Hermanastro (Gay)

9.Me tienes a mi joder!

Llegamos a la habitación y Samuel se tumbo en la cama. Yo no podía dejar de mirar el desastre que había allí. Ropa tirada por el suelo, oscuridad y... espera... eso que estoy pisando es... claro que es... que iba a ser sino, ES EL MALDITO BOXER DE SAM. Sin pensarlo un minuto más me senté en la cama apoyándome en el cabecero.

- Bueno cuéntame de una vez, la noche fue mal?

- No... la noche fue de puta madre... Todos bebimos un montón de alcohol, bailamos, bebimos mas... Hasta que me enrolle con una tía...- Sam, que estaba en la misma postura sentado como yo, bajo la mirada, como si se avergonzara o fuera un error.

- Vaya, pues que te enrollaras con una tía no lo veo tan mal... que pasa? Era fea? Estaba demasiado rellenita? ERA UNA MILF?!

- Que? no! la tía estaba bien buena y con todo en su sitio, la cosa iba tan bien con ella que me la lleve al baño para... ya sabes...

- NO, NO SE Y NO QUIERO SABER TAMPOCO.- a mis 19 años aun me avergonzaba hablar de esos temas.- bueno pues si todo iba tan bien que paso?

- Pues que de camino al baño me encontré con la mejor amiga de Erika, mi ex...- su expresión cada vez estaba mas triste.

- Oh dios...- no sabia si debía seguir escuchando o cortarle antes de que se deprimiera más... Pero por mala suerte soy la persona mas cotilla del mundo así que...- y que paso?

- Nada, que la salude y seguí adelante, pero cuando estaba a punto de entrar a baño con la tía... me entro el bajón, empece a pensar en Erika otra vez y acabe diciéndole a la chica que se fuera por que no me encontraba bien... me encerré en el baño de club y empece a llamarte. Necesitaba escuchar tu voz. Necesitaba que me dijeras que no me preocupara, que solo disfrutara del momento, pero como tenías el móvil apagado me puse a llorar de la angustia y la ansiedad que estaba sufriendo en ese momento.

Al oír esas palabras que salieron de la boca de Samuel me lleve mis manos a la cara y procure no intentar ponerme a llorar por ser un mal hermano. Notaba mis ojos acuosos y la mirada que me dirigía Sam no me estaba ayudando.

- Samuel... lo-lo siento mucho, no sabia que lo habías pasado tan mal... no tenia que haberte convencido para que fueras de fiesta con tus amigos... soy un pésimo hermanastro...- al final una lagrima cayo por mi moflete. No podía más, me sentía fatal.

- No! Pero no llores! Esto no es para que te sientas mal! - se acerco a mí y acaricio con su mano mi cara para limpiarme la lagrima.- tú no tienes la culpa de nada, me oyes?  Cuando recupere la compostura me bebí dos chupitos más y luego me dirigí a la parada de autobuses tan feliz para coger el primer bus de la mañana y llegar a casa.

- Aun así lo siento mucho...

- Ya sabes que tu no tienes la culpa de nada tonto... así que venga, levántate y sonríe al mundo!- me lanzo una de sus sonrisas que hizo que hasta yo sonriera.

-Ahora creo que lo mejor sera que me de una ducha que esta claro que el olor de la colonia de ayer ya no sigue haciendo efecto.

-Si... pero ahora que lo dices yo que tu empezaría por lavarme los dientes que hueles a alcohólico.- me reí.

- Anda, mira el jovencito, menos mal que hace un momento estabas llorando eh.- nos reimos juntos.

- Mientras tú te lavas los dientes y demás, yo voy ha ir ventilando esta habitación que parece que aquí ha ivernado un oso.

Y así hicimos, Samuel se metió al baño y yo fui recogiendo todo hasta que unos 10 minutos después empezó a sonar el teléfono de Sam. Así que cogí el móvil y me dirigí al baño.