Capitulo 11

227 58 3
                                    


No sé cuantas horas llevo fuera de casa; me duelen los pies de tanto correr, pero mas me dolía saber que hasta mi familia me oculta cosas; no podía volver.... No sin respuestas.

Me encontraba en el puente Westminster que es el que une Westminster y Lambeth, podía ver las luces del gran Big Ben. Fue allí cuando me di cuenta lo lejos que había llegado y lo tarde que era. 

Era hora. Era hora de ejecutar mi plan.

Me acerque a la barandilla del puente.

Aquel día de invierno, cuando mi vida estaba en riesgo esos dos chicos vinieron a por mi. Si vuelvo a poner mi vida en riesgo, ¿Vendrían en mi auxilio de nuevo? No lo sabia, pero era mi única opción para ponerme en contactos con ellos y conseguir respuestas, ellos me conocen, algo de importancia debo de tener.

Me quite mi mochila porque todo había pasado tan rápido que salí corriendo con mi uniforme puesto. Mire a los lados esta vez no por tener miedo a la oscuridad, si no que esta vez me aseguraba de estar sola. Me trepe por la orilla de la barandilla y un segundo mas tarde me encontraba al otro extremo del puente, podía oír el sonido del rió Tamesis.

Cerre los ojos.

- Por favor, por favor vengan - Dije mientras sentía como mis lagrimas recorrían mi mejilla, puse un pie fue y salte.

Podía sentir como caía, el viento hacia revolotear mi cabello, abrí los ojos y pude ver el cielo.

Lo mire como si fuera la ultima vez.

De repente siento que algo me atrapa, me sujeta fuerte y en vez de caer siento que nos impulsamos al cielo, podía verlo.

 Era el; era James....

Aterrizamos en el suelo, aun me tenia cargada, cuando me dispuse hablar, dijo.

-Aquí no. Espera a que lleguemos a un lugar seguro.

Y así fue volvimos a impulsarnos y no encontrábamos saltando los techos de las casas de Londres hasta que pude reconocer una estación de tren la Victoria Station. Estaba cerrada pero de un salto Jamen aun conmigo en brazos, paso. Esta estación de tren se caracteriza por ser grande y conectar a los subterráneos del metro, fuimos a una de ellas y James salto a los carriles del metro y nos sumergimos en la oscuridad del túnel, ahí james me bajo.

-Aun no espera. - Dijo mientras abría un alcantarilla o pasadizo secreto no pude ver bien, pero me agarro un brazo y me hizo pisar unas escaleras así que baje. Después el solo brinco y cerro la entrada tras nosotros.

-¿A donde me llevas?

-A las respuestas.

Caminamos por largas horas, hasta que el encontró unas escaleras que igualmente llevaban a una salida. Ahí vi que alguien me tendía las manos para facilitar mi salida.

Cuando salí pude ver 3 hombres con largas túnicas negras, con capuchas y antifaces de diferentes formas y colores, en cuanto James subió uno de ellos me hablo.

- ¿EN QUE SE SUPONE QUE ESTABAS PENSANDO?

- No le grites Dimitri.

- No la defiendas James, casi nos pone en riesgo. ¿Y si no hubiésemos llegado y la hubiese capturado La Logia Daevana?

- Sabes que los caballeros de la logia aun no saben que esta despierta.

- ¿Si? ¿Y que me dicen del Daeva que la ataco aquel día?

- Fue capturado. - Hablo por fin uno de los enmascarados

- Aun así Abraham, ¿Crees que era el único? Saben que ella esta en Londres e intentaran capturarla.

- No lo permitire hermano. -Dijo Abraham

- Merece saber la verdad. - Dijo el ultimo de los enmascarados que aun su nombre me era desconocido. - ¿No es por eso que hizo lo que hizo?

- No lo justifica.

- Si lo justifica hermano, la dudas la están matando, ya han pasado tres años, merece respuestas. A demás ya parece estar despertando.

- Tiene razón la necesitamos y ella a nosotros. La logia ya sabe que esta despierta y si aun no lo saben no tardan en darse cuenta. Desde su ataque, los casos se han incrementado, los humanos cada vez ponen mas vigilancia, así es imposible ir tras ellos.

Estaba cansada de que hablaran como si yo no existiera.

- ¡BASTA! ¡BASTA YA! EXIJO RESPUESTAS Y SI NO ME LAS DAN... YO... YO...

- ¿Te mataras?- Solto una breve carcajada - Tu no puedes morir, lo unico grave que podrías hacerte seria romperte algunos huesos pero en unas horas estarías como nueva. -Dijo el hombre del cual no sabia su nombre

- ¿Que quieres decir con que no puedo morir? - Repetí completamente anonadada.

- Lo que escuchaste, seria absurdo pensar en cosas tan de humanos.

- A pasado mucho tiempo con ellos. Es normal su actitud. - Dijo James.

- ¿Hermanos, no es nuestro deber como caballeros hacer lo que nuestra ama desee?-Dijo abraham.- ¿O es que se te olvida hermano Dimitri, cuales son tus deberes como uno?

-Como te atreves a dudar de mis lealtades como caballero. Es mas que obvio que soy el que mas se preocupa.

-Dicho así- Empezó James. - ¿Que es lo que usted desea ama Julieth? - Todos se inclinaron ante mi.

Me quede un momento callada pero en cuanto vi que no se moverían hasta que yo hablara empece.

-Quiero respuestas, solo eso. - Volvieron a levantarse.

-¿Cuales son sus preguntas?

Eran tantas las preguntas que ahora no sabia por donde empezar, pensé un largo rato y llegue a la conclusión de que lo único que podía englobar todas mis dudas era preguntar...

-¿Quien soy en realidad?

Daevas 2: El Caballero de la Rosa Negra. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora