Tras el divorcio de sus padres hace un año, la madre de Eric volvió a encontrar el amor en otro padre soltero. Eric nunca estuvo muy interesado en tener un hermano, pero no sabía lo que le esperaba con su nuevo hermanastro, Samuel.
Publicada el 06/0...
- Bah, como siempre... Un momento...- Evan me miro de arriba abajo- esta tampoco es tu ropa... ES QUE AUN ESTA DURMIENDO EN LA HABITACIÓN DE SAMUEL?!
- Mira, no me hables de la reforma que me pongo malo... Mis padres están teniendo unos pequeños conflictos con los obreros así que se ha aplazado un poco lo de mi habitación... Ademas, creo que de momento es mejor así...
- Por que? Acaso te empieza ha gustar dormir con otro hombre??? ( ͡° ͜ʖ ͡°) - Jessica y sus historias...
- Que? NO! - dije alterado y moviendo mis brazos en forma de negación-. Lo digo porque Samuel acaba de enterarse de que su novia con la que llevaba saliendo desde hace más de un año le ha sido infiel...
- Oh no... Pobrecito... Quieres que vaya yo a hacerle mimitos?- dijo Jessica como si no supiera sus segundas intenciones.
- No hace falta Jess...-le dije con tono de "que paciencia hay que tener con esta mujer"-. Así que Samuel esta bastante destrozado y esta muy necesitado de amor... Me tiene todo el día pegado a él porque no quiere estar solo por si se pone a llorar, y yo no quiero ser la razón por la que este más triste... Bastante esfuerzo tengo que hacer ya para que consiga comer algo o para que salga a la calle a tomar el aire...
- Jo, pobre chaval... Que suerte tiene de tenerte como hermano- hizo que me sonrojara Evan.
- No se si es suerte o que, pero incluso ahora mismo estoy preocupado por que le he dejado en casa solo para quedar con vosotros.
- Se te nota que estas nervioso porque no sueltas el móvil y se te ve inquieto.
- Supongo... AY! esta sonando! Es él! Silencio todos!
Todos se quedaron en silencio.
Conversación por teléfono:
- Hola Samuel, que tal estas? -le pregunté con un tono de tranquilidad y preocupación.
-No muy bien... Puedes venir? He estado llorando y me siento muy solo... No quiero estar solo...- contesto Samuel con la voz rasposa y un poco afónica. Se le notaba triste.
-Es que estoy un poco lejos de casa ahora mismo...
- Ah... Bueno... Lo siento... no quería molestarte... no merezco tener tu atención... no valgo para nada...
- Eh! No digas eso! Tengo una idea! Por que no coges tu moto vienes a recogerme y nos vamos a alguna parte donde estés cómodo?
- De verdad que no te importa? No quiero ser una molestia...- me dijo con voz deprimida.
-Tu nunca eres una molestia! Venga te espero en donde estoy siempre con mis amigos.
- Vale- Contesto con alegría.
Fin de la llamada
- Ay... Chicos, lo siento pero esta muy mal el pobre y no quiero empeore...
- Jooo ;-; Otra vez que te vas antes... Nosotros somos lo que vamos a acabar deprimidos al final... - dijo Cristina pucheros con la boca.
- Venga, pero aun tenemos un rato para ponernos al día y que me contéis todo sobre vosotros! Ya debéis estar más que cansados de solo hablar de mí.
- Bueno pues no se si te has enterado pero......
Continuamos hablando hasta que vi que alguien se paraba al lado de la carretera con una moto.
- Ahí esta, bueno chicos, me tengo que ir pero que sepáis que os echare de menos.
- Pues queda con nosotros mañana! Vamos ha celebrar el cumpleaños de Britany y nos vamos a ir todos de fiesta!- me intento convencer Evan.
- Ya sabéis que las fiestas y yo no nos llevamos bien... Bueno adiós!
Me dirigí hasta Samuel, que al verme me agarro y me abrazo muy fuerte rodeándome con sus dos brazos todo el cuerpo, como si no me hubiera visto en 10 años.
- Samuel... me... esta... costando... respirar...- le dije a duras penas mientras me abrazaba.
- Ah, lo-lo siento- me soltó y sonrió mirándome a los ojos, provocando que mis mejillas se sonrojaran.
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-Bu-bueno, a donde quieres ir? - pregunté.
- Tu sube a la moto que yo dirijo- me lanzo un casco y me subí a la moto.
***
Al de un rato llegamos a una especie de mirador. Desde allí se veía toda la ciudad.
- Wow, esto es muy bonito. - le dije sorprendido.
- Lo sé. Cuando estoy muy angustiado y veo que no puedo más con la vida vengo aquí. Mira, hemos llegado justo a tiempo para ver el atardecer. Vamos ha sentarnos en ese banco.
- Los dos nos sentamos en el banco y Samuel paso su brazo alrededor mío, arrimándome hacia él. El paisaje era tan bonito que no pude evitar apoyar mi cabeza en su hombro. Nunca había estado tan cómodo con alguien como con él.
Los colores naranjas en el cielo se fueron disipando con la caída del sol. Era un paisaje hermoso. Cuando el sol estaba a punto de esconderse del todo Samuel me habló.
- Deberíamos ir yendo a casa antes de que anochezca del todo.
- Como tu quieras.
Los dos nos subimos en la moto, me agarre fuerte a él y nos dirigimos a casa.
