LA CARTA Y DIARIO DE UN PSICOPATA ASESINO

la oscuridad

Perdí la inocencia a una edad muy anticipada. Y dejó una marca en mí que al comienzo de mi vida no sabía cómo tratarla hasta que en un punto me di cuenta cual era mi verdadero camino. No era el vivir normal si no el vivir como quiero y como lo dicta mi mente que psicólogos dirían que esta perturbada, cuando supe cuál era mi propósito diario no lo tenía muy claro, pero cuando a altas horas de la noche veo un camino oscuro y cuando empiezo a caminar entre las oscuridad de esas calles me hace sentir cómodo. Hay veces que pienso que todo no está en mis manos pero la oscuridad me hace sentir parte de algo. "yo no miro la oscuridad como algo general si no como algo abstracto que solo yo puedo entender, porque soy el que realiza un arte en ella".

Al entender a la oscuridad se podrá saber que siempre habrá una luz al final de la calle como llegues a la luz depende de ti, y lo que hagas con esa luz también depende de ti. Yo tome la decisión de aprovechar la luz y la oscuridad; una la uso para encajar en la sociedad para que piensen que soy normal, y la otra para hacer lo que me satisface. Al terminar de decirle esto a Frank mi víctima de la semana él era un interesado, manipulador y desgraciado, lo último que hizo Frank causo que lo pusiera en mi lista. Elena era su esposa una mujer con grandes cantidades de dinero una esposa amorosa, por desgracia el único error que hizo en la vida fue casarse con Frank ya que al año de casados Elena termina muerta en la bañera bañada en sangre, los policías dijeron que fue suicidio. Pero yo no creí la imagen de esposos viudo y triste. Sin dudar Frank debía morir de la manera más indignante posible, en un charco al lado de la basura más corrompida, le corto la lengua y lo dejo desangrarse para que su muerte sea más lenta y llena de desesperación por tanta sangre saliendo de su cuerpo frio y estremecido, su muerte sucedió a altas horas de la noche en una calle oscura, pero para desgracia de Frank en esa calle no había ni un solo vistazo de luz. Algo que recuerdo que me dijo Frank antes que le cortara la lengua fue que él y yo somos iguales lo único que nos diferencia es nuestra forma de ver el mundo, a eso yo le dije: en nuestras mente podemos tomar las decisiones que queramos, pero al momento de realizar acciones en la vida real, nuestra forma de ver el mundo cambia tu tomaste la decisión de matar alguien sin saber a quién afectarías, pero yo mato a quien lo merezca y aquel que afecta cuando esta en este mundo. Creo que la diferencia es mucha.

En una persona normal pueden existir muchos momentos de temor o suspenso, lo único que contiene suficiente suspenso es la primera vez el primer beso, el primer amor, la primera palabra. De alguna manera sabrás cual será el momento adecuado para hacer algo nuevo o sentir algo nuevo. Todos tenemos algo que ocultar. Ese secreto que no quieres que nadie sepa porque puede dañar a las personas que más amas, o simplemente te puede dañar a ti. Alguna zona oscura dentro de nosotros que no pretendemos que el mundo vea. Aparentamos que todo está bien. Envolviéndonos en arco iris. Quizás es lo mejor que podríamos crear, porque algunos lugares son más oscuros que otros. Los arco iris son un espejismo. Reflejando la luz nos hacen creer que hay algo allí, cuando en realidad no hay nada, eso ocurre cuando tratamos de fingir. Todo lo bueno en tu vida ya realizada puede decaer en el cuándo tu secreto más oscuro sale a luz y cuando están a punto de descubrirlo en mi caso no sé qué siento pero creo que es miedo.

En el momento que llegue a mi apartamento lo primero que hago es encender la televisión esperando a llegar a ver algo que despierte mi interés paso canal por canal esperando que el destino me depare algo que me distraiga, pero antes de que pasara tres canales logro ver el canal de noticias y como noticia principal "fanatismo religioso" estaban hablando de mí, por unos segundos me sentí por lo que hago, pero se logró caer cuando mostraron la casa donde hice mi obra de arte en el techo ya que después de eso mostraron un dibujo del presunto asesino era yo con la misma mirada perdida pero llena de odio, mi mismo cabello bien peinado aunque no acertaron en el color de cabello, y mi misma sonrisa agradable que solo logra salir a veces, aunque que el dibujo no se parece a mí, aun así están siguiendo mis pasos, pero lo que intente, cuando lo intente, y por mucho que lo intente nunca lograran atraparme; pero eso no quita que tenga un poco de temor.

Después de ver la noticia apague el televisor con gran rabia y asombro, en ese instante tocan la puerta perecía como si la persona que tocaba estará huyendo de algo o de alguien, después de pensarlo dos veces abro la puerta lo más relajado posible, al abrirla hay estaba ella la joven rubia mirándome con una expresión muy fría en su rostro, antes de que ella dijera algo que a lo mejor no me importaría oír le digo: si vienes a advertirme o darme otra caja llena de cartas de personas que no solucionan sus propios problemas, creo que ya he dejado claro que no quiero tener nada que ver contigo. Quiero que tengas algo en claro no conoces mis secretos más oscuros y si quieres conocerlos creo que no te gustarían y te terminarías suicidando por todo lo que hiciste por una persona más dañada que tú.

Ella sonríe. Por un momento me pareció extraño pero dijo algo me pareció a un más extraño, ella dijo: se lo que has hecho en tu vida y se lo que vas hacer después. No intentes alejarme porque Lo que intentes, cuando lo intentes, y por mucho que lo intentes estaré siempre delante de ti, por una simple razón me perteneces. Solo te quería dar un consejo ya es el momento que cambies de distracción para la policía. Ella dice eso mientras se va del lugar dándome la espalda con una sonrisa en su rostro. Todo pasó tan rápido que no hice nada más que cerrar la puerta y me deja con una pregunta en mi cabeza ¡¿Qué carajos acaba de pasar?!

Hay momentos en nuestras vidas en lo que todo parece ir mal sin importar nuestras voluntades o sin ninguna razón o motivo aparente, los problemas llegan a nuestras vidas.