A cargo de ti. (Harco)

Capítulo 18

Engaños.

—¡Potter! —No detuve mi andar al escuchar mi apellido ser pronunciado, sin embargo, no supe quien era hasta que se posicionó a mi lado y comenzó a caminar a mi ritmo—. Hace tiempo no te veía, ¿qué ha sucedido en tu vida? Cuéntame.

—Regresaste de tu misión. —Fue lo único que mencioné, no me interesaba hablarle sobre mí.

—¡Sí! —exclamó con alegría y el puño en alto— Fue muy difícil, pero logré cumplirla con éxito, ¿qué tal si salimos a almorzar juntos y hablamos más tranquilos? —preguntó muy emocionado sin parar de mirarme, pero yo solo lo observaba de soslayo.

—No puedo —respondí volviendo mi vista a las personas en mi delante, todos caminban sin cesar, tal como el tiempo seguía sin detenerse por cada paso—, debo volver a casa para el almuerzo.

—¿Eh? ¿Por qué? Vamos, iremos a tu lugar favorito. ¿O ya tienes planes con Ron y Hermione para comer? —preguntó,  caminando en mi deltante y viendo mi rostro.

—Debo ver a Hermione, pero no en el almuerzo —comenté, levantando mi muñeca para ver la hora, ella ya debió haber llegado a casa para hablar con Malfoy—, ¿no deberías descansar después de una larga misión?

—Bah, ¿quién quiere descansar? ¡La vida es para disfrutarla! ¡Vamos, Harry, hace tiempo no nos vemos, sal conmigo a comer! —gritó, agarrando mi brazo, por lo que varias personas también se detuvieron a vernos. Sin embargo, el tiempo siguió avanzando.

—No, volveré temprano a casa, y ya deja de insistir sobre el tema. —Quité mi brazo de los suyos y me aleje de él.

—¡Pero en otra ocasión no te salvas, irás a comer conmigo! — Escuché a Matt gritar detrás mío. Sin embargo, yo seguí en mi camino y no me detuve hasta llegar a mi oficina, cerré la puerta y me quedé unos segundos parado contra ella.

Esperaba con ansias que llegará la hora del almuerzo.

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Mi trabajo parecía no tener fin.

—Señor Potter, todavía tiene que firmar estos documentos, son para los siguientes juicios. —Anne dejó más papeles sobre mi escritorio y yo solo podía verlos con el ceño fruncido y un tic en mi ojo.

—¿Todavía faltan más juicios aparte de estos? —pregunté, agarrando una de las carpetas.

—Sí, sin embargo, ya llevamos mucho trabajo adelantado y no se han presentado problemas con los mortífagos que tienen un guardián. Por lo que parece, todo terminará más antes de lo esperado —comentó, con una sonrisa brillante.

—Ya veo. —No podía expresar exactamente lo que sentía con respecto a esto, pero no era algo bueno.

—Por cierto, señor Potter, ¿usted tiene un mortífago en su custodia, verdad?

—Sí, lo tengo —dije, comenzando a firmar las carpetas.

—¿Cómo se llama? Quizás ya tengo programado su juicio y podría adelantarlo por usted, si gusta. —Anne se acercó más a mi escritorio mientras agarraba las carpetas que ya firme.

—Draco Malfoy, y no veo cómo puedas ser capaz de adelantar o atrasar juicios. —Sus palabras hicieron mella en mi cabeza, ¿qué clase de poder tenía para hacer tal cosa?

—Soy su secretaria —alardeó, muy orgullosa de ese hecho—, además de ser la encargada de saber sobre todos los juicios programados —sonrió en grande—. Créame que muchos han sido atrasados o adelantandos, pero eso a nadie le ha importado, son mortífagos, su juicio llegará tarde o temprano para todos. Por lo que, nadie se interesa si el orden es cumplido o si son removidos de su lugar. —Finaliza restándole importancia.