue a estar en ese lugar. Comenzó cuando me encontraba con la chica de cabello rubio en el auto, íbamos hasta la comisaria ya yo tenía una idea de quien podría ser, en el camino los dos nos manteníamos en silencio y creo que los dos imaginábamos lo mismo, ¿Cómo matarlo?

Al llegar yo salgo rápidamente y ella quiere seguirme, pero inmediatamente le digo que se quede y espere, ella da un paso atrás y lo hace sin replicar; entro y corro hasta mi estación de trabajo yo parecía un loco desesperado intentando encontrar cualquier cosa que relacione a las víctimas del parque, nunca me había importado alguien, pero una persona inocente no merece morir de una manera tan brutal a menos que me lo pida; mientras yo estaba alterado sin haber encontrado algo de relevancia, se me acerca unos de los oficiales más desesperantes, Javier, que lo único que hace cuando me ve, es juzgarme por cualquier cosa, y dice—pareces un loco, espero que seas de valor para el caso, lo cual dudo—el seguía hablando, pero si no quería oírlo, no lo iba hacer, él era el único capaz de captar que soy un extraño y que finjo cada una de mis acciones delante de la sociedad. Solo le respondo—en este momento estoy investigando algo sobre eso mismo, así que mejor guarda silencio, desperdicio—él se me acerca y de una manera hostil y dice—que acabas de decir, bicho psicópata, no te hagas el valiente—no muevo ni un solo musculo, tan solo mantengo mi mirada en el papel, necesitaba encontrar esa relación; hasta que vi algo que talvez al verlo por encima no se vería de gran importancia, el lava autos, al parecer las victimas iban al mismo lava autos, ya lo habían investigado, pero sin el valor ni el deseo que tengo en este momento de encontrar al asesino culpable de tal atrocidad de hacerme enojar; Javier aún se encontraba cerca de mí con una expresión de oído en su mirada, tal vez vio cuando encontré la pista, pero no le di importancia, y me coloco que dé pie de una manera calmada, agarro la carpeta con los documente que necesito , pero Javier tan solo de una manera desesperada intenta detenerme, no quería ningún tipo de distracción y ya yo sabía que hacer, enojarlo aún más para quitármelo de encima, le digo--¡aparte de mi camino! Basura inservible, no estoy de humor para tu mal intento de saber cómo soy en realidad—lo hice con la intención de que tan solo escuchara el, me retiro, y el solo se mantiene en silencio, camino dándole la espalda, al llegar donde había más gente, el responde de una manera tan predecible, y tan hostilmente que me empuja con gran fuerza y yo tan solo me dejo llevar hasta caer al suelo, todos alrededor se quedan sorprendido, y solo agarran al loco aparente, a Javier, y era el momento de mi actuación, y solo mantengo una expresión de susto; mientras todo me preguntan ¿Qué paso?, y solo digo—no hice nada—el solo me ve con gran frustración mientras lo mantienen agarrado; mi boleto de salida fue cuando Wilson dijo—mejor vete, para evitar una tragedia—no refuto y haciendo caso me voy, llego hasta el ascensor, y mientras la puertas se cierran, Javier me ve y yo le sonrió, y cuando cierran, escucho un grito de rabia lleno de frustración.

LA CARTA Y DIARIO  DE UN PSICOPATA ASESINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora