A cargo de ti. (Harco)

Capítulo 11

Advertencias: Acciones violentas y palabras fuertes.

Libros.

-¿En serio?- Mi cara reflejaba asombro.

-Sí, Malfoy. En serio, sirve de algo y limpia esté lugar. Hermione siempre lo deja todo desordenado y después vuelve preguntándome por qué no lo he limpiado- Chasqueó la lengua -, siendo ella quien lo uso. A veces es una molestia.

-Lo ordeno o clasifico de algun modo en específico.- Le pregunté mirando todos los libros en el suelo.

-No, ordenalos como quieras, no me importa su orden. Solo quiero que estén en los estantes, en lugar del piso.

-Si.- Realmente había más libros en el suelo que en esos estantes.

-Voy a salir, volveré a la hora del almuerzo con la comida, procura haber avanzado y no haber hecho de vago y quedarte sentado como una paria, ¿de acuerdo?

-Sí...- Lo vi irse mientras yo decidía qué hacer primero.

Era sorprendente la cantidad de libros que había aquí... Aunque ni siquiera sé donde estoy. Lo que agradecía era que Potter me haya dejado ropa, así el frío ya lo sentía menos, también que me haya vendado la mano. Mi vendaje a comparación con la que tengo ahora era muy mala.

Al final me arrodillé y empecé a ordenar los libros en pilas por sus colores, tipo arcoiris. Hace tiempo que no veía muchos colores, todo lo que había visto eran solo colores oscuros y fríos.

También revisaba de que trataba cada libro, algunos parecían interesantes y otros aburridos. Me pregunto si Potter me dejará leerlos, pero ahora no podía.

Seguí ordenándolos por colores y me di cuenta que había muchos con tapadura roja, verde, azul y marrón. Habían muy pocos amarillos, morados, naranjas. Ni que hablar de libros rosados o celestes, creo que encontré dos o tres.

Pero, eran muchos, antes de que las pilas se me hicieran más altas, saqué todos los libros de las estanterías y designé algunos para cada color y empecé a ordenarlos alfabeticámente por título y autor.

También habían demasiados libros negros, pareciera que a muchos les gusta el color negro. Bueno, no los culpo a mí también me gusta el negro.

Al fin había llenado tres estantes, de ambos lados, con todos los libros rojos que había... Sin embargo aún me faltaba llenar los otros, no obstante ya no tenía más libros rojos, lo cual era bueno.

Seguí con los verdes, que en mi preferencia me gustaban más. En esos me tarde más, pero es que no me cansaba de verlos o sentirlos, aunque con la mano izquierda casi no podía sentir nada ni tocar mucho.

Aún me dolía, solo quisiera que no me dejará marca o cicatriz. Pasé mi mano sana sobre la que estaba vendada, rozándola levemente.

¿Cada vez que la vea recordaré siempre lo que pasó?

El abrir y cerrar de una puerta me sobresaltó haciendo que recoja con más rapidez todos libros verdes que encontraba en el piso para después apilarlos.

Podía oír sus pisadas subir por las escaleras, esté lugar había tan silencioso, de no ser porque a veces hacía caer los libros, el silencio hubiera sido muy asfixiante.

-¿De colores?- Lo oí decir en mis espaldas.

-Dijiste que no te importaba el orden.- Le respondí levantándome del piso.