Hermanastro (Gay)

15. Huí por que no me gustas

- Huí por que no me gustas.

-Eh? De que hablas.- Samuel estaba desconcertado. Estaba sentado en la silla del escritorio mientras usaba el portátil.

- De la pregunta que no te conteste ayer en la cama. De porque huí.

- No te creo.- dijo levantándose de la silla y acercándose peligrosamente a mí. Me estaba poniendo nervioso pero procuraba no aparentarlo.- Si eso fuera verdad ayer no me hubieras pedido que te besara.

- Me da igual lo que pasara ayer. Estaba muy borracho así que no tomes nada de lo de ayer enserio. Ni me gustas, ni me gusta dormir contigo, ni quiero que me beses. Me as oído?

- Por que te estas comportando como un gilipollas, Eric?

- Yo me estoy comportando como siempre, otra cosa es que tu no te hayas dado cuenta hasta ahora.

- Mira, no se que coño te pasa pero si lo que quieres es que me aleje de ti no te preocupes que lo voy a hacer. Le diré a mi madre que no me encuentro bien y que te lleve ella a casa. 

- Pues mira que bien. - después de eso salí de la habitación y oí un golpe tras de mí como si alguien hubiese tirado algo al suelo con fuerza.

Sabía que me había comportado como un idiota pero no veía otra solución como para que se alejara de mí y que no pasase nada entre nosotros. Sentía el corazón en un puño. Quería llorar, pero no podía permitirme seguir sintiendo nada por él. Sé que había hecho lo correcto en alejarlo de mí y no me iba a arrepentir.

***

Estaba sentado en el asiento del copiloto de la madre de Samuel que me estaba llevando a casa. Yo andaba en el móvil pretendiendo que chateaba solo para que no tuviéramos una conversación incomoda o algo por el estilo. Aun así ella tuvo que hablarme de lo ultimo que quería oír hablar en el mundo.

- He escuchado que habéis vuelto a pelear antes en casa. ¿Estáis bien?

- Si te digo la verdad, no, no estamos bien.-suspiré.

- Sabes que el te quiere mucho, verdad?- dijo con todo sereno.

- Después de hoy lo dudo mucho.-mire hacia el suelo del coche con tristeza.

- Eso no es cierto. Mira, se que no te conozco mucho, pero de la forma en la que hablar Samuel de ti se que a el le gustas. Le gustas mucho.

Escuchar decir eso a la madre de Samuel hizo que me pusiera muy nervioso, a tal punto de que me puse a sudar de los nervios.

- Y-yo no se d-de que esta hablando. Samuel y yo solo somos amigos/hermanos -sentía tanto calor que empece a mover la camisa para que se ventilara un poco mi cuerpo.

- Y veo por tu reacción que algo ha pasado. - Maldita sea! Pero que madre mas observadora!- Entendería si no me lo quisieras contar, pero se que guardártelo para ti solo te traerá mal estar.

- Digamos que aun que algo hubiera pasado, lo nuestro sería imposible.- me calmé.

- Pues vaya tontería! Si de verdad quieres que algo suceda sucederá. Pero rendirte por que lo creas imposible solo es signo de cobardía y de miedo.

- Bueno pues tal vez sea un cobarde, pero no va a pasar nada así que fin de la conversación. - agarré los auriculares y me los puse. Sabía que en parte ella tenía razón, pero no quería aceptarla así que prefería ignorarla.

Al final llegamos a mi casa. Me despedí y le dí las gracias por traerme y entré en mi casa. Dentro tenía esperando a mis padres, no se les veía muy contentos. 

- Eric, que tienes que decir en tu defensa sobre lo ocurrido ayer?- dijo mi con los brazos cruzados.

- Lo siento... Ayer me descontrolé demasiado en el club y tuve que llamar a Samuel para que viniera a buscarme. Si lo veis de otra manera, ayer fui responsable llamando a Samuel así que no es tan malo. 

- Estábamos muy preocupados por ti. Podrías habernos avisado a nosotros también. - contesto mi padrastro.

- Sí... Y lo siento, pero pensé que sería mejor si viniera Sam por que él ya había estado antes allí y llegaría antes.

- Bueno... esta bien. Pero la próxima vez avísanos.

- Sí... no os preocupéis...

Después de disculparme me dirigí a mi habitación y me tumbé en la cama. No quería pensar más en Samuel. Quería sacármelo de la cabeza, pero no podía. Todo a mi alrededor me recordaba a él, más que nada por que era su habitación. Al menos podía conformarme con que no iba a tener que verle hasta mañana, que era cuando se acababa su fin de semana con su madre. Jo, eso significaba que mañana era lunes y tendría que ir a clase...