Deseos inevitables.

Dos en uno.

Al ver a Vegeta en su mesa sentado como en los viejos tiempos la morena se sentia plena y mas calmada. Preparandole algo de comer sabiendo que extrañaba sus delicias. Viendo como el príncipe en silencio comia con gusto todas las cosas que le preparaba su segunda mujer. Ya que por fin ella entendía que no era solamente sexo... agradando de igual manera su bella compañía. Sonando el telefono mas de una vez aun que el principe ya sabia de que se trataba curvando una sonrisa. Conociendo bien a Kakaroto y ese carácter que se cargaba cuando estaba molesto.

— Diga — contesto Milk naturalmente.

— Hola soy Bulma — dijo la peli azul tranquilamente.

— Bulma... ¿todo esta bien? — pregunto Milk sintiéndose mal.

— Si solo te quería llamar para pedirte una disculpa. No debí hablarte de esa manera debimos hablar como dos personas adultas...

— No tienes nada de que disculparte yo fui la que estuve mal y lo lamento. No pensé que las cosas llegaran tan lejos y...

— No tienes que explicarte Milk... tranquila yo entiendo. Bueno te dejo que tengas buen día — dijo con voz suave Bulma colgando el teléfono.

— Tu igual.

Milk no lo podía creer. Volviendo a la cocina sentándose al lado de Vegeta.

— Mi mujer te llamo ¿no? — indico el sayayin muy seguro.

— Si me pidio disculpa por lo que me dijo. Por kamisama soy yo la que se siente mal.

— No deberías estan en igualdad de condiciones, no tenia por que hablarte de esa menera. Yo aun estoy enojado con ella y bastante.

— Pero Vegeta es tu esposa.

— Pero tu tambien lo eres...

— No entiendo nada.

Vegeta dejo de comer para acercarse a ella.

— Milk... no lo entiendes por que eres humana. Un sayayin puede tener a mas de una hembra es normal en nuestra raza si lo deseamos. Te señale como mi segunda por que tu esposo me lo permitió al igual que tu...te amo y te respeto al igual que al baboso. — le explico el sayayin por segunda vez.

— Ustedes son raros... toda una vida viviendo con sayayines y aun no los entiendo. — dijo Milk con frustración.

— Somos locos por naturaleza y selectivos con las mujeres... ¿no has visto la esposa de mi hermano? Con eso te lo digo todo.

Milk rió por lo bajo recordando a la marciana dulce que estaba con su hermano menor. Escuchando unos pasos que se dirigían hacia la cocina.

— ¿Están comiendo sin esperarme? — dijo Goku viendo la abundante comida que había en sima de la mesa.

— Solo Vegeta ya ves como es... — contesto Milk dirigiéndose hacia el para abrasarlo.

— Ya yo termine, los dejare solos se que tiene que hablar... — dijo muy incomodo el príncipe saliendo de la cocina.

Cuando el matrimonio se quedo solo Goku suspiro con seriedad.

— Bulma me llamo.

— Lo se Milk... yo... le reclame por como te hablo y le pedi que se disculpara.

— Goku no debiste hacer eso... — nego Milk con tristeza.

— Claro que si no me gusto como te hablo. Tu no te lo merecías, además es esta mal de su parte no tenia que reclamarte.