Al terminar las vacaciones Milk pensó que fueron las mas abrumadoras de toda su vida. Todo el tiempo tenia que aparentar que nada estaba pasando. Vegeta siempre buscaba la forma de acercarse a ella y Goku apartarla de el. Como su esposo era completamente despistado, al príncipe se le hacia fácil siempre poder acercarse discretamente.
Al llegar a la casa Milk desempaco todo. Goku le pidió si podría ir con Kaiosama a entrenar y ella no se lo negó. Después de todo habían pasado una semana entera juntos en el hotel sin nada de entrenamientos. Le debía eso. Otra de las razones era que necesitaba estar sola.
Dentro en el fondo se sentía culpable. Tener dos personas en su corazón a quien amar no era algo natural. Tenia que hacer algo y pronto.
La morena se quedo mirando las estrellas y el hermoso bosque. Pero unas manos que tocaron su espalda la sacaron de sus pensamientos.
—¿Qué te pasa Milk? — pregunto Goku haciéndola saltar.
—Dios... no se supone que estés con Kaio — dijo con los ojos muy abiertos.
—Pues estoy preocupado por ti, te note triste antes de irme así que decidí volver. ¿Pasa algo? — pregunto con una mirada tierna.
—Me siento muy mal por todo esto Goku. Es mejor que acabe de una vez—admitió Milk sentándose sobre la cama.
— Tú eres la que tienes la decisión. ¿Estas segura que eso es lo que quieres? — pregunto el guerrero quedando a su estatura.
Ella se quedo callada. Goku solo se limito a sonreír.
—Vamos se que quieres a Vegeta. ¿Por qué quieres alejarlo?
—¿Acaso no estas celoso? — pregunto ella sorprendida.
—Si y mucho... pero solo quiero lo mejor para ti — contesto sin quitarle los ojos de encima.
—Tu me estas ocultando algo —aseguro ella con mirada penetrante.
—Te imaginas cosas Milk — le dijo poniendo posando sus labios en los suyos, acariciando su largo cabello.
—Quedate conmigo antes de la batalla — le pidió ella casi rogando.
— Esta bien, me quedare contigo asi pasaremos tiempo juntos los tres, de acuerdo— asintio Goku con esa calma que ella conocia.
— Gracias — dijo abrazándolo para poder oler ese delicioso olor a pino.
—Y no te preocupes por lo de Vegeta, ya encontraremos una solución — le dijo sin dejar de abrazarla.
— Eso espero.
***
Vegeta estaba encerado en la nave de entrenamiento. La conversación que tuvo con Kakaroto aun retumbaba en su cabeza una y otra vez. No podía creer que esas palabras habian salido de la boca de su enemigo. Rebotaban en sus oídos y la imagen de la conversación llego a su mente como los rayos que intentaba esquivar.
— Quiero que me prometas algo Vegeta — comenzó Goku seriamente cuando los dos estuvieron solos en el hotel.
—Yo no te voy a prometer nada insecto — contesto con sus manos cruzadas en su pecho.
—Esto es serio. No puedo contar con nadie, solo contigo — dijo Goku sin ningún titubeo.
—Esta bien, te escucho — bufo el príncipe.
—Sabes que una batalla esta por comenzar.
—¿Y qué quieres que yo haga? Pelear a tu lado jamás, primero muerto — le recordó cortante.
—Jamás te pediría eso, escúchame. Si me pasa algo, quiero que cuides de Milk y a mis hijos por mi — le dijo sin titubeos.
— Deja de decir estupideces.
—No es una estupidez.
Vegeta se quedo congelado y pensativo. Luego miro a Goku a los ojos y negó con la cabeza curvando una sonrisa.
—No eres tan tonto como pensaba. Por eso accediste a todo esto. Por dentro te morías de celos pero lo hacías para crear un vínculo con tu esposa y poder protegerla. Muy astuto — Pensó Vegeta impresionado.
—Quería que vieras a Milk de la misma forma que yo la veo, para que llegara a importante. No lo demuestro mucho pero yo la adoro y todo lo hago por ella — explico Goku.
— Esto es una estupidez.
—¿Acaso no te importa ella? — le pregunto Goku seriamente viendo el fuego en los ojos del príncipe.
—Claro que me importa — espeto con ganas de golpearla.
—Bien, cumple tu promesa, cuídala por favor.
—Tu no te vas a morir, los idiotas como tu son difíciles de matar — gruño de mal humor.
—Gracias por el cumplido — rió Goku seguro que Vegeta cumpliría su promesa.
Kakaroto había dejado su orgullo, permitiendo toda esa locura por un solo propósito, proteger a los que amaba.
—Mierda — ladro Vegeta cayendo al suelo cansado, apagando todo para poder un suspiro del entrenamiento.
Ahora no solo tenía que cuidar a Bulma y al mocoso, si no a Milk y al los otros mocosos. El príncipe pasó su mano por su cara y suspiro. Luego sonrió negando con la cabeza seguro de que nadie lo observaba.
HOLA COMO ESTAN... SI LO SE ESTABA DESAPARECIDA PERO BUENO AQUI ESTOY. ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP VOY A VER SI TERMINO POR ESTE FANFIC DE UNA BUENA VEZ. GRACIAS POR ESTAR PENDIENTE SIEMPRE. BESOS LOS AMO MUCHO.
NOTA; GRACIAS A UNA LECTORA COMETÍ VARIOS ERRORES ASI QUE LO ARREGLE. MIL DISCULPAS. ESO PASA CUANDO DEJAS UNA HISTORIA POR TANTO TIEMPO, NO LO HAGAN xd
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Deseos inevitables.
FanfictionUna noche de pasión y deseos que son extremadamente inevitables.