Estaré ahí. |nh|

Capítulo 9.

Las siete de la mañana, de nuevo empezaba esa dichosa rutina que todos odiábamos.

Aún seguía bastante aturdida por lo sucedido en la noche anterior. Al recordarlo podía sentir como los vellos de mi piel se erizaban y mi corazón empezaba a latir más intensamente.

Normalmente me costaba mucho levantarme por las mañanas, pero ese día fue diferente. Ese día no quería permanecer ni un solo minuto más en el nido donde todo aquello se creaba. Todo me estaba superando.

Cuando estaba a punto de salir por la puerta de mi habitación, recordé que estábamos en unas pequeñas vacaciones —si se podía decir así—, así que me senté en el sillón que había al lado de mi ventana, cogí un libro de la estantería y comencé a leer.

Después de llevar cinco minutos leyendo, me acordé de Harry. Llevaba mucho tiempo sin hablar con él, ni si quiera me había mandando un mensaje, cosa que él acostumbraba a hacer todas las mañanas. A vista de que no tenía intención de hacerlo, decidí escribirle.

Buenos días Bella Durmiente, ¿has despertado ya de tu profundo sueño?

Tras enviar este mensaje, dejé el móvil sobre el brazo del sillón y continué mi lectura. En apenas dos minutos me había contestado.

Hombre, si se acuerda de mi nombre y todo. —Adjunto a este mensaje había un emoticón mirando de reojo, mostrando un descontento por su parte.

Ya empezábamos, muy típico de él. Veía innecesario seguir mandándole mensajes sabiendo que estaba despierto y podía llamarle, así que marqué su número de teléfono y esperé.

—Buenos días —dijo con voz aún ronca a causa de su reciente despertar.

—Buenos días, ¿te has enfadado? —le pregunté sin andarme con rodeos.

—No me he enfadado, Bella.

—Genial. —suspiré aliviada.

Que yo recordara, Harry nunca se había enfadado conmigo, excepto una vez que estábamos en la plaza del centro. Le derramé un batido de chocolate encima, ahí sí que se molestó un poco, aunque hay que reconocer que fue muy gracioso.

—¿Qué tal llevas la convivencia con el irlandés? —Estaba tardando demasiado en preguntarlo.

—Bueno, no es tan idiota como pensaba.

—¿Lo ves como solo tenías que intentar conocerlo?

—Ya. Bueno, voy a tener que estar sola tres meses con él —le dije mientras me levantaba del sillón.

—¿Y eso? —preguntó él interesado.

Le expliqué todo lo que me había dicho Niall la noche anterior con todo detalle, Harry se limitaba a contestarme con el silencio, aunque a veces decía algún 《Sí》 o 《Ajám》, para indicándome que me estaba escuchando.

—Así que tu madre también sale ganando de todo esto.

—Al parecer sí, aunque es todo muy raro.

—Ya. Bueno, te tengo que dejar, voy a pasar el día con mis padres al campo de mi abuela, ya sabes, es sagrado.

—Ya. —Reí—. Pásalo bien.

—Está bien, adiós.

—Adiós.

Cuando colgué el teléfono bajé a la cocina, cogí dos galletas con trocitos de chocolate, y subí de nuevo a mi habitación. Tras finalizar de comer mientras leía un poco más, me dispuse a ducharme. Al terminar, me observé delante del espejo, y por alguna extraña razón, me llamó la atención mi colgante.