Vegeta y Goku como de costumbre entrenaban en la habitación del tiempo. Usando la mayoría de su poder batallando el uno con el otro probando quien era mejor. No era una sorpresa que el príncipe siempre había deseado derrotar al cabeza hueca. Pero la confianza de Goku le había ayudado en muchas batallas. Pero ese dia Goku estaba distraído y el príncipe lo sabia. Logrando darle un bien azote en la cabeza dejándolo caer al suelo. Goku callo dejando un gran oyó en el suelo. Robándose la cabeza muy adolorido.
—PON MAS ATENCION MALDITA SEA— vocifero el príncipe desde los cielos con la vena de las sienes a punto de estallarle.
— Haiiii Vegeta no puedes ser mas delicado y cuidadoso — le espeto Goku aun sentado en el suelo.
Vegeta toco el suelo elegantemente.
— Hump mira quien habla... tu para nada delicado eres Kakaroto y eso lo se muy bien — dijo quitándose los guantes.
— ¿Por qué lo dices? —pregunto Goku sin entender rascándose la cabeza.
— Acaso se te olvido que e visto como le haces el amor a tu esposa y delicado no es tu segundo nombre — le espeto caminando hacia al estancia.
— Pues es mi esposa, además Milk es muy fuerte...creo que su ki a aumentado sin necesidad de entrenamientos — dijo Goku un poco molesto sentándose en el suelo.
— Me imagino el por que. Las batallas de Milk las pelea de otra manera y sabes a lo que me refiero. Demonios si que no es fácil — comento imitándolo.
—¿Qué no es fácil? Hayy Vegeta si aun estas empezando con ella, yo e tenido que tratar de domarla por varios años y aun no lo logro — dijo Goku mirándolo de reojo.
Vegeta rió por lo bajo.
— Aun no puedo creer como accediste a que estuviera con ella. No me lo creo — dijo el príncipe acostándose en el suelo blanco.
—Lo que la haga feliz a ella me hace feliz a mi también — dijo Goku subiendo sus hombros como si nada. — Además sabes que necesito que la protejas, quería que vieras lo que yo veo en ella para que la valores mas.
—Creo que no eres tan tonto como pensamos — analizo Vegeta— ¿Por qué estabas distraído, en que pensabas?
— En Milk — contesto como si nada quitándose de la misma manera los guantes. Levantándose del suelo — Tarde o temprano me tendré que ir y no se como demonios alejarme de ella o explicarle.
— Ella entenderá.
— No, creo que esta vez no lo hará Vegeta. ¿Sabes cuantas veces me a pedido el divorcio? Ya esa palabra para mi es una pesadilla — menciono Goku sintiendo escalofríos.
Vegeta curvo una sonrisa.
— No me sorprender, se que no puedes estar lejos de ella— comento el príncipe — , ni menos con ese cuerpo... mejor me callo.
— Que bueno que sepas lo que yo siento — dijo Goku —, cuando era niño desde que la vi me enamoro de ella sin saberlo. Me encantaba ese cabello y su fuerza. Luego cuando la vi mas adulta, por Kamisama por poco me desmayo aun que no sabia que era ella. Tenía mucho interés de que me dijera su nombre. Y eso que no la has visto cuando sube de peso o cuando estuvo embarazada. De tan solo imaginarla se me cae la baba.
—Si ya me imagino — espeto Vegeta algo celoso.
— Demonios de tan solo pensarla la sangre me hierve — dijo Goku con un escalofrió.
— Es muy rara para ser terrícola. Demasiado callada, algo distante — dijo Vegeta aun sentado. — Creo que no lo has notado, pero muchas veces se queda quieta solo sentada en el rio con la vista perdida.
— Aun no la conozco por completo. Milk abecés es un misterio. Tiene eso de ti. Se enoja con facilidad y perdona rápidamente. Tiene un buen corazón — soltó un suspiro el guerrero.
— Y tu abusas de eso — le rapo Vegeta con toda honestidad. — Deberías parar si no la quieres perder.
— Pensé que querías que me dejara. Me confundes Vegeta — rió Goku sin entender.
— Tal vez, pero no puedo dejar a la vulgar es la madre de mi hijo — apunto el príncipe mirando a su amigo. — Pero si hubiera llegado primero te la hubiera quitado insecto.
— Tendrías que llegar antes de que yo hiciera mi promesa. Si Milk no me amara desde niña no me hubiera buscado. Doy gracias a Kamisama por eso — dijo sentandose nuevamente.
La puerta se abrió del lugar. Aun que los guerreros sabia de quien se trataba. Sintiendo el ki de la mujer que llevaba un bolso lleno de comida. Milk conocía bien a sus hombres, Goku no era muy bueno cocinando y Vegeta jamás había prendido una estufa en su vida. Dejando todo encima de la mesa viendo a los dos sayayines sentados en el suelo.
— Les traje algo de comer. Pero dense una ducha primero, desde acá llega la peste a sudor — dijo raspante la mujer soltando su cabello para trenzarlo. Acomodando todo.
Goku rió negando con la cabeza sin importarle mierda que apestara. Tocando a Milk por la cintura besando su cuello.
— Amor ya te dije, hueles horrible — dijo Milk sirviendo la comida.
— Dejame darte un beso si — rogó el sayayin escuchando los pasos del príncipe que se alejaban con incomodidad hacia la ducha.
— Esta bien solo uno y te vas a duchar. — dijo la morena volteándose para besarlo con suavidad. Gimiendo solo un poco ante el contacto de los suaves labios de su esposo.
Goku la pego mas gruñendo un poco. Soltando un suspiro ante la suavidad de la piel femenina. Otra de las muchas cosas mas por las cuales no dejaría a Milk. Su piel era tan suave como la misma ceda. Y a pesar de tantos años con ella aun seguía sonrojándose como la primera vez.
— Te amo por que si y ya — se contesto Goku viendo la cara hermosa de perplejidad de su esposa.
— ¿De que hablas mi amor? — pregunto Milk frunciendo el seño.
— De nada yo me entiendo Milk.
— Bueno yo me largo antes de que envejezca mas aquí metida — dijo saliendo rápidamente. — Déjale algo a Vegeta esta bien — le dijo conociéndolo bastante bien.
— Esta bien Milk...además creo que no comerá mucho.
— ¿Por qué? — pregunto sin entender. Vegeta amaba su comida.
— No viste como se metió al baño, te apuesto a que estaba celoso — dijo bajando la voz.
— Hay Goku eres único, como te gusta hacerlo enojar — dijo la mujer negando con la cabeza. Saliendo de la habitación del tiempo rezándole a Kamisama de que esos dos no se mataran en ese lugar.
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Deseos inevitables.
FanficUna noche de pasión y deseos que son extremadamente inevitables.