Capitulo 15

300 59 9
                                    




Después de mi primer encuentro con Raimundo desde el ataque en mi casa fui hacia la cubierta del barco y ahí me quede, apoyada en la barandilla viendo las olas del mar.

- Vaya, tu cara inspira tragedia - Dijo Abraham mientras se colocaba a mi lado.

- Ya lo se, no hace falta que me lo digas.

- ¿Y ahora qué paso?

- Fui a ver a Raimundo... No puedo creer que no me creyera.

- Julieth no deberías preocuparte por eso, a fin de cuentas una de las cosas que caracterizan a los mortales es su extensa ingenuidad. No me digas que en serio creías que él te comprendería de la noche a la mañana. Mas bien creo que Raimundo a penas esta procesando lo que vio aquella noche en su casa.

- Si. Tienes razón, que tonta fui.

- No creo que hayas sido tonta, es solo que no analizaste con detenimiento la situación. Creo que solo debes darle tiempo, deja que se familiarice con algunas cosas, todo esto es nuevo para él. Pronto entenderá y se que no te dejara sola.

- Gracias Abraham.

- No hay porque agradecer, tu felicidad es mi felicidad.

- ¿Qué es lo que hacías con Andrey?

- Investigaciones, recolectamos diferentes pistas o avistamientos de Daevas para así poder tener una idea de a donde llevaron a tus padres.

- ¿Y qué tienen hasta ahora?

- Pues nada alentador la verdad, avistamientos en diferentes lugares del mundo, pueden estar en cualquier lado. Pero La logia Daevana en especifico es muy meticulosa. Si ellos tienen a tus padres es con un solo propósito.

- Usarlos de carnada...

- Exacto. Obviamente los necesitan vivos, así que eso nos da una chance de saber que no les pasara nada. Se dejaran ver en un día en especifico, quizás una festividad o algo por el estilo, con el fin de que haya mortales y nos veamos obligados a no actuar al 100% para no despertar sospechas y así poder capturarte. Conociéndolos seguro dejaran pistas, no temen dar  a conocer su presencia son arrogantes nos ven como seres inferiores, están muy convencidos de que saldrán triunfadores. - Dice mientras se rasca la barbilla que muestra señales de que pronto estará cubierta de una inmensa barba si no se la rasura pronto. - Obviamente esto es solo una suposición pero estoy 98,99% seguro de que es lo que planean.

Hasta ahora me doy cuenta que ha dicho todo esto con un tono de voz indiferente, como que si hasta un niño de 5 años fuese capaz de llegar a dicha conclusión, debía admitirlo, Abraham me hacia sentir estúpida.

- Parece que ya se quien es el cerebro entre mis caballeros. - Dije dándole un empujón juguetón.

- Bueno no quiero presumir... pero si obviamente destaco entre esos perdedores - Soltó unas fuertes carcajadas.

- Julieth - Me voltee en dirección al llamado y era James.

- Hermano. - Empezó Abraham. - Acércate justo estaba diciendo lo poco intelectual que eres.

- Lo mio es la lucha, no creo que comer libros ayude en una batalla. - La voz tan profunda de James cada vez que habla pone rígido a cualquiera, no me sorprende que sea el líder.

- El comer libros necesariamente no, pero el planear un buena y efectiva estrategia analizando los pro y los contra que tienes a tu favor si, te pueden dar un por ciento de las posibilidades de victoria o derrota que tengas. - James le hizo un gesto a Abraham con la mano.

- Ya entendí Abraham, en ese caso creo que tienes razón.

- Lo se - Dijo Abraham muy orgulloso de si mismo.

Daevas 2: El Caballero de la Rosa Negra. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora