Una nueva amenaza se ha unido a mi lista de cosas bizarras que han sucedido en mi vida: una manada sólo de alfas está en Beacon Hills.
Y como si fuera poco, mi novio hombre lobo tiene ataques de celos constantes por mi mejor amigo... Menuda tontería...
- Podríamos pedirle ayuda a Derek. Tiene el trisquel tatuado en la espalda, así que debe haber una forma de hacerlo sin que se cure.
Paso los pulgares por las correas de mi mochila y doy un pequeño salto de emoción. Scott, Stiles y yo estamos de camino a nuestra primera clase del curso. Sí, hoy definitivamente se han acabado las vacaciones de verano.
- Vale, Brooke, ¿pero no crees que está todavía un poco ocupado? - Stiles señala los papeles que hay colgados por todas partes de "DESAPARECIDOS", en los cuales salen una foto de Erica y otra de Boyd.
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Sí, han desaparecido.
Y entonces oímos a un hombre protestar desde el despacho del director. Los tres nos acercamos y sacamos la cabeza para observar a el nuevo director del instituto de Beacon Hills hablando con la secretaria.
- ¿... y alguien puede decirme que hace esto aquí? - el hombre saca una gigantesca espada de debajo del escritorio.
Me tapo la boca para aguantar la risa y Scott y Stiles me arrastran lejos del despacho antes de que alguien nos vea cotilleando.
Al llegar a clase de literatura, donde nos toca, nos sentamos los tres en la tercera fila.
Ni muy lejos ni muy cerca del profesor.
La clase no tarda en llenarse hasta que sólo quedan dos asientos libres. Uno en frente de Scott y otro a mi lado. El de mi lado está reservado.
La siguiente persona en cruzar la puerta entra con una sonrisa. Cuando sus ojos grisáceos se cruzan con los míos, le sonrío y le señalo el asiento vacío que hay a mi lado.
Deja su mochila colgada en la silla y antes de sentarse se inclina para darme un corto beso en los labios.
- ¿Cómo está mi bambina? - ruedo los ojos ante el estúpido apelativo que lleva dos meses llamándome pero insiste en repetirlo con tal de molestarme.
Y lo peor de todo es que lo consigue.
Le saco la lengua a modo de respuesta y él suelta una pequeña risa.
La puerta vuelve a abrirse y Allison entra apurada para no llegar tarde.
Tiene suerte de que el profesor aún no haya llegado.
Pero, por su mala suerte, el último asiento libre es el de delante de Scott.
Allison se acerca insegura y deja sus cosas en la mesa, justo después de preguntarle a Scott si estaba ocupado y éste le tartamudeara que no.
Stiles le levanta el pulgar a Scott con sarcasmo ante la torpe respuesta del moreno.
Allison se gira y nos saluda a mí y a Jackson.
Y entonces todos los móviles del aula suenan a la vez.
Saco mi móvil del bolsillo de mis tejanos y veo un mensaje de un número desconocido. Parece algo sacado de un texto.
