Capitulo 6

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— ¿Nunca te has sentido solo?— Dipper fijo su vista en Bill. El chico estaba enfrente a él completamente desnudo. Después de todo los dos estaban tomando una ducha en la tina del baño. El agua era demasiado calienta y le relajaba por lo cual aquella pregunta lo desoriento un poco.

—Supongo que sí, todos lo tenemos alguna vez en nuestra vida.

—No hablo de sentirte solo en momentos en que no hay nadie— puso una pausa— hablo de cuando realmente estas solo. Muchas personas hay a tu alrededor pero siente que no hay nada en sí.

—Si— suspiro— en el orfanato cuando decidieron adoptar a mi hermana gemela. Se suponía que eran adoptar a ambos, pero ellos solo querían adoptarla a ella. Mabel...ella se veía tan ilusionado con ellos y no quise ser tan egoísta. Así que solo los convencí que solo le adoptaran a ella— últimamente hablar con Bill le resultaba demasiado sencillo, calmante, aunque esa vez solo le estaba trayendo dolor— dijo que volveríamos a vernos, pero ella no regreso y yo no soportaba ese lugar, por eso me fui.

—¿Sería bonito tener una familia, verdad?— pregunto mientras separaba sus piernas en el borde de la tina mientras él, de forma casi inconsciente se metía en medio de ellas. No le incomodaba ni muchos pensaban en algo indebido- al menos por ahora- se había acostumbrado al estar en ese tipo de situaciones que ya la daba igual.

— ¿No tuviste una familia?

—Se supone que una familia es una mamá, sus hijos— divago para sonreír un poco— pero deben estar juntos, apoyarse mutuamente sin esperar a nada cambio. Soportar sus defectos. Esas personas no eran así. Cuando tuve miedo de escuchar aquellas voces que me pedía clavarme tenedores en los brazos, ellos simplemente se deshicieron de mí.

Un silencio se formó en aquel baño. Dipper miraba como el rubio se mantenía quieto mientras acariciaba sus brazos con la yema de sus dedos. Levemente, acariciándola. Sin poder evitarlo acerco sus manos a los brazos de Bill que se estremeció ante su contacto.

— ¿Cuándo te enviaron a ese lugar?— ahora que lo sentía la piel de Bill era demasiado suave excepto cuando se cruzaba con una pequeña y circunstancial cicatriz. Quería tocar más, pero la mirada de inconformidad de Bill le pedía que se detuviera. Lo hizo casi de inmediato.

—Tenía solo siete años— murmuro para verle — ¿desde cuándo no tienes papás?— pregunto a su vez.

—Seis, te gane— sonrió con amargura— siempre estábamos solo, no deberíamos preocuparnos tanto.

—Ya no ahora, Dipper— se veía animado de repente— nos tenemos a nosotros.

—Si tienes razón — asintió, ni a él se le hubiera ocurrido algo mejor— ¿quieres que te ayude a bañarte? El agua se enfriara.

—Sip— se acomodó mejor en la tina para bañarse. El tacto suave de su piel volvía a ser probada por sus manos.

Tras varios minutos ambos abandonaron la bañera.

— ¿Te gusto?— pregunto sin rodeos— sentí como me tocabas—Dipper sentía que se sonrojaba hasta la medula, pero solo asintió. Tampoco es que quería dar demasiado vueltas al rodeo— ¿Por qué no me lo dices?— pregunto mientras se acercaba a él. Los dos estaban completamente desnudos así que usando el auto control solo le abrazo por la cintura. Nunca había pensado verlo tan pequeño entre sus brazos.

—Me gustas, yo te quiero— fueron las únicas palabras que dijo antes de agacharse para besar sus labios. Sus cuerpo estaban demasiados juntos. Era hora de mandar al diablo el auto control.

Continuara.


Efecto Alicia (DipBill)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora