Capitulo 3

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No había nada mejor que hospedarse en un buen sitio donde poder descansar y despejar tu mente o eso al menos pensaba Dipper cuando se habían hospedado en aquel hotel que aunque no fuera de cinco estrellas tampoco daba pena ajena. Miró algo preocupado a Bill que veía desde la ventana con una expresión vacía. Parecía que estaba demasiado metido en sus pensamientos y a veces Dipper se preguntaba cuales eran. 


-¿Porque no vienes conmigo a la cama?- pregunto. Toda la noche día habían estado en el automóvil que aquel hotel de paso paso a ser un milagro en la tierra.


-Creo que iré a bañarme- se adelantó a decir el rubio para entrar al pequeño baño con el que contaban y dejando al castaño con la palabra en la boca. 


Se deshizo de aquellas prendas impregnadas de sudor para meterse a la regadera y preparar la ducha-supuestamente- ¿Cuanto tenia que no se daba un baño? ¿dos días? ¿una semana? realmente no se acordaba demasiado. Se estremeció cuando sintió el agua helada recorrer su piel para calmarse cuando empezó a calentarse. El agua caliente le hacia sentir demasiado bien. 


Empezó a bañarse con el jabón que había, cerrando sus ojos para disfrutar aquel contacto, sintiendo una paz que aunque no estuviera demasiado acostumbrado, disfrutaba. No obstante esa paz no duro mucho cuando Dipper entro en el baño. 


-¿Qué haces aquí?- pregunto sin rodeos.


-Me preguntaba que si...¿podemos bañarnos juntos?-pregunto y Bill solo suspiro. No le gustaba bañarse con alguien más, siempre pasaban cosas raras que lo aturdían demasiado y no lograba comprender del todo, pero tampoco podía negarse. Suponía que era la costumbre a que cuando decía que no llegaban a lastimarlo. 


-Esta bien, podemos hacer eso. 


Dipper no tardo mucho en quitarse la ropa al escuchar que había cedido. No era algo que sucedía siempre y era bueno cuando aceptaba. Se puso al lado del rubio, no era un lugar demasiado grande y casi estaban pegados el uno con el otro; lo veía incomodo, demasiado.


-Si quieres puedo irme- ¿que estaba pensando? era algo tonto. Sus mejilla se tiñeron de rojo y no supo si era por el calor que se estaba formando por el agua caliente o porque Bill apoyaba sus manos en sus hombros para lentamente enredar sus brazos en su cuello- Bill.


-Quédate conmigo- murmuro apenas- además mañana tenemos mucho que hacer, haz lo que quieras conmigo, Dipper.


Estaban demasiado cerca y no dudo en besar los besos del chico más bajo. Eso no estaba bien, ese chico nunca estaba consciente de la mayoría de las cosas que hacia. Sus manos acariciaban lentamente su cintura para bajar a sus caderas. El leve gemido que se ahogaba en sus bocas solo  provocaba esos cosquilleos en su entrepierna.


-Bill- murmuro cuando rompió aquel beso para bajar a su cuello- ¿realmente quieres hacer eso?- pregunto, después de todo no quería hacer algo que el otro no quisiera. Sonrió con ternura al ver como asentía con la cabeza mientras sus mejillas se ponían en una tonalidad totalmente carmesí. Se veía demasiado adorable e incluso más pequeño de lo que ya se veía- esta bien, aunque si quieras que me detenga, puedes decirme.


No hubo queja alguna, de hecho parecía disfrutarlo demasiado. O eso al menos dejaba constancia sus gemidos cuando lo puso contra la pared mientras le penetraba con cuidado. No había nada que disfrutara que estar con él, era el único sexo que llegaba a gozar como nada y eso que toda su vida había contado con demasiado con ello. Tal vez era por el hecho de que a Bill lo amaba a pesar de que llegaba a ser un poco desesperante, a que por él había caído aun más en su humanidad. Bill valía la pena esta travesía en busca de algo mejor, incluso cuando a veces perdía la esperanzas; para eso estaba Bill, él le hacia creer una fantasía que aunque no llegaran al menos el esfuerzo seria la suficiente satisfacción. Vaya que si.


Continuara. 


Espero que sea de su agrado, nos vemos

Sayonara

Efecto Alicia (DipBill)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora