Todo había sido real. Todo lo ocurrido en estos meses existía de verdad.
Pude notar cómo todos los vellos de mi cuerpo se erizaban a la misma vez. Sobre mi pecho retumbaba sin parar mi corazón acelerado, que en un momento pareció haber dejado de latir para tomarse un tiempo de asimilación, dejándome así con la respiración entrecortada. Me tomé unos segundos para volver de nuevo a mi ritmo cardíaco habitual. Ahora era yo quién intentaba aparentar fortaleza, sin embargo no lo hacia por mí, por parecer dura, por parecer más valiente. Lo hacía por él, por no hundirlo más.
—Cuando sueño con el bosque... ¿Voy allí realmente? —pregunté despegando la mano de mi pecho.
—No, está dentro de tu cabeza —respondió, y tras ello se acercó hacia mí.
—Eso es bueno, supongo. Creía que cuando soñé que estábamos los dos en el bosque era real, eso habría sido horroroso —confesé mientras sonreía tristemente.
—Respecto a eso... —Rascó su cabeza en señal de frustración—. Eso fue real —confesó.
—¿Qué? —Grité, y miré a Niall sin entender nada buscando una explicación. Si eso había sido real me daba muchas cosas más sobre las que preocuparme. La sombra me había tocado de verdad, me había perseguido, me había hecho trucos mentales. Había estado con ella. Existía.
—Te quise llevar allí para comprobar tu reacción y así asegurarme de que de verdad habías soñado con aquel sitio más veces para comprobar que Natalie estaba dentro de ti —dijo avergonzado, arrepentido por el daño que me causó—. La persecución, nuestra caída, tu desmayo, todo fue real. Nos alcanzó, pero como era por la noche pude darle con la Luz de Luna, cosa que le debilitó haciendo que pudiésemos escapar —dijo, y suspiró—. He estado contigo en todos esos sueños, pero tú nunca me has visto, siempre he sido la Luna que te alumbraba en esos momentos, evitando que te pasase algo malo, siempre he estado protegiéndote. Hasta que esto ha llegado demasiado lejos, cuando me di cuenta, fue cuando decidí que era hora de conocerte en persona, y así poder estar más cerca de ti, facilitando la protección.
Mi destino siempre fue morir de la peor manera posible, y a costa de un terrible asesino que estaba entre nosotros. Había nacido para morir en un sacrificio por un beneficio propio de otra persona. ¿Había cosa más egoísta y cruel? No quería protección, pero en aquellos momentos la necesitaba, yo no tenía las habilidades de Niall, no podía valerme por mí misma frente a esa sombra.
—¿Qué vamos a hacer? —pregunté insatisfecha.
—No lo sé —confesó pensativo.
—¿Que no lo sabes? Niall, falta menos de un mes para mi cumpleaños, ¿qué tenías pensado? —Soné enfadada. Sabía que era egoísta estar enfadada porque alguien no tiene un plan para salvarte la vida. No era realmente un enfado, eran los primeros indicios de miedo, miedo por no saber qué hacer ni cómo enfrentarme a lo que se me venía encima.
—Realmente no tenía nada pensado del todo —confesó de nuevo a la par que su rostro se bañaba de decepción—. Creí que con presentarnos allí la noche de tu cumpleaños, bastaría con darle Luz de Luna y ya, pero he comprobado que las pesadillas son peores de lo que yo pensaba. Es realmente fuerte, Bella, y yo no lo soy tanto como él.
Sentí vulnerabilidad. ¿Qué se supone que íbamos a hacer ahora? Siempre pensé que Niall lo tenía todo bajo control, pero no era más que otra persona indefensa mentalmente, realmente no tenía absolutamente nada bajo control, eso lo hacía más humano, aunque en aquel instante un poco de control nos habría venido de perlas.
—Hasta la fecha, deberías observar a tu al rededor, puede que la fecha programada sea en tu cumpleaños, pero estoy seguro de que aprovechará cualquier instante para hacerte más vulnerable aún.
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Estaré ahí. |nh|
Fiksi PenggemarBella vive en un cúmulo de pesadillas continuas. El prepararse una taza de tila ardiente todas las noches antes de dormir se ha convertido en un ritual para ella. Cada noche tan solo es capaz de pensar en qué horrible sueño le tocará vivir en las pr...